Estas fábulas, historias y romances se contaba junto con otros juegos de palabras, cuentos, etc., en diversas ocasiones, siendo el crudo invierno, delante del fuego, una situación muy habitual en que todas estas historias pasaban de generación en generación.

171.- "La mañana de San Juan al punto que raya el alba,

hacen la fiesta los moros en la ciudad de Granada.

Una hija de unos reyes muy deprisa se vestía, muy deprisa se calzaba.

Coge ya su cantarito y va a por la bendición del agua,

La bendición yo te doy y también vas a ser casada

y te vas a casar con el principal de España.

Vas a tener tres hijos: El uno rey de Toledo, el otro rey de Granada

y el más pequeño de todos a gobernar España

y luego te has de meter monjita de Santa Clara."

EL HIJO QUE MURIÓ LE HABLA A SU MADRE

172.- "Madre de mi corazón                             Del cielo en los resplandores

enjuga tu acerbo llanto                                         mi azul pupila se llena

da treguas a tu quebranto                                   y yo no tengo otra pena

interrumpe tu oración.                                        que pensar en tus dolores.

¿Quieres saber por qué lloras?                         Mis hermanos no me ven

Con dichas y evitas graves                                pero en un rayo de luna

porque mis dichas no sabes                              todas noches a su cuna

porque mi destino ignoras                                  bajo a besarles también.

¿Quieres que de tu ansiedad                           Y cuando despierta el día

te explique la lucha impía?                                te llevan ellos a ti

Tú no sabes madre mía                                    el beso que yo les di

toda mi felicidad.                                               por la noche madre mía."

173.- "Amigo mío dime la una, la una te diré, pero amigo tuyo jamás lo seré. Una, la Virgen pura que parió pura en Belén y quedó pura por siempre jamás, amén.

Amigo mío dime las dos, las dos te diré, pero amigo tuyo jamás lo seré. Dos, las dos tablicas de Moisés. Una, la Virgen pura que parió pura en Belén y quedó pura por siempre jamás, amén.

Amigo mío dime las tres, las tres te diré, pero amigo tuyo jamás lo seré. Tres, las tres personas distintas, dos las dos tablicas de Moisés, una la Virgen pura que parió pura en Belén y quedó pura por siempre jamás, amén.

Amigo mío dime las cuatro, las cuatro te diré, pero amigo tuyo jamás lo seré. Cuatro, los cuatro evangelistas, tres, las tres personas distintas, dos las dos tablicas de Moisés, una la Virgen pura que parió pura en Belén y quedó pura por siempre jamás, amén.

Amigo mío dime las cinco, las cinco te diré, pero amigo tuyo jamás lo seré. Cinco, las cinco llagas, cuatro, los cuatro evangelistas, tres, las tres personas distintas, dos las dos tablicas de Moisés, una la Virgen pura que parió pura en Belén y quedó pura por siempre jamás, amén.

Amigo mío dime las seis, las seis te diré, pero amigo tuyo jamás lo seré Seis, las seis candelarias, cinco, las cinco llagas, cuatro, los cuatro evangelistas, tres, las tres personas distintas, dos las dos tablicas de Moisés, una la Virgen pura que parió pura en Belén y quedó pura por siempre jamás, amén.

Amigo mío dime las siete, las siete te diré, pero amigo tuyo jamás lo seré. Siete, los siete cielos, seis, las seis candelarias, cinco, las cinco llagas, cuatro, los cuatro evangelistas, tres, las tres personas distintas, dos las dos tablicas de Moisés, una la Virgen pura que parió pura en Belén y quedó pura por siempre jamás, amén.

Amigo mío dime las ocho, las ocho te diré, pero amigo tuyo jamás lo seré. Ocho, los ocho coros, siete, los siete cielos, seis, las seis candelarias, cinco, las cinco llagas, cuatro, los cuatro evangelistas, tres, las tres personas distintas, dos las dos tablicas de Moisés, una la Virgen pura que parió pura en Belén y quedó pura por siempre jamás, amén.

Amigo mío dime las nueve, las nueve te diré, pero amigo tuyo jamás lo seré. Nueve, los nueve gozos, ocho, los ocho coros, siete, los siete cielos, seis, las seis candelarias, cinco, las cinco llagas, cuatro, los cuatro evangelistas, tres, las tres personas distintas, dos las dos tablicas de Moisés, una la Virgen pura que parió pura en Belén y quedó pura por siempre jamás, amén.

Amigo mío dime las diez, las diez te diré, pero amigo tuyo jamás lo seré. Diez, los diez mandamientos, nueve, los nueve gozos, ocho, los ocho coros, siete, los siete cielos, seis, las seis candelarias, cinco, las cinco llagas, cuatro, los cuatro evangelistas, tres, las tres personas distintas, dos las dos tablicas de Moisés, una la Virgen pura que parió pura en Belén y quedó pura por siempre jamás, amén.

Amigo mío dime las once, las once te diré, pero amigo tuyo jamás lo seré. Once, las once mil Vírgenes, diez, los diez mandamientos, nueve, los nueve gozos, ocho, los ocho coros, siete, los siete cielos, seis, las seis candelarias, cinco, las cinco llagas, cuatro, los cuatro evangelistas, tres, las tres personas distintas, dos las dos tablicas de Moisés, una la Virgen pura que parió pura en Belén y quedó pura por siempre jamás, amén.

Amigo mío dime las doce, las doce te diré, pero amigo tuyo jamás lo seré. Doce, los doce apóstoles, once, las once mil Vírgenes, diez, los diez mandamientos, nueve, los nueve gozos, ocho, los ocho coros, siete, los siete cielos, seis, las seis candelarias, cinco, las cinco llagas, cuatro, los cuatro evangelistas, tres, las tres personas distintas, dos las dos tablicas de Moisés, una la Virgen pura que parió pura en Belén y quedó pura por siempre jamás, amén." 

174.- "Gerinaldo fue a cazar                              No me puedo detener

por los montes que solía                                        que el Dios del cielo me envía

los galgos se le cansaban                                    que te arroje a los infiernos

de subir cuestas arriba.                                        a los más hondos que había.

Ya se encontró con un hombre                            Para dormir te darán

lleno de melancolía,                                              una cama muy tullida

le dijo si había Dios                                             de cuchillos y navajas

y dijo que Dios no había.                                     con las puntas por arriba.

Sí hombre, sí que hay Dios                                 Para comer te darán

y también Santa María,                                       una culebra cocida

lo mismo te puede dar la muerte                       y eso le pasó a aquel hombre

que te puede dar la vida                                     por decir que Dios no había."

Al otro día mañana

la muerte a su casa iba

detente muerte rabiosa,

detente siquiera un día.

175.- "Condonoso continente

cruzaba un borracho en teco

cierta calle cuando el eco

respondió a su voz potente.

-¡Tente!

-¿Tente? -El borracho exclamó parándose- ¿Quién lo manda?

¿Por esa calle quién anda que mis palabras oyó?

-¡Yo!

-¿Yo? ¿Y qué quieres a estas horas chafarino?

¿Acaso para que acelere el paso con algún recio sabino?

-¡Vino!

-¿Vino dices? Pues te falto con ir cuando tú me llamas o por ventura te escamas te cause algún sobresalto?

-¡Salto!

-¿Saltas aquí? Bien, me siento. Sentado espero cumplido pero una cosa te pido. ¿Cuántos tragos me consiento?

-¡Ciento!

-¿Ciento dices? Virgen soberana –dijo. Se durmió al instante y roncando, un vigilante se lo encontró a la mañana."

Este texto era recitado por un chico del pueblo en una de las obras de teatro que , dirigidos por el cura Mosén Jacinto, realizaban para recaudar dinero y comprar imágenes para la iglesia, como la Purísima, San José, etc.

176.- "Entre el buen comer y el mal comer tres veces hay que beber:

Si va bueno el trato, cuatro.

Si el amo es bonito, cinco.

Si el ama es morena, media docena.

Si es casera, de cura y con bonete, siete.

Si las uvas dan buenos pampanares, cuatro pares.

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Estos diez mandamientos se encierran en dos:

Abrir el pito de la bota y beber por el bocal."

177.- "Este es el sermón del padre guardián, que quiso ser santo y Dios no lo quiso:

¿Por qué?, porque puso sus manos en una doncella: Y ¿dónde las puso?

En la frente, frente reluciente, cabeza calavera coqui.

Este es el sermón del padre guardián, que quiso ser santo y Dios no lo quiso:

¿Por qué? Porque puso sus manos en una doncella: Y ¿dónde las puso?

En los ojos, ojos miravales, frente reluciente, cabeza calavera coqui.

Este es el sermón del padre guardián, que quiso ser santo y Dios no lo quiso:

¿Por qué? Porque puso sus manos en una doncella: Y ¿dónde las puso?

En la nariz, narices narigales, ojos miravales, frente reluciente, cabeza calavera coqui.

Este es el sermón del padre guardián, que quiso ser santo y Dios no lo quiso:

¿Por qué?, porque puso sus manos en una doncella: Y ¿dónde las puso?

En los dientes, dientes brillantes, narices narigales, ojos miravales, frente reluciente, cabeza calavera coqui.

Este es el sermón del padre guardián, que quiso ser santo y Dios no lo quiso:

¿Por qué?, porque puso sus manos en una doncella: Y ¿dónde las puso?

En la barbilla, barbilla que pinga la boquilla, dientes brillantes, narices narigales, ojos miravales, frente reluciente, cabeza calavera coqui.

Este es el sermón del padre guardián, que quiso ser santo y Dios no lo quiso:

¿Por qué?, porque puso sus manos en una doncella: Y ¿dónde las puso?

En las tetas, tetas margaretas, barbilla que pinga la boquilla, dientes brillantes, narices narigales, ojos miravales, frente reluciente, cabeza calavera coqui.

Este es el sermón del padre guardián, que quiso ser santo y Dios no lo quiso:

¿Por qué?, porque puso sus manos en una doncella: Y ¿dónde las puso?

En el ombligo, ombligo mojón de medio mundo, tetas margaretas, barbilla que pinga la boquilla, dientes brillantes, narices narigales, ojos miravales, frente reluciente, cabeza calavera coqui.

Este es el sermón del padre guardián, que quiso ser santo y Dios no lo quiso:

¿Por qué?, porque puso sus manos en una doncella: Y ¿dónde las puso?

En el papus, que se traga a los hombres gordos y salen flacos, ombligo mojón de medio mundo, tetas margaretas, barbilla que pinga la boquilla, dientes brillantes, narices narigales, ojos miravales, frente reluciente, cabeza calavera coqui."

179.- "Carlos joven de buen talle pero con un ojo tuerto al pasar por una calle se encontró un borrico muerto. Accidente tan casual llamó tanto su atención que después de examinarlo de la cola hasta los lomos dijo al tiempo de llevarlo: ¡Don Dateo, don Dateo, adivino lo que veo!"