Aprovechamiento de las plantas Silvestres en el Río Martín Fernando Gabarrús |
7.-USOS ENERGÉTICOS. Combustible para hornos. o Yeso, cal, tejas. El yeso se extrae del mineral de yeso, llamado aljez. Deshidratado por la acción del fuego y molido, tiene la propiedad de endurecerse rápidamente cuando se amasa con agua. Entre albañiles y yesaires se emplea el más fino y blanco para el enlucido exterior de los tabiques, muros y techos de las habitaciones (lavar la pared) y ése o el gris (grillo) mezclado con piedras para hacer tabiques con cañizos enlucidos con yeso o, más anchos, con yeso y piedras. El yeso bizcocho (cocido dos veces), por su característica dureza, se ha usado para realizar trujales para el vino y suelos de casas. La leña era y es el combustible tradicional necesario para cargar los hornos de pan., de las tejerías, yeserías, alfares...Esta leña se recogía en el monte comunal y el trabajo los desarrollaban profesionales llamados poyeros. Durante épocas de represión como la posguerra española con la dictadura de Franco, se empleo este oficio para castigar a las personas consideradas enemigas del régimen y en muchas ocasiones después de sufrir el castigo de campos de concentración, la cárcel o los campos de trabajo, cuando regresaban a sus localidades de origen era el único trabajo que les dejaban realizar y con condiciones de alejamiento durísimas para que la actividad resultase más penosa. También se emplean como leña carrasquizos (ramas de carrasca), aliagas, jamientos de las viñas, restos que quedan de podar los frutales, algún chopo... Esta materia prima adquiere un importante valor económico y ecológico sobre todo si se tiene en cuenta las grandes masas forestales del ámbito geográfico de actuación, así como su importancia para la prevención de incendios. Si el monte común se limpia y poda adecuadamente podemos conseguir recursos de biomasa importantísimos para la industria y el consumo doméstico. o Pan-cocer. La leña es el combustible tradicional para calentarse y para cocinar. Para cualquier familia, la leña era una necesidad básica, sobre todo en invierno. Pensemos que en las localidades pequeñas la unidad familiar elaboraba el pan cada quince días y debía proveerse de leña para tal fin. Los poyeros. En los pueblos de mayor tamaño, como Albalate, Montalbán, el homero contrataba a personas para que le suministraran la leña necesaria para encender y mantener el horno de pan. Se les llamaba poyeros y recibían un sueldo en forma de pan por mantener la poya. Según testimonio de varios poyeros sabemos que debían cortar, atar y trasladar 20 fajos de leña, 16 para que el horno adquiriera la temperatura adecuada y 4 para la cocción del mismo En pueblos pequeños como Peñarroyas todo el pueblo realizaba su turno de esta tarea.
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