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Arquitectura popular. Bodegas en Cueva                                      AITOR BALBAS – J. M. LARRAZ – JOSÉ Mª ROC

 

                                                                

   4. Fiestas, costumbres, comidas y creencias 

    en la bodega

    El mundo del vino siempre se ha asociado con elementos sagrados o mágicos. Así la sala dónde se guarda el mejor vino en botellas o toneles se llama la sacristía o las salas dónde se guarda el vino más añejo, en pipas o toneles se les llama capillas.

    A lo largo de la vida del ser humano el nacimiento, el bautizo, la comunión, la boda o la muerte eran momentos trascendentes y por lo tanto el vino hacía su aparición. Aún hoy en día se conserva la tradición de guardar una botella de vino con la fecha del nacimiento de un hijo/a, la comunión o la boda.

    También es sabido, y en este estudio lo hemos podido felizmente experimentar, que las normas de cortesía, una vez que se te ha permitido el paso a una bodega, obligan a probar el vino como forma de fomentar la confianza y de asumir que el visitante es bienvenido.

    Las meriendas tradicionales en bodegas, en las que mayoritariamente sólo entraban hombres, han sido sustituídas hoy en día por "dar la vuelta" por la bodega por la mañana, sustituyendo al vermú o siendo un almuerzo de mediamañana, si "antes más" con arenques y algo de cerdo en función de las posibilidades, hoy en día la dieta es más variada, incluso pizza.

    El provocarse en esos encuentros para beber más es algo cotidiano, así se intenta derrotar bebiendo al oponente ofreciéndole vino inmediatamente que sale de la cuba, por que tiene más alcohol. Nos contaron un juego que se realizaba en Fuendejalón, pero que no hemos podido reconstruir consistente en que había carros, que eran una cantidad de vasos de vino, y galeras que era otra cantidad. Había que ver quién lo bebía antes. Como los carros tenían 4 ruedas, había que beber cuatro vasos, como las galeras tenían 2, había que beber dos.

    Otro juego muy extendido, por la comarca y vinculado al vino es el de la abuela. En este juego se numeran los diversos participantes, uno hace de abuela. El juego sigue estos diálogos:

    1. Abuela: Erase una vez una abuela que tenía tres hijos

    2. Número tres: ¿cómo que tres?

    3. Abuela: ¿Cuántos pues?

    4. Número tres: cinco. (O cualquier otro número de los presentes)

    5. Número cinco: ¿cómo que cinco?

    6. Abuela: ¿Cuántos pues?

    7. Número cinco: seis….

Así hasta que uno de los participantes se despista y no contesta con su número cuándo le nombran o si la velocidad al jugar es mayor, y el participante lo hace lento. La pena: beber un vaso de melocotón con vino.

El pomo era otro juego que no hemos podido recoger pero sí el tiro al palo. Consistía este juego en ponerse dos jugadores en el suelo con las plantas de los pies juntas. Los brazos en paralelo al suelo y cogiendo un palo. Aquel que levante al compañero ha ganado, el perdedor debe beber vino.

También en estos momentos de alegría y fiesta, este era el momento de brindar con los amigos denonimandos en Maleján: "Brinde"

 

Vino que naces de cepas

y sales con tantos rigores

a cuántos sin saber letra

los haces predicadores

Por aquí entras ( señal a la boca)

pasas( señal a la garganta)

y dejas el fruto( señal en el estómago)

y luego vas a salir por este triste canuto( señal a la braguetera)

 

Este espacio para beber, jugar, cantar jotas, jugar al rulé, a la lendrina como en Albeta, se ubicaría en bodegas enclavadas en peñas o en cuartos dentro de las casas en el caso del tipo bodega en casa,.El lenguaje nos hace un guiño con la modernas palabras peña y cuarto que en Moncayo es sinónimo de espacio para jóvenes dónde de bebe y come en fiestas.

Existe en la actualidad, en Magallón, una fiesta en las bodegas el 23 de abril, día de San Jorge, que se ha dedicado en esta localidad a ensalzar estas cuevas vinarias. Las puertas se abren para que todos visiten las entrañas de la Molilla y degusten el vino de la localidad. Todo se acompaña de vacas que alegran la fiesta.

Para Santa Agueda era habitual en Fuendejalón comer el arrope ( vino cocido) con farinetas, de echo se le llamaba Santa Agueda farinetera. Si todavía quedaba nieve también se mezclaba con nieve y era como un "helado". El arrope era el mosto recien prensado y cocido.

Con arrope y anís seco podían hacerse "chapurriaus" que entraban muy bien pero se subían a la cabeza rápido. El vino con nueces recogidas el día de San Juan era otra de las constantes vinculadas al vino o los ponches que tenían vino, gaseosa, huevos batidos, limón y melocotón y que se bebía para la Vispera de la Virgen del Castillo de Fuendejalón o para San Juan o la fiesta de los mozos ( existe un libro con los diversos mayordomos y actas de esta fiesta).

Si después de tanta fiesta uno se ponía malo, lo más habitual era darle vino tinto cocido y miel. Los informantes todavía recuerdan el sabor tan malo que tiene.

Y como el mal también se esconde en las bodegas, en Trasmoz, nos contaron la historia de la tía Casca, que cayo por la lumbrera de la bodega de los Matusos y no se rompió ni un hueso ni se le cayó el puchero de Santa Cruz que llevaba en la cintura. Caso mágico este y no tan trágico como aquel de Lituénigo que tras haber matado a una persona, fue condenado al presidio de Mahón. Consiguió escapar y regresó a su pueblo. Allí levantó una bodega en la que vivió hasta su muerte sin que nadie lo denunciara.

Pero el poder real del mal no se limitaba a situaciones como las contadas, para evitar que el vino se "esvinagrara" era preciso trasegarlo en la luna menguante de enero o todo lo más de febrero. El día tenía que ser raso y claro y bajo ningún concepto para impedir que el vino se avinagrara se podía permitir entrar a mujeres con la regla mientras se estaba pisando el vino o se podían dejar migas de pan dentro de la bodega. ( Lituénigo).

Ahondando en esta línea del avinagramiento, el azufre que espantaba a los mosquitos evitaba también la conversión del vino en vinagre. En Santa Cruz de Moncayo se nos llegó a preguntar si el flash de la máquina de fotografía podía echar a perder el vino y en Albeta nos contaron como se echó a perder un vino por el ruido. Quizás por ello en Fuendejalón se puso una imagen esculpida en los tinos de la Virgen del Castillo para evitar el mal vino.

De todas maneras para evitar todo esto no había como recurrir al refranero y al saber popular, así "Para San Andrés, el mosto vino es" nos indica el período de cocción del vino. Durante ese período había que entrar a la bodega con candil o carburo para saber si el tufo estaba presente, en Ainzón nos contaron la historia de un soriano que fue a trabajar allí, cuándo le dijeron que el tufo estaba en la bodega bajo a pegarle con una tranca, tuvo que salir, comentó que allí no había nadie pero sí un gas muy curioso que no le dejaba respirar.

Finalmente los motivos vegetales inscritos en los yesos de las puertas acabarían con estos peligros y miedos. Había bodegueros tan valientes como el tío General de Fuendejalón, que se apostó a que cruzaba el cerro de las bodegas de lado a lado picando en una noche. Esta cultura de los tuneles está muy arraigada en todas partes ya que en Vera nos enseñaron el arranque del auténtico pasadizo de época de los moros, que conectaba el castillo con la vega, ¡pasando por las lumbreras de varias bodegas!. Esta presencia de los moros en la mitología popular también aparece en Grisel dónde las cuevas de los cahises o caises están conectadas visualmente con el pozo de los Aines o las de Bulbuente con el Pozo de la Mora.

 

 

1.- A modo de introducción… un poco de historia 2. - Método seguido en la investigación 3-  ¿Pero cómo hacían el vino los mayores? El proceso   3.1.- Del campo a la`pisadera   3.2.- Las cubas y la fermentación   3.3.- La prensa   3.4.- Medidas del vino

4.- Fiestas, costumbres, comidas y creencias en la bodega  5.-¿Cómo era el espacio que necesitaba el vino? Arquitectura de las bodegas vinarias en cerro ?    5.1.- Los libros de las bodegas vinarias. Fuente documental para el estudio de las bodegas vinarias en cerro.    5.2.- Bodegas vinarias de Tarazona y Moncayo   5.3.- Bodegas vinarias del Campo de Borja   6.- Estado de las cosas, hoy    6.1.- Comarca Tarazona y Moncayo   6.2.- Comarca Campo de Borja    6.3.- Comarca del Aranda    7.- Caracterización geológica de bodegas.  Comarcas de Tarazona, Borja y Aranda

8.- Conclusiones: el futuro  9.- Anexos  9.1.- Vocabulario  9.2.- Han sido entrevistadas las siguientes personas  9.3.- Guía para el material gráfico que se aporta  9.4.- Cuestionario bodegas en cerro (modelo de encuesta)    Imágenes fotográficas  

   Planos y dibujos   

  

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