La recogida
de la uva ha sufrido un cambio cronológico a lo largo del siglo XX. A
principios de siglo y hasta los años cincuenta, el período para
realizar esta tarea del campo iba entre mediados de octubre y Todos
Santos, 1 de noviembre. Actualmente se realiza en la primera mitad del
mes de octubre.
Con
gabinetes, conocidos en otras tierras de Aragón como fanzino, se
recogía la uva en cestos de mimbre llamados cuévanos o covanos.
Realizados por " gitanos" su misión era transportar la uva
desde el campo a las caballerías o a los carros. Los cuévanos
tenían una forma cilíndrica más ancha por su parte superior que por
la inferior.
Existía
una segunda posibilidad de transporte de la uva a la bodega que eran
las comportas. Realizadas en madera, con forma de tronco de cono
truncado, se transportaban a la caballería o al carro con los
llamados baluartes. Los baluartes eran cuatro tablas de madera que
conforman una especie de peana o de escalera, con forma de
paralepípedo, que permite introducir, en primer lugar, la parte más
estrecha de la comporta, la base, y que sujeta la boca de la comporta,
debido a que la forma troncocónica que posee la hace más ancha por
esta parte superior.
Cuando la
uva había llegado a la bodega se echaba por las lumbreras o chimeneas
en piedra, que se introducen varios metros en tierra, hasta llegar a
la llamada pisadera. La lumbrera tiene una boca inferior, por dónde
cae la uva y una boca superior, o varias, por dónde se echa la uva.
En ocasiones puede aparecer una pisadera vinculada a la lumbrera en su
parte superior. Una vez que la uva llegaba a la boca de la lumbrera,
se pisaba en la llamada repisadera y aprovechando el desnivel se
arrojaba el mosto y la uva pisada a la llamada pisadera en un piso
inferior.
En otras
ocasiones a dónde caía era, directamente, a los llamados tinos,
espacios de mayor tamaño que las pisaderas, excavados en la roca, que
servían para cocer el vino sustituyendo o complementando a las cubas.
Volviendo a
la pisadera, es un espacio excavado en la roca, de forma
aproximadamente circular o cuadrada, en el cuál se pisa la uva. Las
de menor tamaño pueden tener ladrillo en su base o estar recubierta
de yeso por todos lados o ser meramente una espacio excavado en la
roca.
Las de
mayor tamaño estan excavadas en la roca, en un nivel superior, se
comunican a través de canales con las cubas que se encuentran en un
piso inferior a su vez. Así la uva va de la repisadera a la lumbrera,
de ahí a la pisadera y finalmente por los canales a las cubas.
El pocico
era el espacio excavado en la roca que tenía por objeto recoger el
mosto que brotaba tras pisar las uvas. Con gamellas, troncos de
pirámides con sus ángulos más o menos desgastados, en ocasiones
llegan a ser más parecidos a una vacía, se trasegaba el vino, del
pozo a la cuba, de manera manual. La madera idónea para ella era el
olmo. Las bombas llegarían entorno a los años 30, y no a todas
bodegas.