Quizás haya cambiado de un modo sustancial la ganadería del ovino en los últimos años pero, a pesar de ello, mientras se mantenga la variable extensiva y pastoril de esta actividad, continuarán realizándose gran parte de las actividades para las que se han desarrollado, a lo largo de siglos en algunos casos, unos tipos determinados de construcciones. Mantener protegidas las ovejas durante la noche, desplazar el ganado entre los diferentes lugares de pasto, dar de comer y de beber al rebaño, contarlo, dividirlo, curarlo, marcarlo, esquilarlo, vacunarlo, guardar utensilios y alimentos, resguardarse el pastor de las inclemencias del tiempo e incluso pasar la noche como ocurría antaño... todas estas actividades se han realizado o continúan realizándose a cobijo de una construcción o directamente relacionadas con una de ellas.

Y tomando como punto de partida esta afirmación he tratado de estudiar las construcciones según los usos que recibían pero también, de manera inversa, he intentado analizar las propias construcciones para, a través de ellas, poder llegar hasta los usos para los que fueron concebidas y para los que fueron utilizadas en origen y, con el paso del tiempo, hasta la actualidad.

En este apartado por tanto, se expondrán los resultados del análisis efectuado en las diferentes construcciones con respecto a su diseño y utilización como instrumentos en la actividad pastoril, dejando para los dos siguientes capítulos los aspectos más específicamente arquitectónicos. Este análisis, finalmente, se basa en la agrupación de las construcciones por tipologías diferenciadas (corral, balsa, abrevador, caseta y cabañera) según su uso principal.