Situación: Sector 5 (Barranco de la Grèvol). 

Personas empadronadas en 1955: —.

Se encuentra a una distancia de Monroyo de tres cuartos de hora aproximadamente, en uno de los extremos de la plana de su nombre, debajo y al sudeste de la conocida como de la Creu Grossa. Presenta una edificación cuyos diferentes cuerpos mantienen una cierta uniformidad, aunque el conjunto es de un tamaño reducido si lo comparamos con el de la mayor parte de las masías del término. Emplazada al borde de un precipicio de rocas, al pie del cual se extiende una valleta que va descendiendo hasta desembocar en el barranco de la Grèvol, hay quien duda de que este edificio haya podido ser alguna vez una masía, pero nosotros hemos conocido gente que tenía establecida aquí su vivienda. Desde este punto podemos disfrutar de una magnífica vista sobre la serra Molinera y, especialmente, de la zona de las masías de Centelles, de Bernardino y de la Punta. La puerta principal, adintelada en madera, se orienta hacia el SO y el acceso lo tiene por medio de una pista procedente de la que baja de la Creu Grossa hacia los Masos Plegats. Hay también un sendero que desciende desde la pista que atraviesa la plana de la Creu Grossa.

El edificio principal alberga la vivienda familiar y los corrales. Se encuentra en buen estado, deshabitada desde hace años pero habitable. Fue reconstruida en el año 1936, ya que la edificación primitiva resultó seriamente dañada por causa de un incendio. Mientras duraron las operaciones de reconstrucción, sus propietarios residieron en la vecina masía de Carrasco, contigua al mas de la Creu, que era propiedad de los dueños del mas d’Antolí. Parece ser que en los trabajos colaboraron, de forma desinteresada, los otros masoveros de la partida.

La extensión de sus tierras es de unas 11 hectáreas, 6 de bosque y 5 de cereal. No consta que tuviera huerta, pero es lógico que, como ocurre con todas las masías del termino, dispusiera de una pequeña superficie para tal menester.

En la actualidad (año 2000), su propietario es José Antonio Andreu Segurana, de Monroyo, y anteriormente lo fue su padre, Miguel Andreu.

La producción del mas era algo escasa para el sostenimiento familiar. Disponía únicamente de horno y de lavadero propio, pero ignoramos su ubicación. Los ocasionales excedentes de producción los vendían en Monroyo.

Añadiremos, como curiosidad, que a escasos metros de esta masía hace su recorrido la línea imaginaria del meridiano de Greenwich.

Gabriel Molinos escribe que entre los años 1920 y 1925 vivían en esta masía 3 personas y que tenían 2 mulos y 12 ovejas.

V: Molinos Figuerola, Gabriel: < < MONROYO —Recuerdo para la historia, 1920-1925—> > ; en Gaceta del Matarranya, núm. 19; Valderrobres, 1990; pp. 6-7.