3.2.4.-El Verano. Después de la cosecha y la vendimia llega el tiempo del ocio y en ese
momento se celebra la fiesta mayor del pueblo en
honor al patrón o patrona del municipio.
Existen multitud de actos, que al margen de
todo tipo de prejuicio, desprenden un simbolismo y un sentido estético extraordinario. El
encierre de
toros y vacas por las calles de la localidad, precedido de comidas en grupos de amigos
o cuadrillas denominadas peñas. Actualmente Urrea de Gaén y Albalate siguen manteniendo
esta tradición y gozan de gran prestigio en la celebración de estos acontecimientos
taurinos. Por la Noche generalmente la víspera de la festividad tiene lugar la rolda en
la que músicos, cantadores, vecinos y visitantes recorren la población. El día del
patrón se celebra misa mayor y la solemne procesión en la que muchos participantes lucen
trajes antiguos o de estética tradicional. En esta procesión suele celebrarse el dance de
la localidad, en cuyo desarrollo se produce un enfrentamiento
entre el diablo (principio del mal) y el ángel
(principio del bien), éste último ayudado por dos rabadanes (aprendices de pastor) y el
mayoral (pastor jefe). Una vez vencido el diablo los
danzantes, las gitanillas al son de
dulzaina y tambor, danzan las mudanzas y después visten el palo de cintas. Hoy día Tan
solo se celebra dance en Híjar, teniéndose recuerdo reciente del de Albalate, Ariño y
Urrea de Gaén. Tienen lugar actos infantiles como los tradicionales cabezudos con gaitero y unos bailes populares de gaiteros.
Decíamos que con el verano pues se inicia la
cosecha en el campo y se concreta el esfuerzo de todo un año trabajando materializado en
los frutos recogidos. Las labores más importantes son la siega y la trilla por lo que
tradicionalmente no había muchas fiestas y si las había se combinaban con el trabajo.
Una vez terminada la cosecha se celebran todo tipo de festejos, en la que los gaiteros,
las bandas y las rondallas despliegan todo su repertorio en cada una de las localidades,
bien como aficionados o como músicos profesionales contratados.
En la música popular del río Martín ocupa
un lugar destacada la figura del gaitero, por ello vamos a detenernos repasando su figura
y su papel en la fiesta.
· Los gaiteros en el río Martín.
Hasta comienzos del siglo XX los gaiteros,
la agrupación de dulzaina y tambor, amenizaban musicalmente las fiestas de los pueblos.
Las albadas, dianas, los pasacalles de cabezudos, la procesión, las romerías y misas,
las corridas de pollos, los bailes populares y los dances
formaban parte de los actos festivos en los que participaban. Los gaiteros
eran personajes singulares, valorados y agasajados ya que de ellos dependía que la fiesta fuera una verdadera celebración. Sabemos por
diversos testimonios que complementaban el oficio de gaitero con sus tareas en el campo o como artesanos, que se trasladaban de pueblo en
pueblo a lomos de caballerías o andando y
que en la mayoría de las ocasiones el contrato era oral apalabrando su participación de
un año para otro. Muchas veces esta última
circunstancia ha provocado enfrentamientos entre localidades que se disputan la
participación de un determinado gaitero. En Aragón
esta agrupación de gaiteros está muy extendida pero diremos que el río Ebro hace de frontera natural de la utilización de estos instrumentos
extendiéndose por todo Teruel y Zaragoza. En las localidades del río Martín existe una larga tradición de
gaiteros muy reconocidos y cuyas melodías han estado presentes hasta nuestros días. El
tío Cataplines de Montalbán, El tío García y su
alumno José Marcuello de Albalate del Arzobispo, el tío Chorras de Ariño, El tío Salao de Híjar, el tío Santiago de Torre de las
Arcas y sus sones ancestrales fueron los grandes protagonistas de las fiestas en las
localidades del Martín. No debemos olvidar que estamos hablando de una de las zonas que
más ha conservado esta costumbre a pesar de las modas y los cambios de gusto estético en
la música y ello lo demuestra la gran variedad de melodías transmitidas oralmente y que
gracias a trabajos de investigación han sido recogidas para disfrute de las nuevas
generaciones.
La presencia de estos músicos hasta mediados
del siglo pasado era requerida por los cargos, mayordomos, festeros, clavarios y demás
responsables encargados de organizar los actos festivos pero las nuevas costumbres
socioeconómicas, el dominio de la información visual, el despoblamiento de los pueblos,
la homogeneización cultural que provocan los medios de comunicación de carácter masivo
y la adoración de lo nuevo como valor supremo del arte, son hechos que llevaron a la
práctica desaparición y desprecio de este patrimonio; herencia de siglos anteriores al
nuestro y que tiene un valor intrínseco. Desde esta premisa vamos a realizar un
recordatorio de los actos festivos más importantes, anteriormente nombrados, en los que
participaban los gaiteros, con la intención de que, sobre todo, las nuevas generaciones
tengan la oportunidad de conocer y valorar este rico patrimonio. Ni que
decir tiene que no debe confundirse lo antiguo con lo anticuado y que para decidir sobre aquello que nos es útil o no, debemos
conocer las diferentes opciones y no
conformarnos con las cada vez más omnipresentes y exclusivistas propuestas consumistas
uniformadoras de la conciencia colectiva y de los estilos de vida. Una comprensión
recreativa de esta música servirá para comunicarnos con el presente haciendo rechitar la planta de la tradición, más por
nuestro interés que por el hecho mismo de mantenerla.
A continuación establecemos una
clasificación concreta de las manifestaciones festivas específicas que hemos encontrado
y que describiremos punto por punto con la información obtenida:
· Dances y bailes.
Numerosos bailes y danzas
tradicionales tienen lugar en las fiestas del verano. Entre ellos destaca el dance
una manifestación folclórica característica de Aragón. Se celebra en honor del patrón
de la localidad y está compuesto por partes de música, baile y teatro popular. Sus
principales personajes suelen ser el mayoral
y el rabadán (aprendiz de pastor), el diablo, el ángel y los danzantes. Dentro del dance
se desarrolla una rica trama basada en diálogos en la que destaca el enfrentamiento entre
el diablo y el ángel y la victoria del bien sobre el mal. No menos importante resulta la
crítica humorística del rabadán que arranca las risas y aplausos del público
asistente. Gaiteros como Antonio García y José Marcuello
tocaron el dance de Albalate hasta los años 50, se tiene recurdo del
dance de Ariño y de Urrea de Gaén, en los últimos años tocado por larondalla.
Recientemente un grupo de jóvenes de Híjar ha recuperado el dance y se celebra con
carácter anual. 34
Uno de los bailes más populares es el baile del pollo, 29 que
consiste en un baile concurso muy común en el Bajo Aragón y Maestrazgo. Su nombre
proviene del premio que recibía la pareja ganadora: el pollo sobrante de la carrera de
peatones, que por entonces eran considerados un manjar exquisito. Los gaiteros tocaban
normalmente una jota y cada municipio tenía
la suya, aunque podían cambiarla según el gaitero contratado. Hay otros bailes populares
interpretados por gaiteros como el pasatrés de
Montalbán y la zorra de Peñarroyas con cuyos
sones los participantes recorrían abrazados las calles casi sin tocar el suelo. Los Bailes populares eran sin duda uno de los actos
más queridos por los jóvenes y adultos, la chiquillería también aprendía por
observación e imitación los pasos de los mismos y aunque anteriormente los géneros más
bailados eran jotas, fandangos, seguidillas, paulatinamente fueron entrando los bailes
agarraos como las polcas, chotis, mazurcas, pericones, pasodobles y valses.
· Los deportes tradicionales: corridas de pollos.
Las carreras pedestres son el deporte
tradicional más popular y todavía constituyen una parte insustituible de la fiesta. Las
más conocidas son las denominadas corridas de
pollos, carreras animadas por los gaiteros y cuyo premio final consistía en tres
pollos para el primer clasificado, dos para el segundo y uno para el tercero. 35
Albalate, Híjar, Urrea, La Puebla, Ariño, Oliete, Obón
Alacón, Montalbán y Alcaine han mantenido esta tradición durante muchos años. En la
corrida de pollos de Albalate se tarareaba la siguiente cancioncilla mientras el gaitero
tocaba:
Tirorirorí las higas
son boteras
Tirorirorí ya se madurarán.
· Pasacalles de cabezudos.
Uno de los actos que más gusta a la
chiquillería consiste en los pasacalles de cabezudos que les persiguen con varas de
mimbre y les golpean sin miramientos. Estos personajes pertenecen a la imaginería popular
y despiertan tal pasión que constituyen uno de los actos más populosos de las fiestas.
En él participan los gaiteros que conducidos por el alguacil llenan de alegría las
calles de la localidad con los toques de tambor y dulzaina. Quedan piezas concebidas para
este menester como el pasacalles de José Marcuello gaitero de Albalate
· Roldas y Jotas.
Durante estas fiesta no faltan las roldas de jotas por las distintas calles de la
localidad. Se suelen celebrar la víspera del Patrón o Patrona y en ellas participan
tanto los vecinos del pueblo como cantadores y tañedores profesionales.
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