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Fondo documental de "SOMERONDÓN".   Asociación Universitaria Aragonesa de Folclore Aragones   

SAN JUAN DE PLAN

Indumentaria

Asf0173.jpg (16288 bytes)        Asf0148.jpg (14697 bytes)

Fotografía antigua de mujeres                                                             Falda                             

 

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Justillo                                                                                       Justillo

 

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                Espalda de justillo                                                         Detalle de hombrera de justillo

 

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                  Justillo                                                                              Delantal

 

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Pañuelo de lana                                                                     Detalle de delantal        

 

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                       Manguito                                                             Enagua de punto

 

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Pañuelos de seda

 

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Enagua                                                                        Mantón de merino

 

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Collar y pendientes                                                                   Collar          

 

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Broches                                                                          Sofocantes            

 

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Juego de sofocante y pendientes                                                      Pendientes                     

 

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Juego de sofocante y pendientes                                                      Pendientes       

 

DIBUJOS    

 

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Memoria:


Texto:

La investigación llevada a cabo en el valle de Gistaín (Huesca), se enmarca dentro del proyecto que sobre indumentaria tradicional está realizando el grupo Somerondón en distintas comarcas de las tres provincias aragonesas, con el objeto fundamental de aclarar las dudas que el grupo tiene sobre la naturaleza de los tejidos empleados en la confección de los distintos trajes propios de cada una de las zonas. Este proyecto ha sido parcialmente subvencionado por el Ayuntamiento de Zaragoza.
A pesar de que la reproducción del vestuario del Valle de Gistaín existente en el grupo es bastante fidedigna, esencialmente en lo que se refiere a los distintos elementos que componen los trajes, se ha recogido información que permite corregir algunos detalles que desconocíamos, principalmente en el traje femenino.
La investigación se realizó en primer lugar sobre material bibliográfico para a continuación desplazarnos al Valle de Gistaín para intentar ver en el lugar la mayor cantidad de ropa posible. Queremos agradecer la colaboración prestada por Dña. Josefina Loste, alcaldesa de la localidad de San Juan de Plán, que nos facilitó el acceso al Museo de dicha localidad donde se ha recogido una importante muestra del vestuario del valle, así como gran cantidad de información oral y el libre acceso al vestuario de su propiedad.
Tenemos que señalar que la investigación se limitó en gran medida a San Juan de Plán, ya que en el resto del valle el acceso tanto a las gentes como al vestuario fue bastante dificultoso. La principal dificultad vino dada por la escasez de vestuario conservado, ya que la mayor parte del valle fue arrasado durante la Guerra Civil, pudiéndose salvar escasas prendas; a ello hay que añadir la no presencia en el valle de algunas personas propietarias de ropa antiuga en los momentos en que estuvimos investigando como es el caso de Dña. Angelita Pañart de Gistaín, que pasa todos los inviernos en Barbastro. Aún así, se recogió la mayor cantidad posible de información oral en distintas localidades del valle, observando que respondían en todos los casos con toda fidelidad a lo obtenido en San Juan de Plan.
Del vestuario al que tuvimos acceso, el de hombre es el que peor se ha conservado, siendo en su mayor parte (excepto prendas sueltas como alguna capa, sombreros, etc.) reproducciones modernas, mientras que en el de la mujer si han perdurado mayor número de prendas antiguas.

Investigación de campo: el traje gistavino de mujer se compone de camisa, enaguas o refajos como ropa interior, encima de los refajos llevan la falda y encima de esto el delantal; encima de la camisa llevan justillo y sobre este un pañuelo o mantoncillo sobre los hombros. Otros elementos que complementan la vestimenta son el pañuelo a la cabeza, las joyas, cintas al cuello y cintura, así como las medias o el calzado.

Camisa: al igual que las de los hombres están confeccionadas parte en cáñamo y parte en hilo; en cáñamo se realizan todas las partes que quedan ocultas bajo otras prendas exteriores, y en hilo las mangas y la zona superior desde la altura aproximada del pecho, (como se ve en la fotografía). La camisa de esta fotografía por su longitud, hacía a la vez la función de refajo; también se hacían camisas cortas, hasta la altura de la cintura.

Refajos, sayas, enaguas: Las sayas y enaguas suelen ser de telas finas para el veranos, tanto de colores distintos como de un mismo color, o bien blancas de cotón con puntillas de encaje de bolillos. Los refajos eran más recios, generalmente de lana del país, de grosor variable. En invierno se utilizaban las faldas de verano como refajos, poniéndose encima faldas de invierno de estameña; también las faldas viejas eran utilizadas como refajos. En el museo de San Juán de Plán, en uno de los trajes de invierno, hay un refajo de "francesilla", especie de algodón grueso, cuyo nombre indica que el género se había comprado en Francia. Otro maniquí (ver fotografía) lleva un refajo recto hecho de punto con lana, de distintos colores.

Justillo: El justillo que lleva la mujer en el valle de Gistaín se caracteriza por la abertura delantera que permite abrocharlo mediante un cordón, que desde la cintura se va pasando alternativamente por ojales abiertos a ambos lados, hasta la altura del pecho, quedando ceñido en la cintura y más abierto en la zona más alta, dejando una abertura en forma de triángulo invertido. El cordón para abrochar el justillo lleva en un extremo un vástago de alambre enrroscado que facilita el paso por los ojales así como la sujección final mediante un lazo. La forma de introducir el cordón por los ojales es siempre desde el interior.

Todos los justillos que hemos visto son negros, tanto los de verano como los de invierno, aunque no sean de los mismos tejidos.

DIBUJO EN IMÁGEN Nº 1

Los justillos de verano son de paño fino; no tienen mangas y están decorados con adornos de hilo en colores variados. Ver fotografías que muestran dos modelos del Museo de San Juán de Plán. En estas tres fotografías se puede apreciar la complejidad de los adornos de estos justillos. El segundo de ellos destaca por su confección, en la que se emplearon ballenas para facilitar el ajuste a la cintura, así como por los remates realizados mediante una tira de piel de vaca; tampoco es muy usual el hecho de unir la parte delantera con la trasera en la zona de los hombros, que en este caso están sueltas, meidnate un broche, como se aprecia en la fotografía.
Los justillos de invierno son de manga larga, también negros, pero lisos, sin ningún tipo de adorno o bordado. Suelen ser o bien de estameña o de terciopelo. Todos llevan los puños doblados, de terciopelo, incluso si son de estameña.

DIBUJO EN IMÁGEN Nº 2


Faldas: Las faldas se confeccionaban en diversos tejidos, tanto realizados en el valle, como la estameña, lanilla, hilo, etc., como en telas que eran compradas fuera; estas últimas telas vienen llamadas con nombres que indican su procedencia, como la "francesilla" o la "sevillana", o bien señalan alguna característica de su naturaleza, como el "brocatel", que simplemente es cualquier tela brocada. Estas telas se utilizaban tanto para las faldas como para los delantales.

Las faldas de veranos se realizaban en telas medianamente finas, de animado colorido o bien de un color uniforme pero vivo. En el Museo vimos una de rayas negras, azules, royas y claras (fotografía), con un adorno en la zona inferior de la misma tela, de pespuntes, con cinta terminal. Otra falda de verano es de brocatel negro. Estas faldas están plisadas hacia un lado, es decir, con todos los pliegues en la misma dirección todo alrededor de la falda; son pliegues de unos 3 - 4 mm. A la vista. Suelen llevar la cinturilla decorada con un motivo ondulante a base de punto de cadeneta o pespuntes (fotografía).
Las faldas de invierno son de telas más gruesas, siendo la estameña el tejido más utilizado. Dos faldas de invierno pudimos ver y ambas eran de estameña roja con adornos aplicados de terciopelo negro. Una de ellas se encontraba en el Museo y lleva una tira de terciopelo negro en forma de óvalos sucesivos, a media altura y como remate otra tira también de terciopelo negro con un motivo de picos o triángulos unidos por la base. Esta falda está plisada pero dejando la zona central delantera lisa, a modo de pala; por detrás está también plisada y lleva una cruceta ancha por encima de los pliegues para que no se desagan. Se anuda en el lateral izquierdo. (ver dibujo).

DIBUJO EN IMÁGEN Nº 3


La segunda falda pertenece a una vecina del pueblo, y lleva aplicada en la zona baja una tira de terciopelo con el motivo a base de tréboles o picas de una baraja francesa unidos.
Otra falda a la que tuvimos acceso está confeccionada en franela negra con motivos de líneas moradas que se entrecruzan ; pertenece a Dña. Josefina Loste.

Delantales: Al igual que las faldas son de las telas más variadas tanto en calidad como en colorido. Generalmente son telas finas, igual para el verano como para el invierno, siendo los más elegante de brocatel o algodón, y los más corrientes de estameña.
Suelen llevar una pieza en la cintura que en la parte delantera tiende a tener forma apuntada. La mayoría de ellos llevan un pequeño bolsillo. Se adornan con distintos motivos a base de bordados de cadeneta en hilos de colores.
En uno de los trajes de verano vimos un delantal marrón (ver dibujo en la página siguiente) con el bolsillo y la pieza delantera de la cintura en tela azul superpuestas. En otro traje también de verano se encontraba un delantal negro (ver dibujo de páginas siguientes) con los adornos en rojo.
Al traje de invierno corresponde el delantal de estameña que hemos dibujado en esta misma página (fotografía).


DIBUJO EN IMÁGEN Nº 4

DIBUJO EN IMÁGEN Nº 5

DIBUJO EN IMÁGEN Nº 6

Mantones: Las gistavinas llevaban sobre los hombros pequeños mantones que colgaban hasta la cintura aproximadamente, o bien pañuelos relativamente grandes como mantones.
Los mantones de uso diario son de merino o lanilla en invierno, y más finos para el verano como pueden ser de hilo. Son todos comprados en Francia o zonas de España alejadas del valle. También hay mantones de lana o punto, una especie de mateletas, que tampoco se hacían en el valle, sino que se compraban fuera. Estas últimas parece que son modernas y se comenzaron a utilizar a partir de no encontrar fácilmente los mantones de merino.
En verano los mantones suelen ser de seda o raso.
Para evitar que estos mantones se ensuciaran o estropearan por el roce o el sudor, se colocaban debajo de él un pañuelo blanco de gasa que sobresalía ligeramente por el cuello, pero que no se veía por la parte inferior.
El mantón se sujetaba en la parte delantera, introduciendo las puntas dentro del justillo, dejando ver la forma de atarse el justillo mediante el cordón, y luego con un broche.
Algunos de estos mantones pueden verse en las fotografías.

Pañuelos de cabeza: Los pañuelos de cabeza se los sujetan las mujeres de Gistaín echando las puntas hacia atrás y cruzándolas en la nuca, debajo del moño, llevándolas luego hacia la frente para atarlas en la parte superior de la cabeza en el lado izquierdo con un doble nudo dejando las puntas sueltas; por la parte trasera el pañuelo queda suelto sobre la espalda.
Esta forma de atar el pañuelo no es la única según nos dijeron, así por ejemplo, en verano cuando hace mucho sol se hacían con el pañuelo una especie de visera que les protegiera los ojos; y en invierno , para el frío, se cruzaban los extremos del pañuelo en el cuello como se ve en la fotografía.
No parece ser cierto lo que dice Violant i Simorra sobre la diferenciación entre solteras y casadas al llevar estas últimas dos pañuelos y las primeras solamente uno. El motivo de que algunas mujeres, normalmente de avanzada edad, se pusieran un pañuelo atado bajo la barbilla sobre el pañuelo normal que llevan todas, es simplemente para obtener una mayor protección del frío, sin que ello marque ninguna condición de matrimonio o soltería.
El pañuelo de la fotografía se utiliza para la cabeza.

Cintas: Como elemento de adorno, para los bailes y las fiestas, las gistavinas se colocan una sola cinta en la cintura y otra en el cuello. Las hay tanto lisas como a rayas o cuadrados. En las fotografías del traje de verano se pueden ver la cinta de la cintura, de color azul celeste.

Medias: Al igual que el hombre, las medias son oscuras, la mayoría de las veces negras, de lana teñida. Las medias blancas únicamente las llevan las "madamas" para el Carnaval, y son de algodón.

Calzado: Las mujeres usan abarcas de piel de vaca, alpargatas y zuecos, al igual que los hombres. Los zapatos se utilizan para las fiestas o ceremonias religiosas; se atan con cintas negras. Nunca llevan zapatos para bailar.

Traje de ir a misa: La mujer del valle de Gistaín para ir a la iglesia se vestía toda de negro; los elementos que componen este traje son los mismos que los del traje de diario pero en color negro y nuevos; lo que cambia es el mantón, que suele ser de seda y de mayor tamaño; la cabeza se la cubrían con una toca también negra que les caía sobre los hombros. Las joyas son también negras. (ver fotografías en ficha de joyas) Este traje es obligatorio para todas las mujeres casadas.

Traje de novia: El traje de la novia del valle viene a ser el que se utiliza para ir a la iglesia, es decir negro y con toquilla, pero con algunos elementos que cambian para esta ceremonia en concreto; estos variantes o peculiaridades son los siguientes:
· El mantón no es negro, sino que tiene que ser de tonos claros, color blanco o crema, y forzosamente debe llevar algún detalle en color morado, que solía ser algún bordado o alguna pequeña flor. A ser posible estos mantones son de seda.
· La enagua es de rayas blancas y negras, lo que marca el paso de la soltería al matrimonio, ya que las solteras llevan las enaguas blancas y por otro lado las casadas se deben vestir de negro al ir a la iglesia; la enagua de la novia participa de ambos colores, ya que se encuentra en el tránsito de un estado al otro.
· Debajo de la toquilla negra lleva otra brocada que se sujeta en la parte superior de la cabeza; la novia se peina con un moño que no se sitúa en la parte posterior de la cabeza, sino en la parte superior, en el centro; en ese moño se sujeta la toquilla brocada.
· Las joyas deben ser obligatoriamente de azabache, y no de coral, lo mismo los pendientes como el collar o gargantilla. Como no todas podían disponer de estas joyas, se prestaban de unas casa a otras para esta ocasión, al igual que el mantón.

(Ver fotografías en ficha de joyas)

Observaciones:

Las ímagenes de la memoria en fichas de indumentaria.

Informantes:

Dolores Pañart, Casa Videllé. Bielsa (Huesca)
Angelita Pañart, Gistaín. Huesca (Tiene ropa antigua en invierno vive en Barbastro).
Josefina Loste, San Juan de Plan (Huesca), tiene una fonda en la plaza.
José Mª Escalona. Lafortunada (Huesca) Es el maestro, esta realizando archivo fotográfico.
Isabel Riazuelo. Huesca,  (ha realizado un libro de bailes del Pirineo).

Investigadores:

Carmen Aguarod, Fernando Maneros.

Fecha de la investigación: 09/01/1989  Autor de la Ficha:  Sonia Mª Alvira Labarta

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