BIELSA
Indumentaria
![Asf0138.jpg (12433 bytes)](Asf0138.jpg)
Pañuelo
de seda
Mantón
de seda
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Pañuelo de seda
Plisado
de falda
![Asf0142.jpg (14406 bytes)](Asf0142.jpg)
Plisado
de falda
Falda
plisada
![Asf0174.jpg (13480 bytes)](Asf0174.jpg)
Delantal
Camisa
de cáñamo de hombe
![Asf0176.jpg (17888 bytes)](Asf0176.jpg)
Camisa de cáñamo de hombre
Chambra
blusón de hombre
Memoria:
Texto:
El siguiente informe sobre la
indumentarias tradicional de la localidad de Bielsa, más que ser un estudio detallado de
cada una de las prendas, tiene la finalidad de obtener las posibles diferencias con la
indumentaria del vecino Valle de Gistaín, la gran semejanza de los trajes de ambos
valles.
La investigación de campo se realizó en las mismas fechas en que visitamos el Valle de
Gistaín, es decir, en enero de 198.
Agradecemos al personal del Ayuntamiento de Bielsa las facilidades que nos dieron para
poder acceder tanto al Museo Etnológico como a la colección de fotografías que sobre
esta localidad realizó Ricardo Compairé y que está recogida en las dependencias
municipales.
Especialmente damos las gracias a Dña. ª Dolores Panart, de Casa Vidallé, en Bielsa,
que nos mostró las prendas que guarda y que prácticamente son las únicas que en el
pueblo se conservan de cierta antigüedad, dado que todo el valle fue arrasado en la
Guerra civil, teniendo que marchar la población a Francia, salvando de la destrucción
únicamente lo que pudieron llevar consigo. Por esta causa, la ropa que actualmente lucen
los habitantes de Bielsa, así como la que se guarda en el Museo, son de moderna
confección.
Dado que la indumentaria de Bielsa y la del Valle de Gistaín es prácticamente idéntica,
como ya se ha dicho anteriormente, no vamos a realizar una detallada descripción de las
prendas que pudimos ver en el Museo; si lo vamos a hacer con las prendas de Dña. Dolores
Pañart dad su antigüedad para pasar posteriormente a enumerar las peculiaridades del
traje de Bielsa, o lo que es lo mismo las diferencias existentes respecto al traje de
Gistaín.
Las prendas que nos mostró Dña. Dolores Pañart fueron las siguientes:
Falda de merino en color morado, en perfecto estado de conservación; es plisada, con
pliegues aproximadamente de 1,5 cm. A la vista en la parte delantera tiene una pala de
unos 5 o 6 cm. Y desde la cual parten los pliegues hacia ambos lados de la cintura,
convergiendo en el centro de la parte trasera (ver fotografías).
Según nos dijo Dña. Dolores, también había faldas de lana más recias; el merino, que
es más fino, se empleaba para confeccionar las faldas de fiesta. Las faldas más finas
solían ser de color morado y de tonos mostaza; también las había de cuadros.
El refajo o la saya que llevaban debajo de la falda era de lana de la zona o bien de
estameña.
El delantal que llevaban encima de la falda casi siempre era negro y con funces.
Mantón de seda de tono fucsia (ver fotografía); se llevaba doblado de forma que no
bajara en la espalda más allá de la cintura. Los mantones o mantoncillos de fiesta eran
de gró o de seda de distintos colores. Los de diario eran de lana. Debajo de los
mantoncillos llevaban un pañuelo blanco de gasa cuyas puntillas asomaban del mantón.
Pañuelo de cabeza de seda, con dibujos florales y de fondo rojo con cuadros negros (ver
fotografía)
Juego de pendientes y broche del tipo denominado "de bellota".
En lo que se refiere a las peculiaridades en la indumentaria de Bielsa respecto a la del
Valle de Gistaín, podemos señalar las siguientes:
La indumentaria masculina es prácticamente igual en ambos valles, únicamente se
diferencia en la forma en que se atan el cachirulo a la cabeza. Si en el Valle de Gistaín
la forma más extendida es hacerlo en la parte alta de la frente, en Bielsa lo hacen de
formas diferentes: una de ellas consiste en atarlo con un nudo en un lateral pero dejando
las puntas colgando, y la otra en sujetar el pañuelo sin nudo, como si fuera un banda e
introduciendo los extremos hacia dentro, para que quede lo más plano posible. Ambas
modalidades están reflejadas en las fotografías de Ricardo Compairé, pero es la primera
modalidad la que ha perdurado, y de esa forma llevan actualmente los belsetanos el
pañuelo a la cabeza. Aparte de estas dos formas peculiares, también se atan el cachirulo
con un nudo y las puntas recogidas, como es usual en el resto de Aragón.
En la vestimenta femenina se aprecian mayor número de peculiaridades; una de ellas es el
uso generalizado de los zapatos, si no para uso diario, si para los bailes, además de
fiestas, ceremonias, etc.
La bibliografía que hemos podido localizar ha sido bastante escasa, y en la mayor parte
únicamente se hace enumeración de las distintas prendas que componen el traje del valle,
haciendo poca o ninguna referencia a los tejidos empleados en su confección. En el
desarrollo del informe se hace referencia de los textos que recogen la información más,
o detallada, y al final del mismo se hace un listado de aquellas obras en las que hemos,
recogido alguna mención sobre el vestuario del valle de Gistaín.
INDUMENTARIA MASCULINA:
Unicamente hemos localizado dos fuentes bibliográficas en las que además de realizar la
enumeración de prendas que viste el hombre, también se hace alguna referencia a los
tejidos empleados en su confección.
Ricardo del Arco en su obra "Costumbres y trajes de los Pirineos", nos facilita
la siguiente información:
"Traje de varón: El de diario consiste en el calzón, el ajustador (chaleco), la
faja, las calcillas y los piales. En invierno todo de lana; en verano de algodón.
Aquella, trabajada en el país; este comprado. Color azul.
Sobre el traje, la bufanda. En la cabeza el pañuelo o cacherulo; llevan poco el sombrero.
Calzan abarcas. Los calzoncillos son de tela delgada, y la camisa de cáñamo casera.
El traje de fiesta, es más nuevo que el de diario. Para ir a la iglesia se ponen chaqueta
de lana negra. Para la boda, capote de lana, pañuelo, sombrero y zapato. El de entierro
es igual al de la boda, con las únicas diferencias que el pañuelo es negro y el sombrero
con el ala vuelta hacia abajo.
No hay variantes .
Los niños llevan bata (savo) de cuti por abajo y de lana el resto; gorra casera y zapato
o alpargata. Para el bautizo van envueltos en mantones grandes y llevan cruces y
medallas."
Por su parte, Ramón Violant y Simorra, en su libro sobre el Pirineo español, realiza un
análisis más detallado de la vestimenta del valle, de donde hemos entresacado los
siguientes datos, siendo esta información más difusa dependiendo de la prenda que trate,
ya que en ocasiones da únicamente información generalizada para todo el Pirineo, sin
detenerse en particularidades de los valles:
· Calzones y pantalones negros de lana del país, así como de pana negra, estameña y
paño burdo del país; la pana también puede ser azul o verde oscuro.
· Faja blanca o negra, alternando con la encarnada y azul en Gistaín.
· Chaleco de la misma tela que le calzón.
· Chaqueta de paño negro u otros colores oscuros, llamándose "chupa".
· Sombrero de copa esférica pequeña y alas anchas, tanto en Gistaín como Bielsa y zona
del Alto Isábena. Fue poco a poco desplazado por el sombrero de "Sástago", de
alas menores. Los pastores en Gistaín lo adornaban con cintas de tercioperlo.
· Medias blancas, negras y azules en Gistaín.
· "Peazos" o piales negros u oscuros, de lana del país, para poner encima de
las medias, esencialmente para calzar abarcas o zuecos.
· Abarcas que incluso se usan actualmente, realizadas en piel de buey sin curtir y con el
pelo un poco rapado por fuera; se atan con cordones de lana llamados
"abarqueras".
· Alpargatas de suelas de cáñamo con cintas negras de algodón; se usan especialmente
en verano y para días secos.
· También se hace referencia al uso en todo el Pirineo de camisas de lino o cáñamo
blanco de producción casera, así como la capa, el cachirulo (sin especificar el modo
particular de atarlo en el Valle de Gistaín), y zuecos.
En el trabajo de campo, la información obtenida no difiere mucho de la que nos han
proporcionado las fuentes escritas, aunque si la completa u concretiza en determinados
aspectos:
Las camisas se confeccionan en el mismo valle y generalmente suelen ser de cáñamo fino
que con el uso y lavado van adquiriendo progresiva blancura y suavidad.
De las que pudimos contemplar, dos de ellas se encuentran en el Museo de San Juán de
Plan; una está realizada totalmente en cáñamo fino, mientras que la segunda, que la
lleva el maniquí del novio, se ha confeccionado enteramente en hilo blanco. La tercera
camisa es propiedad de Dña. Josefina Loste, y mezcla ambos tejidos: mientras que toda la
parte delantera, las mangas y la zona correspondiente a los hombres es de hilo, la pieza
que forma la espalda es de cáñamo fino. (fotografías).
La otra prenda de uso interior del hombres son los calzoncillos, llamados
"marinetas" en el valle. Son de telas variadas, generalmente fina o delgadas,
aunque también las hay de percal. Para el uso diario son de colores y dibujos variados,
siendo las rayas finas lo más dominante. Para los días festivos y ocasiones especiales
eran blancos y de mejor calidad (lino, hilo, etc.)
El traje exterior, compuesto de chaqueta y pantalón o calzones, únicamente se vestía
para las ocasiones especiales como las bodas, fiestas, ceremonias religiosas, etc. Y
generalmente era de tono negro, confeccionado en lana del valle teñida, o paño también
negro, sin ningún adorno de color. Para uso diario el gistavino no llevaba chaqueta, sino
que en cima de la camisa se colocaba la "chambra", blusón abierto muy amplio en
la zona de la cintura y que se ata con un nudo en la parte delantera; encima de esta pieza
se ponía el chaleco.
La chambra podía ser de telas de distintas calidades, según de lo que se pudiera
disponer, así como del gusto del usuario. De las que hemos visto, las dos del Museo son
lisas, una de color morado con adornos bordados en blanco y la segunda es de color
granate. Una tercera nos la mostró su propietaria Dña. Josefina Loste, y está
confeccionada en una tela de tonalidades verdes a cuadros con hilos negros, azules y
marrones (fotografía)
El chaleco se llevaba suelto encima de la chambra, ya que éste es más bien un traje de
verano, y se realizaba en el mismo material que el pantalón. Los tejidos pueden ser tanto
la pana, como el terciopelo o el paño, y en gran variedad de colores o tonos. Los trajes
realizados en paño fino son "para mudar" (para fiestas u ocasiones especiales).
Hemos visto trajes en color negro para el novio, y otro azul marino. Tanto en las solapas
del chaleco como en los extremos y aberturas laterales del pantalón se realizan adornos
con hilos de colores vivos, generalmente a base de punto de cruceta y cadeneta. La
confección de estos adornos dependen del gusto del dueño del traje.El traje de novio que
hemos visto no lleva este tipo de adornos.
Para el invierno, parece ser que en lugar de la chambra, se ponían una chaqueta de manga
larga, y encima el chaleco que ahora si se ata. Un ejemplo lo pudimos ver en el Museo de
San Juan de Plan en el traje que lleva la figura de un pastor, que va vestido con una
especie de "chibón" de estameña de color rojo, encima el chaleco negro
abrochado, de paño, al igual que el pantalón.
En lo que se refiere a las fajas, estas no difieren mucho de las del resto de Aragón. Son
todas de estameña confeccionada en el mismo valle. Para uso diario lo más normal era
usar la faja negra, mientras que para vestir se ponían las moradas y alguna vez blancas,
pero estas muy pocas veces. Tanto la negra como la morada eran teñidas, mientras que la
blanca era de igual confección pero sin teñir.
Como prenda complementaria del traje se llevaba el cachirulo a la cabeza, normalmente
recojidos en la parte delantera de la cabeza. Unicamente el novio lleva el cachirulo atado
en un lateral. Los tipos de pañuelos son de lo más variado, tanto en colores como en la
naturaleza de los tejidos.
Las medias cotidianas en el valle son las negras o moradas, realizadas con lana blanca que
luego se tiñe; el hombre nunca lleva medias blancas. Encima de las medias lleva los
"piales", que también son negros, pero estos se confeccionan con lana de ovejas
negras, no son teñidos.
El calzado más usado son las abarcas realizadas con piel de vaca, no de cabra; se sujetan
con las "abarqueras" o cordeles claros, y era en la blancura de las abarqueras
donde las gistavinas demostraban la limpieza y pulcritud de cada uno en lo que se refiere
al calzado. Las abarcas son más bien un calzado de trabajo, y así nos contaron que
cuando estando en el campo las abarcas se secaban mucho, para que no se estropearan, las
humedecían con los propios orines.
También se usaban los zuecos para las nieves y lluvias del invierno, pero estos
únicamente se utilizaban en un baile, el llamado "Caramontero", en el que el
ritmo venía marcado por el golpear de los zuecos contra el suelo; se bailaba por parejas
y agachados, el hombre en cuclillas y con los brazos levantados, mientras que la mujer,
también en cuclillas, se coje las piernas con los brazos; se van levantando
alternativamente los pies llevando el ritmo; consistía en ver que pareja resistía más
bailando.
Otras prendas masculinas son el sombrero, que se confeccionaba en el mismo valle, los que
hemos visto corresponden al modelo denominado "de Sástago", excepto uno que era
de ala más ancha, pero de características similares.
Los gistavinos llevaban capa, pero solamente como prenda de abrigo, según nos informaron,
y como prenda de ceremonia, es decir, que el uso o no uso de la capa venía marcado por la
climatología y no por el carácter más o menos importante del acto al que se acude. Las
capas se confeccionaban en estameña o en paño fino para los más pudientes.
Otras prendas de abrigo que pudimos ver en el Museo y de las que además nos dieron cuenta
oral, son por un lado el denominado "chambergo", consistente en una especie de
chaqueta realizada en estameña de color marrón, y que se colocaba encima del
"chibón" y del chaleco. Por otro lado, el llamado "gambeto", un
abrigo largo con mangas, de estameña de color marrón y que se ata con un solo botón en
la parte alta, a la altura de donde debería ir el cuello que no tiene, tampoco tiene
solapas. Tanto el chambergo como el gambeto son prendas de abrigo para el trabajo diario y
menos para "vestir", son prendas esencialmente de pastores.
INDUMENTARIA FEMENINA
Las fuentes bibliográficas en las que además de describir la vestimenta femenina del
valle de Gistaín se hace referencia a la calidad de los tejidos, son las mismas que para
el hombre. Así en primer lugar Ricardo del Arco en su obra "Costumbres y trajes de
los Pirineos" recoge la siguiente información:
"Traje ordinario de mujer: la camisa, el jubón (chipón), pañuelo o mantón sobre
éste; refajo (sayalejo), saya encima y delantal. Medias de lana, alpargatas, pero más
comúnmente abarcas de cuero atadas con cuerdas de lana (abarqueras). Pañuelo o toca a la
cabeza, o atado y suelto por detrás. En invierno, el jubón, la saya y el delantal son de
lana hilada y tejida en el país. Los colores, azul o negro. El jubón va sujeto con una
cuerda por delante (encordadera). El peinado consiste en atarse el pelo hacia atrás para
formar moño. Las casadas se distinguen de las solteras en que aquéllas llevan dos
pañuelos en la cabeza algunas veces y éstas no.
El traje de fiesta es igual que el de diario, pero más nuevo. Las solteras llevan el
pañuelo de cuello de más colores que las casadas. El calzado, más alpargata que zapato.
El de iglesia, lo mismo, aunque de color negro. Capucho o mantilla.
Igual el traje de ceremonias especiales y el de boda. La novia ostenta gargantilla de
corales y pendientes de oro o plata o negros la que está de luto. Pañuelo y mantón de
colores variados. La mantilla, de terciopelo, y zapatos bajos, sin tacón.
El traje de duelo, lo mismo que el de iglesia; el jubón, saya y pañuelo de lana."
Ramón Violant y Simorra en su obra sobre el Pirineo español por su parte, nos
proporciona los siguientes datos:
· Refajo de tonos claros, de paño del país.
· Sayas de color azul de paño o bayeta del país.
· Corpiño o jubón con mangas y muy ajustado al cuerpo, ya de paño indígena, ya de
pana lisa o estambre negro, importados siempre. El más antiguo parece ser el corpiño que
iba abrochaco delante con ojetes a los dos lados y un cordón; este "chipón" en
la zona aragonesa solía llevar las mangas postizas, que se quitaban en verano, para las
faenas del campo, dejando ver la camisa (Gistaín, Jaca).
· Pañuelo al cuello recogido y metidos los cabos en el escote delantero del jubón,
dejando ver el cordón abrochado. Son pañuelos confeccionados fuera del país, en España
o Francia.
· Joyas, la gistavina lucía una variada quincallería de collares con cuentas de vidrio
o metálicas, de colores, broches de pecho y pendientes de plata dorada, piedras y
anillos. La novia ostentaba gargantilla de corales y pendientes de oro y plata, o también
negros si estaba de luto.
· Pañuelo a la cabeza, en el valle de Gistaín las mujeres solteras lo llevaban colocado
igual que las vascas, como ellas, lo dejaban colgando sobre la espalda, cruzaban luego los
extremos por debajo de aquel y los anudaban encima de la cabeza, en la parte delantera.
Las casadas llevan dos pañuelos; uno recogido, como las solteras, y el otro, encima,
suelto y liado debajo de la barbilla.
· Medias de lana oscura
· Calzado similar al del hombre
· También hace referencia generalizada al uso en todo el Pirineo de camisas largas de
lino casero en la parte superior y de cáñamo en la falda o parte inferior, y a veces
toda ella de este último material. Así mismo hace referencia al uso generalizado del
delantal y la introducción de la "manteleta" de punto de media, según parece
de origen francés, que bien se hacía en casa por las mismas mujeres o se manufacturaría
fuera, cuando decayó el uso del pañuelo al cuello. Como toca de ceremonia menciona el
uso de la mantilla en las zonas occidentales y central del Pirineo hasta Gistaín.
· Debajo del mantón llevan al igual que en el Valle de Gistaín un pañuelo blanco para
que el mantón se manchara menos posible por el sudor o el roce con el cuello, pero hay
diferencia del valle vecino, ese pañuelo blanco es de mayor tamaño y está adornado con
puntillas para que estas se vean por debajo del mantón.
· El pañuelo que llevan las mujeres a la cabeza se coloca de forma similar a como se
hace en el Valle de Gistaín, cambiando el hecho de no dejar la punta suelta en la
espalda, sino que se recoge para sujetar más el pelo, así como que no se ata en el
lateral izquierdo, que se atan las puntas en la zona alta de la frente.
· Finalmente señalar que en ambos valles la encordadera del jubón se abrocha de la
misma forma y que todos los jubones de invierno llevan puños de terciopelo vueltos.
· ¡ Ah! En Bielsa las mujeres no llevan cintas, ni al cuello ni a la cintura.
Observaciones:
Informantes:
Dolores Pañart, Casa Videllé.
Bielsa (Huesca)
Angelita Pañart, Gistaín. Huesca (Tiene ropa antigua en invierno vive en Barbastro).
Josefina Loste, San Juan de Plan (Huesca), tiene una fonda en la plaza.
José Mª Escalona. Lafortunada (Huesca) Es el maestro, esta realizando archivo
fotográfico.
Isabel Riazuelo.
Investigadores:
Carmen Aguarod, Fernando Maneros.
Fecha de la
investigación: 09/01/1989 Autor de la Ficha: Sonia
Mª Alvira Labarta
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