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EL MONTSEC DE L'ESTALL: ESTUDIO ETNOGRÁFICO                                                           Manuel Benito Moliner

 

 LA CASA COMO UNIDAD DE POBLACIÓN Y DE PRODUCCIÓN.

 

 

Hasta la fecha, cuantas investigaciones hemos efectuado en torno al origen de la casa altoaragonesa, conceptuada como unidad de explotación, nos han llevado hacia un mismo camino histórico: la romanización.

 

Las únicas noticias que tenemos de los primitivos fundos, granjas o casas, se las debemos a Sidonio Apolinar, al hablar del sur de Las Galias: Unas 1.500 Has. de extensión que se repartían de esta forma: 200 para tierra de labor, 100 para viñas, 500 para prados y 700 para monte y bosque. Por su parte, Varrón, nos relata los tres elementos necesarios para su funcionamiento:

 

l-Instrumentum vocale. Formado por esclavos, labradores, pastores...

 

2-Instrumentum semivocale. Constituido por los animales.

 

3-Instrumentum mutuum. Las herramientas.

 

Los colonos y esclavos dependían totalmente del amo o señor, que no tenía porque residir en él sino que habitualmente lo hacia en una ciudad o en Roma. Vivían en un régimen cuartelario, en las pequeñas propiedades, siendo menos severo en las grandes. Estos fundos eran bases de romanización, fuentes de riqueza agropecuaria, medio de sostenimiento y entretenimiento para el indígena y una forma de defensa y ocupación del territorio.

 

Ya hemos comentado como la extensión y el nombre fueron, en un principio inalterables. Pues bien, con todas estas premisas vemos como el fundo tiene muchas semejanzas con la casa, conceptuada como un todo: casa-vivienda, corrales, pajares, torres, cultivos, animales, balsas, molinos... Y personas. Sirvan estos ejemplos:

 

*Como instrumento vocali han estado, y están en muchos casos, los hombres y mujeres que nacían en la casa. Los que en ella permanecen casados: amos viejos y jóvenes, y los solteros o tiones, todos han de trabajar para mantener y, si es posible, aumentar el estatus económico. La casa tiranizaba a sus habitantes teniéndolos como esclavos a su disposición hasta los años 50-60, en que el tionaje comienza a emigrar hacia las zonas industriales. Los herederos, en algunos casos, se quedaron y ampliaron el patrimonio comprando a los que se iban, así pudieron disponer de una explotación acorde con la mecanización.

 

*El semivocali o animales, ha tenido su importancia, aun la tiene en algún caso, hasta la llegada de la maquinaria y la estabulación en granjas. El potencial económico de las casas se media por el número de pares de mulas que se poseía. Tener un macho o un burro en Montsec era más importante que tener ahora un coche. De los animales dependía en buena medida la economía, cualquier muerte suponía una baja irreparable, que se tardaría mucho tiempo en cubrir.

 

*El mutuum o herramientas y aperos, era y es imprescindible para cualquier actividad agrícola.

 

La indivisibilidad del fundo, originó la figura del heredero o hereu, sobre el que recaía todo el patrimonio, a no ser que este fuera grande pues, entonces, una mínima parte se destinaba para dotar y dar carrera a los hermanos En el Alto Aragón y en El Montsec, en particular, continuo este antiguo sistema como único medio de subsistencia para sus gentes. Imaginemos que los hermanos segundos se casan, en tal caso tienen dos opciones: irse fuera o quedarse a trabajar. Sí se van fuera la casa se queda sin mano de obra gratuita, la casa va a menos. Si se quedan a trabajar en ella tendrán hijos, más bocas que alimentar con un patrimonio exiguo, al que nada le soluciona crear más mano de obra, la casa irá a menos. Repartir una casa entre todos los hijos, pensemos en una de potencial mediano, sería darles miseria, pues con una parte no se podía vivir, además las mulas y aladros no se podían dividir.

 

La casa como institución mantuvo en este medio hostil a sus miembros de la única forma posible, obligando a cumplir unas normas que hoy nos parecen inhumanas, pero que ayer, cuando no había fábricas donde trabajar, permitió tener muchos kilómetros cuadrados con población y muchas bocas alimentadas, mejor o peor, pero alimentadas.

 

La casa-vivienda estaba estructurada siguiendo, también, los viejos cánones. Sobre todo en los primeros estadios evolutivos: planta baja para animales y aperos (semivocali y mutuum) y primera para hábitat de personas (hogar, alcobas). Esta es la distribución vertical de las casas pero vayamos a la horizontal de lo que seria una casa estándar:

 

Planta baja. Corrales, cuadra, masadería o pastadó con el horno, bodega o celler semiexcavado en la tierra o roca para mantener el aislamiento climático preciso, allí se almacenaban el vino, en cubas, el aceite, en pilas pétreas, y otros alimentos (carne en guardacarnes, huevos en ceniza...). Podía haber también, un graner, donde se guardaba antes el trigo, y alguna cantarera. No en todas habla horno pues, a partir de finales del XVIII, se van instaurando los colectivos que darían lugar a las panaderías.

 

Primera planta. El hogar o foc, con una tipología muy extendida: hogar al fondo, una ventana, en su misma pared, a cada lado, bancos de madera de lado a lado y alguna mesa abatible. El hogar es pequeño y está adosado a la pared. Si el espacio lo permitía había recocina de con pila para fregar, aprovechando el agua, ocasionalmente, de un pozo excavado en el corral, y aparadores para la vajilla. A veces se encuentra en esta planta un cuarto llamado reparadó, empleado para arreglar aperos averiados y herramientas de trabajo. La sala es un elemento importante que suele ir en consonancia con el potencial económico, en ella puede haber pinturas murales de traza popular, o una hornacina que albergue el santo familiar (san José, san Antonio, Virgen del Carmen...).

 

Lo que nunca faltan son las alacenas, también por otros rincones de la casa, que servían para guardar la ropa y enseres. El mobiliario lo componían una mesa alargada con bancos o sillas a ambos lados. Su uso estaba restringido a grandes solemnidades familiares, el día de la fiesta con parientes e invitados, bodas, bautizos, comuniones y entierros. El resto de la planta se utiliza para habitaciones y alcobas. En la actualidad, el baño, se encuentra allí.

 

El perchi o falsa. Se empleaba de secadero, suele tener ventanas amplias de arquillos doblados. También de almacén para almendras, alfalfa y en cuarto aparte una despensa para los productos de la matacía y otros alimentos. En Estopanyá hay también lo que se llama el perchón que esta sobre la falsa, en él se deja todo lo inservible: ropa vieja, utensilios en desuso...

 

Como se ve esta ordenación es a modo de ejemplo nada más, pues en la realidad ninguna casa es estricta en su distribución, sin alejarse tampoco demasiado de lo dicho, como ejemplos de casas véanse las dos que se describen de Fet y Finestres.

 

La Torre. En la parte meridional se ven estas construcciones. Diseminadas por el monte constituían una segunda vivienda, utilizada especialmente en verano, para cosechar, cortar hierba etc. Tienen dos plantas; la de abajo, obviamente para animales, con un corral exterior descubierto, alguna cuadra y a veces un caño o agujero excavado para dejar las cosas a refrescar. Arriba había hogar, algún habitáculo para dormir y pajar.

 

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