5. LOS PALOMARES FUERA DE ARAGÓN

5.1 Los palomares en los países Mediterráneos

Palomares se pueden encontrar en numerosos países de Europa y más concretamente en los territorios de la cuenca mediterránea; he seleccionado dos por considerarlos representativos, Francia en el Mediterráneo occidental, reproduce unos patrones arquitectónicos sobre todo en el SE, que veremos en Aragón; y Capadocia, por ser un territorio del Mediterráneo oriental y albergar un tipo de palomar - cueva que también podemos ver en nuestra península y en el norte de Africa.

Alto Garona

Un dato tan solo indicativo de la relevancia que los palomares alcanzaron en ambos territorios, H. Polge escribió que, en el siglo XVIII en Francia se contaron 42.000 palomares, en la región de Ürgüp en Capadocia con 500 km había 5.000.


Los palomares en Francia

El palomar en Francia tuvo desde la Antigüedad un lugar privilegiado, y las palomas se emplearon como alimento y el guano, llamado en el país vecino "colombine", fue muy cotizado, su valor era tal que, en la región de Quercy por ejemplo, figuraba en los contratos de aparcería y de matrimonio.

El palomar o " colombier" como se les llamaba en la edad Media, tenía un lugar importante en la economía rural, pero además hasta el siglo XVIII estaba reservado a los señores y llegó a convertirse en signo exterior de riqueza; la importancia del palomar era demostración del poder del señor, de manera incluso que el número de nidales estaba en relación directa con la cantidad de tierra poseída, además estaban protegidos por una extensa normativa jurídica, con variantes y adaptaciones locales.

Alto Garona

El derecho en las tierras meridionales al sur del Loira (Languedoc, Provenza y Valle del Ródano) era menos restrictivos que en las tierras al norte del Loira, dictadas por el derecho consuetudinario, aquí los palomares tenían el aspecto de imponentes torres similares a las de los castillos o de las casas solariegas, en el sur son más numerosos, pero más modestos.


Pp 44, Margueritte David - Roy, " Les pigeonniers au pays du Mistral et de la Tramontane." Pp. 44-50. En Archeologia, juillet, 1981. Dijon Editions. Soumillions. Bruxelles.

Son muy interesantes las diversas tipologías que fueron surgiendo en Francia a lo largo de su historia, mencionaremos algunas de ellas:

- Palomar de planta circular, alzado cilíndrico y coronado de torrecillas, que se construyeron principalmente entre los siglos XVI y XVII, vinculados a los castillos señoriales, como el castillo Camarsac, Margaux en Bordelais, los del la Isla de Francia, Bretaña o Touraine.

Alto Garona Cintegabelle Cintegabelle
Bouyssou
Cintegabelle
(Alto Garona)

Uno de ellos es el "colombier de Bouyssou en Cintegabelle" en el Alto Garona, declarado Monumento Histórico. Es un gran cilíndro- torre, cuya fachada de ladrillo se estructura en tres parámetros separados por una banda de cerámica y una cornisa de piedra, que impiden a los animales nocivos, el acceso al palomar. En el arranque del tejado varias gárgolas permiten evacuar el agua de lluvia, la cubierta va flanqueada por cuatro torrecillas reproduciendo la misma forma del palomar, en las que pueden protegerse del viento y una central con aberturas para la entrada y salida de las palomas.

Montauriol

Tipología recogida también por Viollet- le - Duc, ( cap. III "Dictionnaire de Arquitecture") en el dibujo reproduciendo el palomar de Montauriol, cerca de Montauban, perteneciente a la Abadía de San Théobard. Torre palomar construida en ladrillo, de 4'60 m de diámetro y 11'50 m de altura, está fechado en 1540. Aquí puede apreciarse mejor la función de las garitas- torrecillas a modo de paravientos que protegen la central, provista de aberturas para la entrada y salida de las palomas. Al igual que el palomar de Bouyssou - Cintegabelle, dispone de dos líneas a modo de cornisas para impedir la subida de roedores.

- Palomar cilíndrico con tejadillo y cortavientos " Col de manteau retourné" llamado así en francés por la similitud al cuello vuelto hacia arriba de un abrigo para protegerse del frío. Se localizan sobre todo en la Provenza, respecto a los anteriores se modifica la techumbre, pues carece totalmente de cúpula y torrecillas, aunque siguen teniendo la planta circular y responden a las mismas preocupaciones respecto a los vientos y los roedores. En Aragón podemos verlo en Fuentesclaras (Teruel).

Fuentesclaras

El tejado presenta pendiente, a veces tiene dos niveles, casi siempre se cubre de teja, y en sus tres cuartas partes esta rodeado de murete cortavientos. Una versión más sencilla son aquellos de planta circular, no poligonal, con única pendiente inclinada al sol, pero sin rebordes pronunciados frente al viento.

Destacamos en Francia el palomar del castillo Lourmarin (Vaucluse) y el próximo a Aix- en- Provence ambos recogidos en las fotografías. Este tipo de torre con el cortavientos sobresaliente, es bastante frecuente en Escocia, donde se construyeron muchos palomares en el siglo XVI, similitud ya destacada en los estudios de K. Watts.

Lourmain Aix (Provence) Palomar inglés
Lourmain (Vaucluse) Aix (Provence) Palomar inglés (siglo XVI)

P. 46, M. David- Roy " Les pigeonniers au pays du Mistral et de la Tramontane", op. Cit.

- Palomar de sección cuadrada o rectángular conocidos como " pied de mulet", literalmente pie de mulo, por la semejanza si se colocan al revés con la pezuña de este animal. Es característico de las regiones cerealistas de Lauragais y de Moyenne- Garonne, aunque se encuentran también en otras zonas aunque con menos intensidad, como en Aquitania o Provenza.

Lourmain (Vaucluse) Gard Bouches-du-Rhône
Lourmain (Vaucluse) Aujargues (Gard) Mas-d'Auge (Bouches-du-Rhône)

Lo más significativo de este tipo es la distribución de su tejado, protegido por tres lados con los mismos muros del palomar que se prolongan hacia arriba y distribuido en terracillas de varios niveles. Las cornisas en la fachada disuaden de nuevo en su ascenso, a los animales depredadores de las palomas, los adornos en piedra y cerámica culminan la obra, que según M. David- Roy sirven para que las palomas reconozcan su palomar.

P. 48, op. Cit. M. David- Roy

Pueden presentar variantes locales, elevados sobre pilares de piedra, a modo de porches, que dejan transitar bajo el palomar.

Los palomares bizantinos en Capadocia (Turquía)

Turquía

Son todavía miles los palomares situados en los acantilados rocosos de Capadocia, a pesar de la amenaza que ofrece la erosión. Su origen es muy antiguo, datándolos Guy Demenge en los siglos VI - VII d. C., aunque conocieron gran desarrollo en la época Otómana (1536 - 1885), alcanzando su máxima expansión en el siglo XIX, para empezar a decaer al comienzo de la década de 1970, por el abandono del habitat y la introducción de los abonos químicos. En 1980 sólo quedaban el 10 % de la población inicial de palomas.

P. 45. Guy Demenge " Pigeonniers et ruchers byzantins de Cappadoce". Turquía. Archéologia, nº 311, avril 1995. Ed. M. Th. Soumillion. Bruxelles.

La razón principal de esta gran extensión de los palomares en Turquía, fue el aprovechamiento de la palomina o guano, que obtenían al limpiar el recinto y mezclaban, para obtener más cantidad, con estiércol de oveja y asno. Los palomares de tipo Otómano abrían los nidos en la roca plana, vertical y se cubría el conjunto con un reborde de la piedra, natural o excavado. Los bordes de cada entrada se encalaba para impedir que entrasen los roedores, pero incluso llegaban a realizar figuras vegetales o animales, en hermosas pinturas.

Los campesinos no siempre excavaban sus palomares en la roca, a veces reutilizaban construcciones abandonadas más antiguas ya existentes y las adaptaban: tumbas, salas conventuales, iglesias, capillas funerarias, ermitas...que se identifican más por las pinturas de su fachada y su interior, que por la tipología.

Estos palomares - cuevas han sido fruto de una cultura agraria adaptada a ese terreno volcánico, de clima bastante extremo, inviernos rigurosos y lluvias torrenciales. Cada palomar familiar tenía una capacidad para criar entre 30 y 100 parejas.

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5.2 Los palomares en algunas zonas de España

En casi todas las regiones españolas hay vestigios de los palomares y de la cría de palomas, en unas zonas con más intensidad que otras. De cualquier manera no se escapan a un observador atento esas hermosas construcciones, muchas en la ruina y abandonadas, que emergen en el paisaje llano y en las laderas próximas a los pueblos, en un aparente fuera del tiempo y casi desprovistas de sentido, porque ahora las palomas " no hacen más que daño en los campos y en las casas", según suelen decir los vecinos.

Desde Galicia a Cataluña, desde Burgos a Almería se extienden los palomares, esas viviendas para las palomas que reúnen unas características especiales. Son lo suficientemente cerradas en sí mismas para que tengan el silencio que necesitan para criar, por lo asustadizas que son. Con una orientación precisa también, buscando la calidez meridional y la protección frente a los vientos dominantes en cada una de las zonas, que utiliza en la mayoría de los casos el barro y menos la piedra, con gruesos muros que aíslan del exterior y le proporcionan una temperatura uniforme.

Son construcciones con la altura adecuada para que les permita localizar el palomar e identificarlo en su vuelo, culminada por pivotes y cresterías que les sirven de referencia para distinguir el suyo propio, de los otros de las inmediaciones. Por último, casi siempre presentan una serie de elementos que evite la entrada en el palomar a los animales dañinos, pudiendo ser baldosas de cerámica para que resbalen, cornisas sobresalientes en la fachada, encalado, etc.

Su tipología es muy variada, aunque en esencia consta de los mismos elementos: muros cerrados, abertura superior para la entrada y salida de las aves e interior cubierto de horadados nidales, en una sucesión casi matemática.

De planta circular, cuadrada, rectangular o poligonal; exentos en medio de los campos, adosados a las viviendas lateralmente, sobre el tejado de las casas o los corrales, e incluso formando parte de las mismas viviendas como una habitación más, aunque predominantemente ocupando la falsa bajo la cubierta, por último los hay también en cueva.

Arquitectónicamente, los palomares son el resultado de la lógica constructiva y de la experiencia de cientos de años en la cría de palomas, memoria colectiva que se ha perpetuado, porque a la larga, las más sencillas soluciones son las mejores para optimizar el rendimiento y el beneficio de dicha actividad económica y permitir la construcción con el menor coste de tiempo y materiales. Sin embargo no puede decirse que obvien la estética y el ornato, porque con frecuencia resaltan más en el paisaje rural que las propias viviendas de sus gentes, como si al construirlos les dedicaran más atención, quizá por ser una edificación dedicada al beneficio económico o quizá por ser un signo de riqueza familiar.

A continuación resumiremos algunas de las características de los palomares de algunas zonas de España, tan solo para tener unos elementos de comparación y referencia fuera de Aragón y demostrar la gran relevancia que han llegado a alcanzar.

Almería

Nijar Gergal Lúcar Lúcar
Palomar de San Pedro (Nijar) Gergal cueva en Lúcar

No están demasiado extendidos en el territorio almeriense, excepto en el valle del alto Almanzora y, como en casi toda España, están en ruinas o semidestruídos. Esta escasez hace que se conozcan como " cortijo del palomar a aquel que dispone de uno, por el carácter distintivo que supone".

P. 200. Antonio Gil Albarracín " Arquitectura y tecnología popular en Almería". Almería, 1992. Ed. Griselda Bonet Girabet. Granada

Murcia

La cría de palomas en Murcia responde a una fuerte tradición, de manera que es difícil ver una casa en medio del campo, sin el correspondiente palomar y otras construcciones anexas, como corrales o aljibes. Dos son los tipos de palomar en Murcia: torretas, exentas o contígüas, que sobresalen en alguna parte de la casa o bien integrados en la misma casa aprovechando alguna habitación.

Es bastante frecuente en Andalucía y en Murcia, las entradas del palomar a modo de triángulo la mayoría de las veces, las menos cuadradas, rectángulares o circulares, hechos con losas, son las " piqueras" provistas en el frente de un saliente a modo de repisa en el que se apoyan.

P. 11, Ana Gómez del Barco: " Palomas y palomares en la Vega Alta del Segura ( Archena, Cieza, Fortuna, Lorqui, Mula, Ricote y Villanueva del Segura". Narria, estudios de artes y costumbres populares, nº 49 - 50. Murcia. Museo de Artes y Tradiciones populares. UAM. Enero- abril 1988.

Rodeando la entrada son características las baldosas llamadas "manises", para que impidan el acceso de animales como ratones y comadrejas, que resbalarían. A diferencia de otras regiones los palomares se orientan a los cuatro puntos cardinales, motivado por el clima más cálido de esta región. Suelen ser pequeños y pertenecientes a los propietarios de las casas de labor, son habituales en el secano murciano.

P. 161 " Nuestra arquitectura popular. Raíces de una cultura a conservar" MOPU, julio- agosto, 1986. Junta de Castilla y León.

Galicia

La Coruña

La existencia de los pombares está también bastante extendida en Galicia, en la propia casa o aparte de ella. Normalmente se hallan vinculados a los pazos y casas señoriales. Su tipología varia desde los cilíndricos y cubierta cónica, hasta los poligonales y cubierta a cuatro aguas, o los de planta cuadrada o rectangular con cubierta a dos o cuatro aguas.

La Coruña

P. 353. Pedro del Llano Cabado. " Arquitectura popular en Galicia". Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG). Santiago de Compostela, 1983.

El interior se divide en nidales, algunas veces trabajados en la propia piedra del muro o bien cuadrados hechos con loseta de piedras. No pocas veces dentro del palomar existe una mesa de piedra en el centro, que es donde se les hecha el alimento. La necesidad de higiene y la humedad del medio, determina su ubicación elevada en lugar seco, abrigado de los vientos y expuestos al mediodía solar.

P. 148 Begoña Bas " As construccions populares: un tema de Etnografia en Galicia". Cuadernos del Seminario de Sargadelos, 44. Ediciós do Castro. Sada ( A Coruña), 1983.

Hay que mencionar los característicos "pombeiros", variante de palomar consistente en una caseta o caja de madera con pie elevado sobre el suelo, suelen figurar en los jardines o campo que rodean a las viviendas.

Tierra de Campos

Tierra de Campos es una región natural esencialmente palentina, extendida también por parte de León, Zamora, Valladolid y a la que se añade por analogía Tierra de Pan en Zamora. Terreno arcilloso en su mayoría, árido, de cultivo cerealista y arquitectura popular casi mimética con el paisaje, sobre todo por el empleo del barro como material de construcción, en forma de tapial, adobe y ladrillo, pocas veces sillares de piedra que suelen colocarse en el suelo o base del palomar para reforzarlo.

Sus medidas pueden oscilar entre los 3 m y los 6 ó 7 m de altura, y hasta 5 m de anchura. Un palomar dispone de: muros- paredes o cuerpo, horadadas de nichos interiores, llamados en esta zona " garitas, boquillas u oracas", a veces disponen de patio interior en cuyo caso precisan de un desagüe pues el vierte- aguas de la techumbre se hace hacia el centro del palomar, lo que Martín González compara con el " impluvium" de las casas romanas.

Contrastan las sencillas formas tipológicas de los palomares: cilindro, prisma, pirámide; las plantas son circular, cuadrada, rectangular y octogonal; con los adornos que presentan algunos palomares en sus terminaciones en forma de cenefas, grecas, pináculos, boliches, cresterías, celosías... Muestra de esta variedad podemos observarla en los palomares dispersos desde las tierras de Burgos frontera ya con Palencia, como Astudillo (Palencia) que sorprende por varios ejemplares de fisonomía y estructura muy distinta alguno a modo de verdadero castillo medieval.

Astudillo Astudillo Astudillo
Astudillo
(Palencia)

En Palenzuela tenemos un buen ejemplo de palomar cilíndrico, construido en adobe y yeso, culminado por una cenefa. El adobe nos queda a la vista en el interior del palomar situado entre Villalaco y Dehesa de la Matanza, permitiendo ver los nidales rectangulares. La datación de la mayoría de los palomares de Tierra de Campos parece ser entre 60 y 200 años, aunque es difícil de constatar.

Palenzuela
Palenzuela
(Palencia)

Villalaco
(Palencia)
Villalaco

Fin de Capitulo