CONSTRUCCIONES PASTORILES EN LA COMARCA DE MONZÓN Felix A. Rivas
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Cómo levanta su mensaje de tiempo y piedra, de huella añeja, su testimonio despierto... Dionisio Yagüe
Contrucciones pastoriles en Aragón. Estado de la cuestión
Hay poco escrito, y de manera muy dispersa, sobre las construcciones pastoriles en Aragón. Lo cual tampoco debería extrañar ya que en general se ha investigado y escrito relativamente poco sobre la arquitectura popular aragonesa. Algo distinto es el tema de la cultura pastoril que, por la indudable importancia que tiene y ha tenido en el medio rural aragonés y, quizá por la conservación en muchas de sus prácticas de una tradición ancestral, ha llevado una mejor parte en los estudios etnológicos en Aragón. Es por tanto en estos dos ámbitos de estudio, la arquitectura popular y la etnografía pastoril, donde he encontrado un mayor número de trabajos dedicados a la arquitectura pastoril aunque tampoco hay que desdeñar otro tipo de disciplinas que pueden aportar una importante información adicional como la historia, la filología o los libros de viajes. En particular, el tema de las construcciones pastoriles ha sido tratado en si mismo en muy contadas ocasiones que vale la pena comentar. Hay dos buenos estudios generales referidos a los Pirineos. Uno se encuentra algo disperso entre los dos primeros volúmenes de la ya clásica obra de Fritz Krüger Los Altos Pirineos (Krüger, 1995 a, 1995 b y 1996) y el otro es el estimulante capítulo sobre construcciones del no menos interesante estudio de Severino Pallaruelo Pastores del Pirineo (Pallaruelo, 1988, 145-164). El resto de lo publicado sobre este tema son artículos dedicados a una tipología en particular. Las casetas recibieron una atención preferente en un primer momento y disponemos de un artículo sobre algunas mallatas o majadas pastoriles pirenaicas (Satué, 1982), otro sobre la vida pastoril que se desarrolla en torno a una de ellas localizada en el Serrablo (Acín y Satué, 1983) y otro sobre las casetas de falsa cúpula en la Balle Tena (Biarge, 1983). Acerca de los corrales, una colaboradora en la síntesis sobre arquitectura popular aragonesa de Carmen Rábanos realizó, en el capítulo dedicado al Campo de Borja, un acertado análisis de algunos corrales de esta comarca (Nogués, 1996), contamos con una preciosa aportación recién aparecida en la revista local de Robres (Capistrós, 1997) y el que escribe estas líneas trató de describir los de Cinco Villas en un conciso artículo (Rivas, 1997). Por último, ha aparecido también recientemente un completo artículo, referido a un pueblo de Serrablo, sobre una de las tipologías de contrucciones pastoriles menos conocidas: el mosal (Acín, 1997). Sólo con repasar esta breve selección podemos darnos cuenta del "síndrome pirenaico" que padecen los estudios sobre arquitectura popular en Aragón. La atención preferente sobre la franja más septrentional del pais es evidente así como el más que llamativo olvido del resto del territorio. Quizá exista alguna razón objetiva que pueda explicar esta preferencia como la mayor variedad tipológica y la mayor antigüedad de algunos tipos de construcción en los Pirineos aunque no podemos dejar de tener presente la tendencia generalizada en los estudios etnológicos aragoneses a centrarse en esta zona, lo cual no debería disculparnos para que, siguiendo los más lógicos criterios de la antropología y del patrimonio cultural, continuemos con el estudio de las construcciones pastoriles en el resto de Aragón, que no carecen en absoluto de interés y a buen seguro pueden reservarnos todavía muchas y gratas sorpresas. Otro tema que llama la atención es la nula consideración que han suscitado las actuales construcciones que no responden a la manera de construir de la arquitectura popular.
En el presente estado de la cuestión se ha optado por seguir un criterio tipológico para, dentro de cada una de las construcciones definidas, desglosar los diversos temas en un orden similar en cada uno de los casos. Aunque con toda seguridad el presente resumen sobre los conocimientos existentes en esta materia no llega a ser completo ni absoluto, sí ha pretendido cierta exhaustividad que redujera al mínimo lógico los datos que habrán de echar en falta los avispados lectores y lectoras. A ellos invito a dar una mayor difusión a toda la información de la que dispongan sobre esta parte tan rica y desconocida de nuestro patrimonio.
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