Castejón del Puente Manuel Benito Moliner
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ETNOGRAFÍA El agua
Ni una sóla fuente tuvo aprovechamiento para abastecer la población, los únicos sistemas que funcionaron en Castejón, hasta la reciente llegada del agua del Canal, fue el de transportarla en tinajas a lomos de los animales desde el Cinca, o el de acopiarla en aljibes pluviales.
Los aljibes más característicos son: el que suministraba a la Torre Cardiel. Excavado en una superficie rocosa, con un recubrimiento de sillería y un suelo impermeabilizado para evitar pérdidas, tiene una escalera labrada en la piedra que desciende hacia el fondo. Ese acceso quedaba inutilizado para uso animal tapándolo con ramas o maderas. Otros dos aljibes hubo en La Bella para abastecer a los clérigos que allí vivieron a lo largo de los siglos. En la parte norte, donde debió estar el claustro, hubo uno que recogió el agua de los tejados de esta parte de los edificios. A poniente, en una pequeña explanada murada, hubo otro que acaba de derrumbarse. De este quedan restos de las aberturas para alimentación y el recuerdo del brocal muy similar al de La Estación, por donde se sacaba el agua con carrucha. Entre La Bella y el Camino Viejo del Molino queda otro de similares características.
Las tormentas y fuertes lluvias arrastran lodos y fiemos al Cinca, que entonces baja muy turbio. Normalmente se podía esperar a que las aguas se aclararan pero si el temporal persistía había que beber por fuerza de esa agua. Las medidas higiénicas, que ya se comenzaron a instaurar a finales del XIX, llevaron a la construcción de una balsa-aljibe allá por 1920, en el camino de La Bella. Está perfectamente conservada y aún se puede observar su excelente empedrado hacia el fondo que se remata arriba por sillarejo y mampostería. Tiene escalera de obra para acceso y puerta para evitar la entrada de animales. Esta agua recogida de la altura del monte, se posaba y clarificaba quedando útil para aprovecharla en los casos ya expuestos. Se mantenía con cierta pureza gracias a la acción del sol.
Nuestros informantes recuerdan las fatigas que suponía tener que bajar continuamente al río para subir el agua necesaria a las casas donde se guardaba en tinajas. Igualmente había que bajar con mucha frecuencia a cuidar de las huertas, al molino o a limpiar las acequias, con lo que la dependencia del río era muy alta.
Nombres de las casas.
Apenas se recuerdan unas cuantas y muchas van cambiando de nombre. Otras ya se llaman por el nombre y apellido del propietario. Esto es común cuando se entra en La Ribera, donde el sistema de posesión y heredad era más relajado que en la montaña.
Nombres antiguos de las calles y plazas
Plazas del Ayuntamiento de La Cruz de La Iglesia
Calles: Abajo o Mayor Arriba o Medio Barrancos Borricos Horno Iglesia o Barribalto La Bella
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