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 Monroyo: El habitat disperso (Las masías)                                                          Asociación Cultural Sucarrats

Font-del-Roure, lo mas de la

Situación: Sector 5 (Barranco de la Grèvol).   wpe32.jpg (8224 bytes)

Personas empadronadas en 1955: —.

Se halla emplazada en una vaguada que desemboca en el barranc de la Font del Roure, contribuyente del de la Grèvol por su margen izquierda, al norte del término y muy cerca de la ermita de la Mare de Déu de la Consolació y del mas d’Albesa.

El nombre le viene dado por la font del Roure en cuyas proximidades se levanta la masía. Sin embargo, el roure desapareció hace ya bastantes años. Las edificaciones son visibles desde la carretera de Alcañiz a su paso por las cercanías de la ermita.

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Construido a principios del siglo XX por Manuel Gil Cros, abuelo de los actuales propietarios, sobre cimentación de roca, quedó deshabitado en el año 1947 con motivo de la retirada general de los masoveros. El edificio dominante, en mal estado y difícilmente habitable, contiene la vivienda familiar. La puerta principal abre hacia el mediodía. Los corrales están ubicados en edificios anexos. Y aparte, en la era, se alza el pajar. El trujal se situa también junto a la era, pero dentro de una covachuela.

Encima del mas hallamos una balsa de recogida de las aguas pluviales. Y cerca del casalicio encontramos la pequeña elevación del terreno conocida como lo collet d’en Peixó. El mas está a una distancia de Monroyo de unos 2’5 km (40 minutos a pie, aproximadamente) y el acceso para vehículos lo tiene por medio de una pista que parte de la carretera N-232, a la altura de la revolta dels Calderons. Una senda la comunica con las masías de Albesa y de Mora.

La extensión de sus tierras es de unas 60 o 70 hectáreas, las cuales se distribuyen entre el bosque (madera, leña y carbón vegetal), los cultivos de secano (cereal –poco— y bastante viña) y la huerta. La producción no era suficiente para el autoabastecimiento, y sabemos que los hijos tuvieron que partir en busca de trabajo.

Nos comunica el informante que se trataba de una familia de siete hermanos y que pagaban una renta perpetua a casa Caldú (que era la propietaria de la tierra, es decir, que tenía el dominio directo sobre ella) de trece cahíces < < cafissos> > de trigo < < blat> > (o sea, unos 26 sacos < < taleques> > , que vienen a representarunos 1.950 kg aproximadamente). Y en las ocasiones en que no podían satisfacerlos les condonaban la deuda. Decía también que el primero de sus antepasados que fue propietario de la masía abancaló muchas tierras con paredes de piedra seca, con el fin de hacerlas útiles para el laboreo y en las que plantó unas 20.000 cepas de viña. Los excedentes de vino se vendían en La Pobleta y en otros pueblos de la sierra de Morella. Venían a buscarlo a cargas con caballerías. Nos informaba a la vez que entre los años 1928 y 1932 se promulgó una ley que establecía que la tierra pasaría a ser propiedad de quien ostentara el dominio útil sobre ella (el arrendador), previo pago de un importe en metálico que venía previamente establecido por cada cahizada de grano.

En las tierras de esta masía encontramos la cova de Calces, en el barranco del mismo nombre y en la que buscaron protección los masoveros de la Font del Roure, así como los de Albesa y las familias de Raimundo Julián Cros y José Gil Cros durante la guerra civil de 1936 a 1939.

Los actuales propietarios son los hermanos Manuel y Josefina Centelles Gil, residentes en Monroyo y en Cornellà de Llobregat, respectivamente. Con anterioridad perteneció a sus padres José Centelles y Pascuala Gil, y, aun antes, a Manuel Gil Cros.

En la masía disponían de horno para el pan, prensa para la uva y trujal (tenían uno bastante grande y otro en el que cabían 12.000 litros). El vino lo trasladaban hasta las cubas de la bodega con canales hechas de madera. En esta casa llegaron incluso a tener una pequeña instalación de agua corriente, ya que por medio de una tubería la conducían desde la cisterna que recogía las aguas pluviales del tejado a una tinaja, desde la cual, con la ayuda de un grifo, llenaban los trastos.

Las aguas sucias de lavar los platos y otros menesteres las evacuaban desde el fregadero a la calle a través de un tubo.

Se alumbraban con teas y se calentaban y cocinaban los alimentos en el hogar. La ropa la lavaban en la bassa de la Font del Roure.

En la propiedad se encuentra situado un horno de cal.

Originalmente, los masoveros vivían en una caseta ubicada cerca del huerto, junto a la balsa y la fuente que da nombre a la masía, pero aquel era un lugar muy húmedo y frío, y por ello el propietario decidió construir la vivienda en una zona más alta y soleada. Y empezó a hacerla él mismo, sin ayuda de nadie.

Sus habitantes eran cazadores y tenían establecida la barraca para el zorzal < < la griva> > muy cerca del mas d’Albesa. Los domingos acostumbraban a oír misa primera con los vecinos de esta última masía. Y con motivo del Carnaval, comían y pasaban el día con la gente de las de Mora y de la Serra (Joaquín). La matanza del cerdo la festejaban con la familia.

Gabriel Molinos escribe que entre los años 1920 y 1925 residían en este mas 6 personas y que contaban con 2 mulos y 20 ovejas.

 

V: Molinos Figuerola, Gabriel: < < MONROYO —Recuerdo para la historia, 1920-1925—> > ; en Gaceta del Matarranya, núm. 19; Valderrobres, 1990; pp. 6-7.

V: la revista Plana Rasa de la Asociación Cultural Sucarrats, núm. 6, p. 11.

Cat.: Pol. 3, MAS DE ROBRE.

Mapas de 1931 y Mapa de 1981: MAS DE ROBRE.