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 La música populart en el río Martín                                                                                                Fernando Gabarrús

3.2.4.-El Verano.

Después de la cosecha y la vendimia llega el tiempo del ocio y en ese momento se celebra la fiesta mayor del pueblo  en honor al patrón o patrona  del municipio. Existen multitud  de actos, que al margen de todo tipo de prejuicio, desprenden un simbolismo y un sentido estético extraordinario. El encierre de toros y vacas por las calles de la localidad, precedido de comidas en  grupos de amigos   o cuadrillas denominadas peñas. Actualmente Urrea de Gaén y Albalate siguen manteniendo esta tradición y gozan de gran prestigio en la celebración de estos acontecimientos taurinos. Por la Noche generalmente la víspera de la festividad tiene lugar la rolda en la que músicos, cantadores, vecinos y visitantes recorren la población. El día del patrón se celebra misa mayor y la solemne procesión en la que muchos participantes lucen trajes antiguos o de estética tradicional. En esta procesión suele celebrarse el dance de la localidad, en cuyo desarrollo se produce un enfrentamiento entre el diablo (principio del mal) y el ángel (principio del bien), éste último ayudado por dos rabadanes (aprendices de pastor) y el mayoral (pastor jefe). Una vez vencido el diablo los danzantes, las gitanillas al son de dulzaina y tambor, danzan las mudanzas y después visten el palo de cintas. Hoy día Tan solo se celebra dance en Híjar, teniéndose recuerdo reciente del de Albalate, Ariño y Urrea de Gaén. Tienen lugar actos infantiles como los tradicionales cabezudos con gaitero y unos bailes populares de gaiteros.

Decíamos que con el verano pues se inicia la cosecha en el campo y se concreta el esfuerzo de todo un año trabajando materializado en los frutos recogidos. Las labores más importantes son la siega y la trilla por lo que tradicionalmente no había muchas fiestas y si las había se combinaban con el trabajo. Una vez terminada la cosecha se celebran todo tipo de festejos, en la que los gaiteros, las bandas y las rondallas despliegan todo su repertorio en cada una de las localidades, bien como aficionados o como músicos profesionales contratados.

En la música popular del río Martín ocupa un lugar destacada la figura del gaitero, por ello vamos a detenernos  repasando su figura   y su papel en la fiesta.

 

·        Los gaiteros en el río Martín.

Hasta comienzos del siglo XX los gaiteros, la agrupación de dulzaina y tambor, amenizaban musicalmente las fiestas de los pueblos. Las albadas, dianas, los pasacalles de cabezudos, la procesión, las romerías y misas, las corridas de pollos, los bailes populares y los dances   formaban parte de los actos festivos en los que participaban. Los gaiteros eran personajes singulares, valorados y agasajados ya que de ellos dependía que la fiesta  fuera una verdadera celebración. Sabemos por diversos testimonios que complementaban el oficio de gaitero con sus tareas en el campo  o como artesanos, que se trasladaban de pueblo en pueblo a lomos de  caballerías o andando y que en la mayoría de las ocasiones el contrato era oral apalabrando su participación de un año para otro. Muchas veces esta  última circunstancia ha provocado enfrentamientos entre localidades que se disputan la participación de un determinado gaitero. En Aragón   esta agrupación de gaiteros está muy extendida pero diremos que el  río Ebro hace de frontera natural  de la utilización de estos instrumentos extendiéndose por todo Teruel y Zaragoza. En las localidades del  río Martín existe una larga tradición de gaiteros muy reconocidos y cuyas melodías han estado presentes hasta nuestros días. El tío Cataplines de Montalbán, El tío García y  su alumno José Marcuello de Albalate del Arzobispo, el tío Chorras de Ariño, El tío Salao de Híjar, el tío Santiago de Torre de las Arcas y sus sones ancestrales fueron los grandes protagonistas de las fiestas en las localidades del Martín. No debemos olvidar que estamos hablando de una de las zonas que más ha conservado esta costumbre a pesar de las modas y los cambios de gusto estético en la música y ello lo demuestra la gran variedad de melodías transmitidas oralmente y que gracias a trabajos de investigación han sido recogidas para disfrute de las nuevas generaciones.

La presencia de estos músicos hasta mediados del siglo pasado era requerida por los cargos, mayordomos, festeros, clavarios y demás responsables encargados de organizar los actos festivos pero las nuevas costumbres socioeconómicas, el dominio de la información visual, el despoblamiento de los pueblos, la homogeneización cultural que provocan los medios de comunicación de carácter masivo y la adoración de lo nuevo como valor supremo del arte, son hechos que llevaron a la práctica desaparición y desprecio de este patrimonio; herencia de siglos anteriores al nuestro y que tiene un valor intrínseco. Desde esta premisa vamos a realizar un recordatorio de los actos festivos más importantes, anteriormente nombrados, en los que participaban los gaiteros, con la intención de que, sobre todo, las nuevas generaciones tengan  la oportunidad de  conocer y valorar este rico patrimonio. Ni que decir tiene que no debe confundirse lo antiguo con lo anticuado y que para decidir  sobre aquello que nos es útil o no, debemos conocer las  diferentes opciones y no conformarnos con las cada vez más omnipresentes y exclusivistas propuestas consumistas uniformadoras de la conciencia colectiva y de los estilos de vida. Una comprensión recreativa de esta música servirá para comunicarnos con el presente haciendo rechitar la planta de la tradición, más por nuestro interés que por el hecho mismo de mantenerla.

A continuación establecemos una clasificación concreta de las manifestaciones festivas específicas que hemos encontrado y que describiremos punto por punto con la información obtenida:

 

·        Dances y bailes.

 Numerosos bailes y danzas tradicionales tienen lugar en las fiestas del verano. Entre ellos destaca el dance una manifestación folclórica característica de Aragón. Se celebra en honor del patrón de la localidad y está compuesto por partes de música, baile y teatro popular. Sus principales personajes suelen ser  el mayoral y el rabadán (aprendiz de pastor), el diablo, el ángel y los danzantes. Dentro del dance se desarrolla una rica trama basada en diálogos en la que destaca el enfrentamiento entre el diablo y el ángel y la victoria del bien sobre el mal. No menos importante resulta la crítica humorística del rabadán que arranca las risas y aplausos del público asistente. Gaiteros como  Antonio García  y José Marcuello    tocaron el dance de Albalate hasta los años 50, se tiene recurdo del dance de Ariño y de Urrea de Gaén, en los últimos años tocado por larondalla. Recientemente un grupo de jóvenes de Híjar ha recuperado el dance y se celebra con carácter anual.  altavoz.gif (890 bytes)  34

Uno de los bailes más populares es el baile del pollo,  altavoz.gif (890 bytes)  29 que consiste en un baile concurso muy común en el Bajo Aragón y Maestrazgo. Su nombre proviene del premio que recibía la pareja ganadora: el pollo sobrante de la carrera de peatones, que por entonces eran considerados un manjar exquisito. Los gaiteros tocaban normalmente una jota  y cada municipio tenía la suya, aunque podían cambiarla según el gaitero contratado. Hay otros bailes populares interpretados por gaiteros como el pasatrés de Montalbán y la zorra de Peñarroyas con cuyos sones los participantes recorrían abrazados las calles casi sin tocar el suelo. Los Bailes populares eran sin duda uno de los actos más queridos por los jóvenes y adultos, la chiquillería también aprendía por observación e imitación los pasos de los mismos y aunque anteriormente los géneros más bailados eran jotas, fandangos, seguidillas, paulatinamente fueron entrando los bailes agarraos como las polcas, chotis, mazurcas, pericones, pasodobles y valses.

 

·        Los deportes tradicionales: corridas de pollos.

Las carreras pedestres son el deporte tradicional más popular y todavía constituyen una parte insustituible de la fiesta. Las más conocidas son las denominadas corridas de pollos, carreras animadas por los gaiteros y cuyo premio final consistía en tres pollos para el primer clasificado, dos para el segundo y uno para el tercero.  altavoz.gif (890 bytes)  35

    Albalate, Híjar, Urrea, La Puebla, Ariño, Oliete, Obón Alacón, Montalbán y Alcaine han mantenido esta tradición durante muchos años. En la corrida de pollos de Albalate se tarareaba la siguiente cancioncilla mientras el gaitero tocaba:

 “Tirorirorí las higas son boteras

Tirorirorí ya se madurarán”.

 

·        Pasacalles de cabezudos.

Uno de los actos que más gusta a la chiquillería consiste en los pasacalles de cabezudos que les persiguen con varas de mimbre y les golpean sin miramientos. Estos personajes pertenecen a la imaginería popular y despiertan tal pasión que constituyen uno de los actos más populosos de las fiestas. En él participan los gaiteros que conducidos por el alguacil llenan de alegría las calles de la localidad con los toques de tambor y dulzaina. Quedan piezas concebidas para este menester como el pasacalles de José Marcuello gaitero de Albalate

 

·        Roldas y Jotas.

Durante estas fiesta no faltan las roldas de jotas por las distintas calles de la localidad. Se suelen celebrar la víspera del Patrón o Patrona y en ellas participan tanto los vecinos del pueblo como cantadores y tañedores profesionales.                                          altavoz.gif (890 bytes) 31,   altavoz.gif (890 bytes) 32,  altavoz.gif (890 bytes)  33

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