Situación: Sector 5 (Barranco de la Grèvol). 

Personas empadronadas en 1955: —.

Dando la espalda a la sierra Molinera y en su vertiente SO, a unos pocos centenares de metros (300 aproximadamente) de las masías de Mora, los edificios del mas de Barberà van pereciendo poco a poco a merced de la maleza y de un bosque que se acerca ya a sus puertas.

La visitamos en el año 1991 y su situación en aquellos momentos era absolutamente precaria, resultando a todas luces inhabitable.

La distancia andando hasta Monroyo es de una hora u hora y cuarto, y el cuerpo principal, de grandes dimensiones, integra la vivienda familiar y los corrales. En la planta baja, el establo, la bodega y el corral; en el primer piso, la vivienda, y en el segundo, la falsa, que, como ocurre en buena parte de las masías, se utilizaba también como granero. En las proximidades vemos una construcción en la que se ubicaba el horno del pan, y constatamos también la existencia en sus tierras de un maset y del edificio de la pallissa.

No tenemos concimiento del año en que pudo ser construida, pero es de suponer que lo fuera durante el siglo XVIII. La puerta principal se presenta adintelada con madera y abre hacia el suroeste.

Los accesos los tiene por medio de dos caminos de herradura. Uno de ellos, desde las masías de Mora, y el otro, llamado lo camí de la Vila, que la comunica con el pueblo por el barranc de la Grèvol. Enfrente del mas de Barberà, y por el otro lado de la vaguada, pasa el antiguo camí Principal o del Peix.

La extensión de sus tierras es de unas 160 hectáreas, 147 de las cuales están destinadas a bosque (madera); 12, a cultivos de secano (actualmente yermos), y 1 hectárea al huerto familiar (yermo también).

Sus propietarias son (en 1991) las hermanas Soledad, Trinidad, Pilar y Joaquina Peris Lombarte, por partes iguales, y anteriormente lo eran sus padres, Cristóbal Peris y Joaquina Lombarte Mora. Quedó deshabitada en el año 1945.

La producción de la masía era autosuficiente, aunque en ocasiones pudiera resultar algo corta para cubrir las necesidades familiares debido a que eran muchas las bocas a alimentar (los padres, cinco hijos, el pastor, etc.).

Como decíamos, tenían horno de pan, pero la uva era prensada en el mas de Mora y la ropa la lavaban en las balsas de los huertos.

Delante mismo de las edificaciones, y cerrado con pared de piedra, encontramos un precioso bosque con varias carrascas centenarias, donde los masoveros dejaban suelto el ganado porcino para que fuera apacentando a sus anchas, sin peligro ni preocupaciones. El más grande de los ejemplares presenta un contorno del tronco a pocos centímetros de la base de 5’60 metros, y desde aquel punto se divide en tres grandes ramas, con un perímetro cada una de ellas de 2 metros aproximadamente. Está considerada como una de las de mayor tamaño del término de Monroyo. Otra de las carrascas tiene 3’05 metros de contorno del tronco, y una tercera, 2’72 metros.

Explica Gabriel Molinos que hacia los años 1920 a 1925 habitaban esta explotación 7 personas, que contaban con 3 mulos y con un pequeño rebaño de 20 ovejas.

V: Carrégalo Sancho, J. A.: < < Lo camí Principal i atres coses> > ; en Programa de Fiestas de Monroyo, 1992; páginas centrales.