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Fondo documental de "SOMERONDÓN".   Asociación Universitaria Aragonesa de Folclore Aragones   

BIELSA

Indumentaria

 

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                    Pañuelo de seda                                                                    Mantón de seda

 

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Pañuelo de seda                                                                          Plisado de falda           

 

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                           Plisado de falda                                                                 Falda plisada   

 

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                                  Delantal                                                            Camisa de cáñamo de hombe

 

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Camisa de cáñamo de hombre                                                   Chambra blusón de hombre

 

Memoria:


Texto:

El siguiente informe sobre la indumentarias tradicional de la localidad de Bielsa, más que ser un estudio detallado de cada una de las prendas, tiene la finalidad de obtener las posibles diferencias con la indumentaria del vecino Valle de Gistaín, la gran semejanza de los trajes de ambos valles.
La investigación de campo se realizó en las mismas fechas en que visitamos el Valle de Gistaín, es decir, en enero de 198.
Agradecemos al personal del Ayuntamiento de Bielsa las facilidades que nos dieron para poder acceder tanto al Museo Etnológico como a la colección de fotografías que sobre esta localidad realizó Ricardo Compairé y que está recogida en las dependencias municipales.
Especialmente damos las gracias a Dña. ª Dolores Panart, de Casa Vidallé, en Bielsa, que nos mostró las prendas que guarda y que prácticamente son las únicas que en el pueblo se conservan de cierta antigüedad, dado que todo el valle fue arrasado en la Guerra civil, teniendo que marchar la población a Francia, salvando de la destrucción únicamente lo que pudieron llevar consigo. Por esta causa, la ropa que actualmente lucen los habitantes de Bielsa, así como la que se guarda en el Museo, son de moderna confección.
Dado que la indumentaria de Bielsa y la del Valle de Gistaín es prácticamente idéntica, como ya se ha dicho anteriormente, no vamos a realizar una detallada descripción de las prendas que pudimos ver en el Museo; si lo vamos a hacer con las prendas de Dña. Dolores Pañart dad su antigüedad para pasar posteriormente a enumerar las peculiaridades del traje de Bielsa, o lo que es lo mismo las diferencias existentes respecto al traje de Gistaín.

Las prendas que nos mostró Dña. Dolores Pañart fueron las siguientes:

Falda de merino en color morado, en perfecto estado de conservación; es plisada, con pliegues aproximadamente de 1,5 cm. A la vista en la parte delantera tiene una pala de unos 5 o 6 cm. Y desde la cual parten los pliegues hacia ambos lados de la cintura, convergiendo en el centro de la parte trasera (ver fotografías).
Según nos dijo Dña. Dolores, también había faldas de lana más recias; el merino, que es más fino, se empleaba para confeccionar las faldas de fiesta. Las faldas más finas solían ser de color morado y de tonos mostaza; también las había de cuadros.
El refajo o la saya que llevaban debajo de la falda era de lana de la zona o bien de estameña.
El delantal que llevaban encima de la falda casi siempre era negro y con funces.

Mantón de seda de tono fucsia (ver fotografía); se llevaba doblado de forma que no bajara en la espalda más allá de la cintura. Los mantones o mantoncillos de fiesta eran de gró o de seda de distintos colores. Los de diario eran de lana. Debajo de los mantoncillos llevaban un pañuelo blanco de gasa cuyas puntillas asomaban del mantón.

Pañuelo de cabeza de seda, con dibujos florales y de fondo rojo con cuadros negros (ver fotografía)

Juego de pendientes y broche del tipo denominado "de bellota".

En lo que se refiere a las peculiaridades en la indumentaria de Bielsa respecto a la del Valle de Gistaín, podemos señalar las siguientes:

La indumentaria masculina es prácticamente igual en ambos valles, únicamente se diferencia en la forma en que se atan el cachirulo a la cabeza. Si en el Valle de Gistaín la forma más extendida es hacerlo en la parte alta de la frente, en Bielsa lo hacen de formas diferentes: una de ellas consiste en atarlo con un nudo en un lateral pero dejando las puntas colgando, y la otra en sujetar el pañuelo sin nudo, como si fuera un banda e introduciendo los extremos hacia dentro, para que quede lo más plano posible. Ambas modalidades están reflejadas en las fotografías de Ricardo Compairé, pero es la primera modalidad la que ha perdurado, y de esa forma llevan actualmente los belsetanos el pañuelo a la cabeza. Aparte de estas dos formas peculiares, también se atan el cachirulo con un nudo y las puntas recogidas, como es usual en el resto de Aragón.

En la vestimenta femenina se aprecian mayor número de peculiaridades; una de ellas es el uso generalizado de los zapatos, si no para uso diario, si para los bailes, además de fiestas, ceremonias, etc.

La bibliografía que hemos podido localizar ha sido bastante escasa, y en la mayor parte únicamente se hace enumeración de las distintas prendas que componen el traje del valle, haciendo poca o ninguna referencia a los tejidos empleados en su confección. En el desarrollo del informe se hace referencia de los textos que recogen la información más, o detallada, y al final del mismo se hace un listado de aquellas obras en las que hemos, recogido alguna mención sobre el vestuario del valle de Gistaín.

INDUMENTARIA MASCULINA:

Unicamente hemos localizado dos fuentes bibliográficas en las que además de realizar la enumeración de prendas que viste el hombre, también se hace alguna referencia a los tejidos empleados en su confección.

Ricardo del Arco en su obra "Costumbres y trajes de los Pirineos", nos facilita la siguiente información:

"Traje de varón: El de diario consiste en el calzón, el ajustador (chaleco), la faja, las calcillas y los piales. En invierno todo de lana; en verano de algodón. Aquella, trabajada en el país; este comprado. Color azul.
Sobre el traje, la bufanda. En la cabeza el pañuelo o cacherulo; llevan poco el sombrero. Calzan abarcas. Los calzoncillos son de tela delgada, y la camisa de cáñamo casera.
El traje de fiesta, es más nuevo que el de diario. Para ir a la iglesia se ponen chaqueta de lana negra. Para la boda, capote de lana, pañuelo, sombrero y zapato. El de entierro es igual al de la boda, con las únicas diferencias que el pañuelo es negro y el sombrero con el ala vuelta hacia abajo.
No hay variantes .
Los niños llevan bata (savo) de cuti por abajo y de lana el resto; gorra casera y zapato o alpargata. Para el bautizo van envueltos en mantones grandes y llevan cruces y medallas."

Por su parte, Ramón Violant y Simorra, en su libro sobre el Pirineo español, realiza un análisis más detallado de la vestimenta del valle, de donde hemos entresacado los siguientes datos, siendo esta información más difusa dependiendo de la prenda que trate, ya que en ocasiones da únicamente información generalizada para todo el Pirineo, sin detenerse en particularidades de los valles:

· Calzones y pantalones negros de lana del país, así como de pana negra, estameña y paño burdo del país; la pana también puede ser azul o verde oscuro.

· Faja blanca o negra, alternando con la encarnada y azul en Gistaín.

· Chaleco de la misma tela que le calzón.

· Chaqueta de paño negro u otros colores oscuros, llamándose "chupa".

· Sombrero de copa esférica pequeña y alas anchas, tanto en Gistaín como Bielsa y zona del Alto Isábena. Fue poco a poco desplazado por el sombrero de "Sástago", de alas menores. Los pastores en Gistaín lo adornaban con cintas de tercioperlo.

· Medias blancas, negras y azules en Gistaín.

· "Peazos" o piales negros u oscuros, de lana del país, para poner encima de las medias, esencialmente para calzar abarcas o zuecos.

· Abarcas que incluso se usan actualmente, realizadas en piel de buey sin curtir y con el pelo un poco rapado por fuera; se atan con cordones de lana llamados "abarqueras".

· Alpargatas de suelas de cáñamo con cintas negras de algodón; se usan especialmente en verano y para días secos.

· También se hace referencia al uso en todo el Pirineo de camisas de lino o cáñamo blanco de producción casera, así como la capa, el cachirulo (sin especificar el modo particular de atarlo en el Valle de Gistaín), y zuecos.

En el trabajo de campo, la información obtenida no difiere mucho de la que nos han proporcionado las fuentes escritas, aunque si la completa u concretiza en determinados aspectos:

Las camisas se confeccionan en el mismo valle y generalmente suelen ser de cáñamo fino que con el uso y lavado van adquiriendo progresiva blancura y suavidad.
De las que pudimos contemplar, dos de ellas se encuentran en el Museo de San Juán de Plan; una está realizada totalmente en cáñamo fino, mientras que la segunda, que la lleva el maniquí del novio, se ha confeccionado enteramente en hilo blanco. La tercera camisa es propiedad de Dña. Josefina Loste, y mezcla ambos tejidos: mientras que toda la parte delantera, las mangas y la zona correspondiente a los hombres es de hilo, la pieza que forma la espalda es de cáñamo fino. (fotografías).

La otra prenda de uso interior del hombres son los calzoncillos, llamados "marinetas" en el valle. Son de telas variadas, generalmente fina o delgadas, aunque también las hay de percal. Para el uso diario son de colores y dibujos variados, siendo las rayas finas lo más dominante. Para los días festivos y ocasiones especiales eran blancos y de mejor calidad (lino, hilo, etc.)

El traje exterior, compuesto de chaqueta y pantalón o calzones, únicamente se vestía para las ocasiones especiales como las bodas, fiestas, ceremonias religiosas, etc. Y generalmente era de tono negro, confeccionado en lana del valle teñida, o paño también negro, sin ningún adorno de color. Para uso diario el gistavino no llevaba chaqueta, sino que en cima de la camisa se colocaba la "chambra", blusón abierto muy amplio en la zona de la cintura y que se ata con un nudo en la parte delantera; encima de esta pieza se ponía el chaleco.
La chambra podía ser de telas de distintas calidades, según de lo que se pudiera disponer, así como del gusto del usuario. De las que hemos visto, las dos del Museo son lisas, una de color morado con adornos bordados en blanco y la segunda es de color granate. Una tercera nos la mostró su propietaria Dña. Josefina Loste, y está confeccionada en una tela de tonalidades verdes a cuadros con hilos negros, azules y marrones (fotografía)

El chaleco se llevaba suelto encima de la chambra, ya que éste es más bien un traje de verano, y se realizaba en el mismo material que el pantalón. Los tejidos pueden ser tanto la pana, como el terciopelo o el paño, y en gran variedad de colores o tonos. Los trajes realizados en paño fino son "para mudar" (para fiestas u ocasiones especiales).
Hemos visto trajes en color negro para el novio, y otro azul marino. Tanto en las solapas del chaleco como en los extremos y aberturas laterales del pantalón se realizan adornos con hilos de colores vivos, generalmente a base de punto de cruceta y cadeneta. La confección de estos adornos dependen del gusto del dueño del traje.El traje de novio que hemos visto no lleva este tipo de adornos.
Para el invierno, parece ser que en lugar de la chambra, se ponían una chaqueta de manga larga, y encima el chaleco que ahora si se ata. Un ejemplo lo pudimos ver en el Museo de San Juan de Plan en el traje que lleva la figura de un pastor, que va vestido con una especie de "chibón" de estameña de color rojo, encima el chaleco negro abrochado, de paño, al igual que el pantalón.

En lo que se refiere a las fajas, estas no difieren mucho de las del resto de Aragón. Son todas de estameña confeccionada en el mismo valle. Para uso diario lo más normal era usar la faja negra, mientras que para vestir se ponían las moradas y alguna vez blancas, pero estas muy pocas veces. Tanto la negra como la morada eran teñidas, mientras que la blanca era de igual confección pero sin teñir.

Como prenda complementaria del traje se llevaba el cachirulo a la cabeza, normalmente recojidos en la parte delantera de la cabeza. Unicamente el novio lleva el cachirulo atado en un lateral. Los tipos de pañuelos son de lo más variado, tanto en colores como en la naturaleza de los tejidos.

Las medias cotidianas en el valle son las negras o moradas, realizadas con lana blanca que luego se tiñe; el hombre nunca lleva medias blancas. Encima de las medias lleva los "piales", que también son negros, pero estos se confeccionan con lana de ovejas negras, no son teñidos.

El calzado más usado son las abarcas realizadas con piel de vaca, no de cabra; se sujetan con las "abarqueras" o cordeles claros, y era en la blancura de las abarqueras donde las gistavinas demostraban la limpieza y pulcritud de cada uno en lo que se refiere al calzado. Las abarcas son más bien un calzado de trabajo, y así nos contaron que cuando estando en el campo las abarcas se secaban mucho, para que no se estropearan, las humedecían con los propios orines.

También se usaban los zuecos para las nieves y lluvias del invierno, pero estos únicamente se utilizaban en un baile, el llamado "Caramontero", en el que el ritmo venía marcado por el golpear de los zuecos contra el suelo; se bailaba por parejas y agachados, el hombre en cuclillas y con los brazos levantados, mientras que la mujer, también en cuclillas, se coje las piernas con los brazos; se van levantando alternativamente los pies llevando el ritmo; consistía en ver que pareja resistía más bailando.

Otras prendas masculinas son el sombrero, que se confeccionaba en el mismo valle, los que hemos visto corresponden al modelo denominado "de Sástago", excepto uno que era de ala más ancha, pero de características similares.

Los gistavinos llevaban capa, pero solamente como prenda de abrigo, según nos informaron, y como prenda de ceremonia, es decir, que el uso o no uso de la capa venía marcado por la climatología y no por el carácter más o menos importante del acto al que se acude. Las capas se confeccionaban en estameña o en paño fino para los más pudientes.

Otras prendas de abrigo que pudimos ver en el Museo y de las que además nos dieron cuenta oral, son por un lado el denominado "chambergo", consistente en una especie de chaqueta realizada en estameña de color marrón, y que se colocaba encima del "chibón" y del chaleco. Por otro lado, el llamado "gambeto", un abrigo largo con mangas, de estameña de color marrón y que se ata con un solo botón en la parte alta, a la altura de donde debería ir el cuello que no tiene, tampoco tiene solapas. Tanto el chambergo como el gambeto son prendas de abrigo para el trabajo diario y menos para "vestir", son prendas esencialmente de pastores.

INDUMENTARIA FEMENINA

Las fuentes bibliográficas en las que además de describir la vestimenta femenina del valle de Gistaín se hace referencia a la calidad de los tejidos, son las mismas que para el hombre. Así en primer lugar Ricardo del Arco en su obra "Costumbres y trajes de los Pirineos" recoge la siguiente información:

"Traje ordinario de mujer: la camisa, el jubón (chipón), pañuelo o mantón sobre éste; refajo (sayalejo), saya encima y delantal. Medias de lana, alpargatas, pero más comúnmente abarcas de cuero atadas con cuerdas de lana (abarqueras). Pañuelo o toca a la cabeza, o atado y suelto por detrás. En invierno, el jubón, la saya y el delantal son de lana hilada y tejida en el país. Los colores, azul o negro. El jubón va sujeto con una cuerda por delante (encordadera). El peinado consiste en atarse el pelo hacia atrás para formar moño. Las casadas se distinguen de las solteras en que aquéllas llevan dos pañuelos en la cabeza algunas veces y éstas no.
El traje de fiesta es igual que el de diario, pero más nuevo. Las solteras llevan el pañuelo de cuello de más colores que las casadas. El calzado, más alpargata que zapato.
El de iglesia, lo mismo, aunque de color negro. Capucho o mantilla.
Igual el traje de ceremonias especiales y el de boda. La novia ostenta gargantilla de corales y pendientes de oro o plata o negros la que está de luto. Pañuelo y mantón de colores variados. La mantilla, de terciopelo, y zapatos bajos, sin tacón.
El traje de duelo, lo mismo que el de iglesia; el jubón, saya y pañuelo de lana."

Ramón Violant y Simorra en su obra sobre el Pirineo español por su parte, nos proporciona los siguientes datos:

· Refajo de tonos claros, de paño del país.
· Sayas de color azul de paño o bayeta del país.
· Corpiño o jubón con mangas y muy ajustado al cuerpo, ya de paño indígena, ya de pana lisa o estambre negro, importados siempre. El más antiguo parece ser el corpiño que iba abrochaco delante con ojetes a los dos lados y un cordón; este "chipón" en la zona aragonesa solía llevar las mangas postizas, que se quitaban en verano, para las faenas del campo, dejando ver la camisa (Gistaín, Jaca).
· Pañuelo al cuello recogido y metidos los cabos en el escote delantero del jubón, dejando ver el cordón abrochado. Son pañuelos confeccionados fuera del país, en España o Francia.
· Joyas, la gistavina lucía una variada quincallería de collares con cuentas de vidrio o metálicas, de colores, broches de pecho y pendientes de plata dorada, piedras y anillos. La novia ostentaba gargantilla de corales y pendientes de oro y plata, o también negros si estaba de luto.
· Pañuelo a la cabeza, en el valle de Gistaín las mujeres solteras lo llevaban colocado igual que las vascas, como ellas, lo dejaban colgando sobre la espalda, cruzaban luego los extremos por debajo de aquel y los anudaban encima de la cabeza, en la parte delantera. Las casadas llevan dos pañuelos; uno recogido, como las solteras, y el otro, encima, suelto y liado debajo de la barbilla.
· Medias de lana oscura
· Calzado similar al del hombre
· También hace referencia generalizada al uso en todo el Pirineo de camisas largas de lino casero en la parte superior y de cáñamo en la falda o parte inferior, y a veces toda ella de este último material. Así mismo hace referencia al uso generalizado del delantal y la introducción de la "manteleta" de punto de media, según parece de origen francés, que bien se hacía en casa por las mismas mujeres o se manufacturaría fuera, cuando decayó el uso del pañuelo al cuello. Como toca de ceremonia menciona el uso de la mantilla en las zonas occidentales y central del Pirineo hasta Gistaín.
· Debajo del mantón llevan al igual que en el Valle de Gistaín un pañuelo blanco para que el mantón se manchara menos posible por el sudor o el roce con el cuello, pero hay diferencia del valle vecino, ese pañuelo blanco es de mayor tamaño y está adornado con puntillas para que estas se vean por debajo del mantón.
· El pañuelo que llevan las mujeres a la cabeza se coloca de forma similar a como se hace en el Valle de Gistaín, cambiando el hecho de no dejar la punta suelta en la espalda, sino que se recoge para sujetar más el pelo, así como que no se ata en el lateral izquierdo, que se atan las puntas en la zona alta de la frente.
· Finalmente señalar que en ambos valles la encordadera del jubón se abrocha de la misma forma y que todos los jubones de invierno llevan puños de terciopelo vueltos.
· ¡ Ah! En Bielsa las mujeres no llevan cintas, ni al cuello ni a la cintura.

Observaciones:

 

Informantes:

Dolores Pañart, Casa Videllé. Bielsa (Huesca)
Angelita Pañart, Gistaín. Huesca (Tiene ropa antigua en invierno vive en Barbastro).
Josefina Loste, San Juan de Plan (Huesca), tiene una fonda en la plaza.
José Mª Escalona. Lafortunada (Huesca) Es el maestro, esta realizando archivo fotográfico.
Isabel Riazuelo.

Investigadores:

Carmen Aguarod, Fernando Maneros.

Fecha de la investigación: 09/01/1989  Autor de la Ficha:  Sonia Mª Alvira Labarta

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