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Castejón del Puente                                                                                                         Manuel Benito Moliner

 

EL ARTE

 

ARTE

 

La iglesia

 

Se dice que en Castejón existió una iglesia románica sobre la que se construyó la actual. Esto vendría avalado por el documento de capitulación establecido con los canteros y constructores Juan de Araçil y Domingo de Sarobe, allí se establece el derribo de la iglesia vieja y la construcción de una nueva con capillas y torre respetando la cabecera.

 

Pero la cabecera no es románica sino gótica y no va más allá en fecha de ejecución del siglo XV. Si los sanjuanistas tenían La Bella como iglesia y parroquia, el pueblo construyó una iglesia más cerca de sus casas cuando se fueron instalando a partir del siglo XV. La formación actual del paisaje urbano de Castejón se gestó en el XVI. Entonces se necesitaba una iglesia de iglesias, una colegiata con sus capellanías. Para ello hay que ampliar la iglesia gótica derribando los muros laterales donde se sumarán dos capillas a cada lado, más la sacristía en el muro norte y la torre con capilla en el primer tramo.

 

La torre de una iglesia colegial no puede ser anodina, tiene que ser espectacular. En Castejón del Puente siempre habitaban canteros que cuidaban de las reparaciones del puente, mientras se hacían cargo de otras obras por la comarca. Juan de Araçil había construido la Fuente de San Francisco en Barbastro que causó sensación en la época. Araçil era ya considerado como un maestro de hacer iglesias y, aparte de la que nos ocupa, sabemos que levantó la de Capdesaso y la magnífica torre de Pertusa.

 

La capitulación Blázquez Herrero, C. y Pallaruelo Campo, S. Maestros del agua. D.G.A. Zaragoza. 1999.  se firmó en 1558, durando las obras cuatro años. En la torre aparecen, en la cornisa que separa el primero del segundo cuerpo, y a manera de adorno, sendos medallones de las personas que colaboraron a edificarla: personajes barbudos y una mujer, entre ellos deben estar los jefes sanjuanistas de Monzón y Castejón, algún acaudalado del pueblo y el propio Araçil.

 

La torre tiene tres cuerpos y un remate en chapitel, dando un cierto aire morisco a su factura. El primero, con ventanas abocinadas, alféizar y dintel en resalte, es cuadrado, sólido y un poco más alto que la nave; lo rematan una cornisa con medallones que alternan rosetones y los rostros aludidos, además de cuatro garitones esquinados que forman parte del segundo cuerpo. Este y el tercero son octogonales. El segundo tiene ventanas enmarcadas y abocinadas en los lados que coinciden con los puntos cardinales. La occidental lleva grabada la fecha del acabado: 1562. El tercer cuerpo alberga las campanas. El chapitel, de menor volumen, está rodeado de una balaustrada para quitar el vértigo a los párrocos que en más de una ocasión tuvieron que subir hasta arriba para ex conjurar las tormentas con unas urnas que a tal efecto se guardaban en la iglesia. Inventario de la parroquia de Castejón de la Puente en Archivo Histórico Provincial.

 

El campanario tuvo sus cuatro campanas, tres desaparecieron en la última contienda para fundirse en munición de guerra. Eran el telediario del pueblo, a través de su sonido se informaba de lo acontecido en la comunidad: un incendio, una muerte, una fiesta, un robo, un mal nublado... Se avisaba a los que estaban en casa y a los que estaban en el monte. Para los que se perdían también había un toque especial. Las horas litúrgicas se señalaban, sobre todo el ángelus del mediodía, y por supuesto los toques de llamada a misa y los bandeos generales en los grandes acontecimientos: victorias nacionales, nacimiento de un príncipe, fiestas patronales...

 

El toque de muerto era diferente según se tratara de hombre (tres repiques) o mujer (dos). Los óbitos infantiles eran de mayor repiqueteo con campanas pequeñas, tocando a mortichuelo o mortijuelo. Mortinato o niño de meses.

 

La portada ha sido, más que restaurada, reconstruida con dos caretos que representan a san Pedro y San Pablo, a ambos lados, de menor fuerza expresiva que los que se ven en la torre. Ambas efigies se acompañan de sus respectivos símbolos: san Pedro la llave y san Pablo la espada. Lleva la misma fecha y es de traza renacentista con entablamento sobre columnas. Sobre ella hay una hornacina vacía y sobre las columnas a modo de ápices, un ave rapaz y un cáliz, también reconstruidos. En la cornisa lleva una inscripción latina y la fecha de 1562. El arco de entrada es de medio punto, está moldurado y apoya en pequeñas impostas. La inscripción nos habla del año en que se consagró la iglesia: ANO INGREDERE: TEMPLUS DEI. 1562. (Año del ingreso de Dios en el templo: 1562 )

 

Al exterior la iglesia presenta sillería escuadrada en cantería con las marcas correspondientes. También hay un par de relojes de sol, algo desdibujados y una inscripción con las letras IHS (Jesús Salvador de los Hombres). La planta es cuadrangular rematada con cabecera poligonal y contrafuertes en las esquinas. A los lados se incorporan los volúmenes de las capillas y a los pies la torre. En el lado noroeste, se añadió en el siglo XVIII una capilla con cúpula que hoy da acceso a la iglesia.

 

Al interior presenta nave capaz con cabecera estrellada de nervaduras profusamente decoradas en el siglo XVI, dando una imagen de buen gusto con predominio de formas vegetales y colores violáceos. En las desnudas paredes, que antaño ocupó un precioso retablo gótico dedicado a la Asunción y atribuido al maestro de Albalate, Del Arco, R. Catalogo monumental de España: Huesca. Madrid. 1942. Allí encontramos lo siguiente sobre Castejón del Puente:Había en la iglesia parroquial una gran tabla pintada con la Virgen entronizada, obra más que probable del maestro de Albalate del Arzobispo, que tantas y tan bellas produjo (siglo XV). Según comunica el alcalde, fue quemada por los rojos.  se cuelgan tres imágenes, Cristo en la cruz flanqueado por la Virgen y Jesús, ambos en el trance de la Ascensión.

 

Las capillas más cercanas al altar de ambos lados tienen acceso apuntado. Las que están en el centro de la nave lo tienen de medio punto con moldura. Las cuatro más la de los pies, que se corresponde con el primer cuerpo de la torre, son de bóveda de crucería.

 

Las dos capillas del muro norte se dedican a la Asunción de la Virgen, aunque una de ellas se debió readvocar al Rosario, con sendas esculturas modernas sobre nubes. La primera tiene la bóveda pintada, violáceas las nervaduras y blancos los fondos, al igual que la de enfrente. Ésta, en el muro sur, tiene la cruz de Malta en la clave, pues alberga la tumba de un comendador sanjuanista enterrado en 1586. Todavía cuelga una lámpara junto al sepulcro para cumplir una de las obligaciones para con el muerto que se dejaban en el testamento: darle luz en el tránsito al más allá.

 

La capilla la preside Cristo con un niño, recordándonos el pasaje del Nuevo Testamento: dejad que los niños se acerquen a mí, flanqueado por dos santas mártires, la de la izquierda es santa Águeda. El sepulcro esta finamente tallado, influenciado claramente por el plateresco. Presenta al comendador yacente, vestido de militar y con barba, sobre almohada y con león echado a los pies, símbolo de nobleza. El sepulcro se encajona en el arcosolio por lo que sólo presenta una cara labrada con tres escudos, el central está vacío y los laterales se repiten con dos cuarteles: un ave y tres espadas en cada uno. Separa la capilla una verja de hierro bien repujado.

 

La siguiente capilla está dedicada a la Virgen del Pilar, aunque también recoge una imagen de la de Lourdes y una estampa antigua de La Bella.

 

A los pies está la del Santo Cristo, también gótica. Uno de los dos crucifijos que se veneran en los extremos de la iglesia, debe representar al que los PP. Paúles dejaron en La Bella y que les acompañaba en sus misiones. Esta capilla también tiene rejado de forja. En un rincón a la derecha está la fuente bautismal de moderna factura.

 

El coro tiene nuevo acceso de escalera de caracol en forja. Detrás de él está la escalera a la torre y un cuarto donde se guarda un viejo confesionario y un arcón sin labras, además de otros objetos religiosos.

 

La bóveda es de nervadura muy sencilla, también pintada de violeta y blanco. Una de las claves presenta la efigie de un Papa, quizá el que la declaró iglesia colegial. En tal caso sería Pío IV.

 

En el muro norte, a los pies, se abrió en pleno barroco una preciosa capilla de cúpula bien iluminada por ventanas. Al interior presenta ocho series de gajos doblados pintados en ocre sobre fondo blanco. En las pechinas se representan en bajorrelieve los cuatro evangelistas con sus atributos. La capilla se dedica al santo de los pequeños y cotidianos milagros, además de procurador de novio para las mozas solteras: san Antonio de Padua.

 

La entrada a la capilla, en el tímpano, se dedica a san Miguel Arcángel representado en altorrelieve en el centro, vestido de guerrero, pisando a un diablo bestial pintado de rojo. Todo sobre un fondo que imita la cola de un pavo real. Adornos vegetales y dos angelitos regordetes con caras de cuarentones, y que deben retratar a los que pagaron la obra, completan esta interesante capilla. Interesante porque representa un momento del barroco popular muy bien expresado mediante el trabajo escultórico, complementado con una policromía poco frecuente en los ambientes rurales.

 

La iglesia está recién restaurada y su interior, que sólo se usa en acontecimientos puntuales, está muy bien cuidado. Convendría dotarla de alguna iluminación especial que resaltara los detalles de mayor interés: bóveda absidial, nervaduras de las capillas góticas, sepulcro plateresco del comendador y la antecapilla de San Antonio, combinando la luz artificial con la natural del fondo. Todo esto pensando en que debe ser ofrecida al turismo, dada la importancia que tiene tanto el interior como la torre.

 

Al norte, iniciando la ladera septentrional del Monte del Castillo, está instalado el moderno cementerio. Ante la fachada meridional quedan restos en el suelo de posibles tumbas de bañera, necrópolis que se ve ocupada casi en su totalidad por la ampliación de las capillas. El resto del espacio se dedicó a cementerio hasta que hace unos años se construyó el nuevo. Consta por la documentación, que la gente principal se hizo enterrar en el interior de la iglesia. Protocolos del A.H.P.

 

Aparte del retablo, todas las imágenes fueron quemadas para la guerra, el sepulcro, con el cuerpo momificado según comentaron testigos presenciales, fue violentado.

 

La supresión del grado de colegial en 1850, estuvo provocada por el intento de abolición del obispado barbastrense cuya catedral estuvo unos años como iglesia colegial. Barbastro recuperó el obispado pero Castejón se quedó sin colegiata.

 

Capilla del Ayuntamiento

 

Dada la lejanía de la iglesia de los barrios más bajos y la escasa demografía, se decidió hacer una capilla más cálida y recogida en la céntrica plaza. El altar y el fondo están dorados. A los lados del sagrario se disponen, como en la parroquial, el Sagrado Corazón y la Virgen. Fuera quedan una imagen de santa mártir y un altar para la venerada imagen de La Bella, con el niño y vestida de blanco satén.

 

La capilla está muy bien cuidada e iluminada, dando sensación de pulcritud.

 

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