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EL MONTSEC DE L'ESTALL: ESTUDIO ETNOGRÁFICO                                                           Manuel Benito Moliner

 

 OTRAS CREENCIAS

 

 

 

1- BRUJAS Y ENDEMONIADOS

 

Hasta la guerra parece que hubo algo, pero se llevaba todo muy escondido. Esta respuesta de un informador de (E), pone bien a las claras los dos problemas que surgen al abordar estas cuestiones: miedo ancestral o un agnosticismo que se cree más acorde con los tiempos.

 

A pesar de todo hemos encontrado algún dato interesante, por ejemplo, dos eran los conceptos manejados, en otros tiempos, para denominar una persona con problemas infligidos por las fuerzas del mal:

 

 

Embrujados. Se denominaba así a quienes hablan sido hechizados o aojados por una bruja. En el Montsec se sabe quién podía echar mal de ojo pero, como es lógico, nadie quiere dar nombres. Dejemos pues de preguntarnos si había o no había y pasemos a ver que hacían para evitar los conjuros.

 

Por supuesto, al llevar al niño a bautizar, debía salir por la ventana (LU), con el fin de dar suerte. Si se llevaba encima una serpiente o, simplemente la piel, se estaba libre de cualquier maleficio. Las puertas, punto de contacto más importante de la casa con el mundo exterior, se protegían con garras de alimañas, aunque en algún sitio (L) sólo se ponían en la puerta de los cazadores. Tampoco faltaba un ramito bendecido de olivo o de boj, para evitar la entrada de malos espíritus. Si alguien presentaba síntomas de estar ya embrujado, entonces se le solía echar agua bendita, sin que supiera nada, o bien se le llevaba (E) a un pilaret, tal como hemos mencionado al hablar de folkmedicina.

 

Las brujas se convertían en cabras aunque, al igual que en el resto del Altoaragón, en Nochebuena (P) preferían materializarse en un gato negro. Así la abuela, en un caso la joven, aprovechaba la misa de gallo para arañar una mula hasta matarla. Harto el mozo de la casa, se escondió un año, en esa noche y en el establo, golpeando al supuesto gato. Al día siguiente la bruja aparecía en la cama con algo roto.

 

La verdad es que los mozos se aprovecharon del miedo, sobre todo de las viejas, para asustarías. Cuentan en (P) como se subieron al tejado de una, desde donde hacían ruidos y voces, preguntaban ¿bajo u no bajo? Y al final acabaron tirando algún cacharro para terminar de amedrentarla.

 

 

Endemoniados. Esto suponía estar poseído por un demonio. No se recuerda más que un hecho pero muy interesante.

 

En el Mas de Donato (B), se dio un caso con casi todos los elementos estándar: una mujer que andaba por el techo, incluso se quedaba colgada; igual estaba mucho tiempo sin comer como de pronto se comía un cordero entero. Se retorcía y lo adivinaba todo, cuando hablaba cambiaba la voz constantemente. Por fin fue ex conjurado con gran esfuerzo, yendo a parar, el demonio extraído, al Mas de Quintillá donde oyeron que alguien había enfermado.

 

Para evitar diablos y brujas se hacían cruces en las puertas o dinteles de las casas.

 

 

 

2- TORMENTAS

 

Las tormentas eran consideradas como manifestaciones del Más Allá. Una bruja podía ser perfectamente quien desencadenara una granizada y, como muestra fidedigna, al deshacerse la piedra se encontraría uno de sus cabellos. Tenidas como maléficas eran combatidas por las fuerzas benéficas, así desde tiempos antiguos, los curas tenían obligación de ex conjurarlas desde la puerta de la iglesia o desde el propio campanario. Sirviéndose, para ello, de una cruz o de unas reliquias que no faltaban en ningún pueblo.

 

Las gentes para deshacerlas, utilizaban cuchillos en cruz y tijeras en las ventanas, ramos de olivo en los balcones, aladros de punta y algunas oraciones como estas:

 

San Bartolomé se levantó

al punto que el gallo cantó.

A Jesús encontró.

Y le dijo ¿Dónde vas Bartolomé?

Yo con vos al cielo iré.

Anda, vuélvete a tu casa,

a tu mesón y a tu aldea,

que yo te daré un don

que no le darás a ningún varón.

Yo te daré un dado

que no le darás a ningún lacayo.

En la casa que tú seas nombrado,

no caerá piedra ni rayo,

ni morirá hombre sin confesión,

ni mujer de sobreparto. (B)

 

 

 

San Marc, Santes Creus

y Santa Bárbara bendita

que en el cielo estás escrita,

con papel y agua bendita.

Que nos guarde de rayos, centellas

y de la muerte repentina. (E)

 

 

 

En (E) el día de Santa Cruz de mayo, día adecuado para bendecir y proteger los términos, se decía mil veces Jesús. Cuando venía una tormenta se rezaba lo siguiente:

 

Apartat fera malvada

d'aquest terme l'entrada,

que el día de Santes Creus

mil cops vaig dir Jesús .

 

Como se ha dicho, era un contacto con el más allá, y al igual que las oraciones servían para proteger, además, de muertes repentinas y sobrepartos, la vela de la Candelera serviría para proteger la casa en esos momentos. La recogida el Jueves Santo en el tenebrario, y llevada a casa sin que se apagara por el camino, se guardaba con igual finalidad. Sin embargo, el acto más importante era el bandeo de campanas, de ellas nos ocupamos a continuación.

 

 

 

3- CAMPANAS

 

En todas partes se volteaban las campanas para apartar los malos nublados. En (E) les entró miedo a principios de siglo pues, a los mozos que bandeaban les cayó un rayo y, aunque no pasó nada, el susto que morrocotudo.

 

En (S) se bajaron una campana de (SA), ésta se sumó a las ya existentes de Santa María Magdalena y Santa Orosia, que ya estaban especializadas contra tormentas y, sobre todo, contra el pedrisco.

 

En (PS) perdieron las suyas en el transcurso de la última contienda, para su iglesia del pueblo nuevo trajeron dos, una de la derruida ermita del Pllá y otra, con permiso episcopal, del casi despoblado L'Estall.

 

A (ES) sólo le queda la Bernarda, aunque ya hace años que no se bandea. (EN) tenía La María contra rayos y piedras.

 

(C) Tiene tres, una fundida en Tolva; tocaban a fuego, nacimiento y echaban las tormentas del término, especialmente las que venían por Siscar que eran las más peligrosas. Por el retumbe, creían adivinar cuando moriría alguien.

 

Siete conserva (M), cuatro grandes, dos pequeñas y una mediana. De las cuatro primeras, La Grossa anunciaba las horas, proclamaba las fiestas y alejaba las tormentas; la del Alba sonaba al amanecer; La Nova, reforzaba a las otras tres en los volteos generales; y la del batell tocaba en los bautizos. La mediana servía para avisar la presencia de ladrones por las cercanías; y de las pequeñas, la una daba los cuartos y, junto a la restante, sonaba para anunciar la muerte de un niño que no hubiera hecho la primera comunión. Para llamar a misa, el primer toque lo daban las cuatro grandes, los otros dos sólo La Grossa, esta en los bandeos generales se oía desde Tremp y los toques de reloj a una hora de camino. Tres veces se tocaba, en el momento de la consagración de misas muy señaladas, tres toques cada una de las veces que se repetía la palabra santos.

 

Las ruedas con campanillas (M, B) se hacían sonar los días señalados: Sábado de Gloria, etc.

 

 

 

4- ROGATIVAS

 

En caso de sequía pertinaz se organizaban las rogativas o procesiones, con la finalidad de implorar la lluvia. Se comenzaba por pedir en los lugares de culto propios, luego se iba a santuarios más lejanos y, como último y casi infalible remedio, se iba a San Medardo o a San Quilis, según la zona. El último recurso, en casos contumaces, lo constituían los santocristos de Areny y Aler.

 

En (M) comenzaban por salir por los alrededores de la iglesia, en procesión con dos banderas y una cruz. Si no llovía, no se lo pensaban más y marchaban a Areny con otros pueblos, dada la cercanía; a los tres días dicen que solía llover.

 

Otros hacían lo mismo pero empleando reliquias (CC, F, L); se rezaban rosarios y novenas, llegándose a efectuar votos y promesas. En (S) iban primero, procesionalmente, al pilaret de San Julián, si no llovía iban hasta la Virgen de Obac (V) y por último con casi todos los demás pueblos del Montsec a San Medardo. En (C) dicen en catalán siempre ha llovido cuando Dios ha querido y llovió, llovió, cuando Dios quiso. Para darle facilidades iban en procesión, cantando el rosario, hasta la cruz del camino, el calvario y la ermita de Santa Ana.

 

San Medardo y San Quilis, como centros fecundantes, debían mediar ante Dios para alcanzar el agua. A San Medardo, por ejemplo, se le llevaba al convento próximo de Linares, colocándolo con la Virgen de este templo, para que mediara entre los hombres y ella.

 

Si los santos andaban remisos las gentes que habían andado durante horas cantando las letanías, no se andaban con remilgos y aplicaban el ritual de la moja. Consistía este en sumergir al santo en una fuente con el fin de que sintiera el agua y, así, se enterara bien de lo que se le pedía, todo esto se hacía en medio de promesas y canto de gozos. Las reliquias de San Medardo se metían en la fuente de su nombre, allí mismo. A San Quilis lo bajaban a mojar a la Font Redona. Y así iba pasando el tiempo hasta que llovía, eso sí, siempre milagrosamente.

 

 

5-LUNAS Y PREDICCIONES METEOROLÓGICAS

 

La luna juega un papel importante en la cultura popular, su influjo, según la fase, alcanza a personas, animales, plantas y procesos.

 

En mengua se sembraba todo menos los ajos, se recogían los alimentos que se pondrían luego en conserva, se cortaba la madera que, así, no se cucaría; se limpiaban los animales y los corrales e, incluso, era el momento propicio de comenzar una balsa para huerto pues, en mengua, no aparecían agujeros que filtraran agua. Vimos su influencia en el sexo de los recién nacidos y su poder singular para dotar las serpientes de un poder curativo especial y eficaz.

 

La aforística meteorológica es similar a la del resto del Alto Aragón:

 

Gorro al Turbó,

aigua a l'Aragó.

 

Bochorno fret

i tabernera vella,

ningú se more de set.

 

Trons temprans,

frets tardans.

 

Nadal al sol,

Pascua al foc. (Y viceversa).

 

Aire de Guara,

aigua a la cara.

 

Arco iris pel maití,

chira aigua al molí.

 

Aire del port de Pallars,

aigua detrás.

 

Ventana a Balagué,

pósate al pallé.

 

Al otoño, entre fret i mal temps,

el estiuet de Sant Martí.

 

Si se barran els ports pa Sant Miquel,

el llaurado tot el any mira al cel.

 

Cel borrugat,

aigua al teulat.

 

Si la Candelera pllora,

l'hivert es fora.

Tan si pllora com si no pllora,

l'hivert es fora.

 

El rolde del sol,

ixuga la capa al pastó,

el de la lluna

la muixa.

 

Si mars marcea,

abril abrilea.

 

Mars marsot,

mata a la vella

i a la jove si pot.

 

 

Con interés especial se observa el día de San Vicente de enero porque:

 

 

Pa Sant Vicent

s'alça la broma

i se chira el vent.

 

San Vicent

saca la broma del torrent.

 

Pa Sant Vicent

trencan els chels

i reina el vent.

 

 

También se dice que si para San Vicente está nublado, se recogerá mucho grano, de lo contrario la cosecha de cereal será muy escasa. Sin embargo la de vino será bastante abundante.

 

Por último reseñamos un ritual bastante extendido que aquí se llevaba a cabo en Nochevieja. Para efectuarlo se cogía una cebolla de la que se sacaban doce cascos, uno por mes, se les echaba un pellizco de sal y se extendían, alineados, en el alféizar de una ventana. Al día siguiente se observaban, uno por uno, y aquél casco que hubiera cogido agua se correspondería, durante el año con un mes lluvioso, teniendo en cuenta que el primero representaba enero y así sucesivamente. Todavía se practica en algunas casas.

 

Volvamos a la cuestión de la luna y sus fases para comentar que en (PS) creían que la luna llena, si estaba tranquila, es decir Si no había nubes ni vientos, era favorable. En creciente mataban cerdos y corderos pues la carne era más buena y duraba hasta tres días en buen estado, esto lo notaban para la fiesta, única época en la que comían carne tres días seguidos. Para encubar el vino la mengua era ineludible en todos los sitios.

 

Concluimos con esta oración empleada por las mujeres en el momento de pastá o hacer la masa para el pan.

 

Santa Ubaldesca

la masa crezca.

San Bernat

ni dolce ni salat.

 

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