3.2.2.-El
Invierno.
· Trasnochadas.
Junto al fuego y protegidos contra el mal
tiempo los miembros de la familia y amigos
pasaban largas horas realizando múltiples faenas. Se espinochaba, se tejía, se reparaban
aperos..., pero todo en un ambiente agradable en el que compartían cuentos, bromas,
cantos, historias y todo tipo de ocurrencias. Este ambiente propicio facilitaba la
comunicación y contribuía al mecanismo más importante para la transmisión de la
cultura popular: la tradición oral, que ha
contribuido a preservar este rico legado. En Albalate pudimos grabar este romance de la Guallarda, la mujer asesina de hombres que también
nos narraron en La Puebla: 7 y cuentos a la luz de la lumbre como el
del cura y el carabinero 8
La comunicación y las largas horas sin luz es el clima propicio
para cantar a los niños y jugar con ellos. Cantos
de faldas en los que en las piernas de los adultos, el niño disfrutaba con los sones
y movimientos propios de cada canción, también se cantaba a los pequeños nanas para que
llegada la hora durmieran bien acunados.
Entre los cantos de faldas resultan bastante singulares los escuchados en Jatiel y Castelnou.
I
De Jatiel a Castelnou
a caballo va el doctor
tocototó,tocototó
tocototó,tocototó
nana
de Albalate.
II
Las campanas de Escatrón 9
quien las toca suyas son
tolóntolón, tolóntolón
tolóntolón, tolóntolón.
También nos resultó muy sugerente las nanas para dormir a
los niños 10 11
Si durante las navidades la mayor parte del
tiempo se pasaba en el hogar la calle también tenía su protagonismo porque los niños la
hacían suya con los tradicionales aguilandos y
cabudaños. Armados con panderetas, fierros, almireces,... recorrían las casas del
pueblo cantando y pidiendo comida. 13
Los rosarieros o auroros también
cantaban magníficos villancicos en las
distintas celebraciones litúrgicas. En Albalate, Híjar, La Puebla, Alacón... tenían
villancicos distintos para la Misa del Gallo, para el día de Navidad y para Año nuevo.
Escuchemos el villancico cantado con pandereta en la Nochebuena de Albalate del Arzobispo:
12
Bienvenido a nuestro valle
Bienvenido a nuestro valle
pastorcillo celestial
que el ganado se ha perdido
le pudiéramos nombrar
pero sólo con su vista
ya lo vuelve a restaurar.
Envuelto en pañales en pobre lugar
según dijo el ángel lo hemos de encontrar.
Démonos prisa luego a marchar
pronto y con brío el paso alargar.
Que Dios ha nacido para nuestro bien
vamos a adorarle y darle el para bien.
Ay qué lindo, ay qué bello,
ay qué hermoso el niño es
que en amor a sus ovejas
del cielo le hizo bajar.
Pastorcillo de los cielos
hoy te vengo a regalar
estas dos palomas blancas
que es regalo singular.
Allá arriba en los cantales
el misterio lo hallaréis.
Envuelto en pañales en pobre lugar
según dijo el ángel lo hemos de encontrar.
Démonos prisa luego a marchar
pronto y con brío el paso alargar.
Que Dios ha nacido para nuestro bien
vamos a adorarle y darle el para bien.
Quién se duerme muchachos arriba
broto ardiente que no haya pereza
si os parece pequeña riqueza
lo que anuncia el ángel de paz
y su madre le besa y le abraza
y le adora y le hace mil caricias
qué bonito tan chiquito, qué bonito será
andaremos y veremos llegaremos al portal
y cantaremos alegres una linda, linda pastoral.
· El fuego: San Antón.
San
Antón era un francés que de Francia a
España vino y lo que tiene en los pies, San Antón es un tocino
San Antón es el protector de los animales y
en la sociedad tradicional la fuerza de éstos, era
imprescindible para el desempeño de las faenas agrícolas (labrar, trillar
) y para
el acarreo de mercancías y grandes pesos. En los pueblos donde se celebra San Antón los
niños recogen leña de las casas de los vecinos y los mayores asan las primicias de la
matanza a la brasa. Celebran misa y
antiguamente se salía en procesión hasta el peirón
de San Antonio con las caballerías y se jugaba a las Chapas. Todavía se conserva el baile con
gaiteros 16 y junto al fuego se consumen las viandas de la
matacía, regadas con vinos rancios, empleados para las grandes ocasiones. Los vecinos no quieren que el gaitero deje de
tocar y cuando está cansado le animan cantando:
San Antón tiene un tocino
que le dan sopas y vino
y le llaman borrachón.
¡Viva la gaita de San Antón
Viva la gaita de San Antón¡
En Híjar cantaban otras variantes:
San Antón como era viejo
Le quitaron el pellejo
Y se hicieron un tambor
Toca que toca San Antón
Toca que toca San Antón.
En Torre Las Arcas :
" San Antón
tiene un botón
y el botón era de
paño
y el dichoso San
Antón
siempre se lo está tocando".
Como nos han contado muchas
personas mayores, en invierno todo era fiesta. Navidades, Sanantones y Carnavales conformaban un ciclo
festivo con gran cantidad de festejos, bailes, músicas y tradiciones. Todavía en la
actualidad los Sanantones, las fiestas enclavadas en torno al 17 de enero, se
celebran por todas las localidades del río
Martín.
En Torre de las Arcas nos explicaron que la
fiesta de San Antón la organizaba la cofradía del santo. Los mayorales, pertenecientes a
la cofradía, eran los matrimonios que hacían la fiesta. Éstos y los
cofrades se encargaban de todo lo necesario para celebrar el día de San Antón: preparar
la hoguera, contratar y cuidar a los gaiteros, organizar la recogida y subasta de
obsequios, ensayar y ejecutar los bailes y sacar la imagen del santo. Días antes, las
mujeres preparaban un montón de tortas, necesarias para unas fiestas que llegaban a durar
una semana. Además de encender una gran hoguera la noche de la vispra, el día del santo los vecinos sacaban las
caballerías y daban una vuelta en torno a la imagen del santo situada en la plaza. Al pie
del santo se colocaba una canasta y allí iban echando lo que querían: patatas,
longanizas, judías
También el alguacil y los mayorales daban la vuelta al pueblo
pidiendo pa´l santo y recogían de casa en casa perniles, garrones,
longanizas
Luego eran subastados para conseguir dinero para la cofradía. Todavía
se recuerda que el alguacil cantaba en cada casa:
" San Antón
saca ron,
una
copa
y
un perrón."
Era costumbre que el dueño de
la casa sacara el anís de Estercuel con un vaso boca abajo con el perrón encima. El alguacil procuraba no beber en
todas las casas pues podía terminar peneque
(borracho).
La auguera (hoguera) era el
símbolo de la fiesta. Durante un mes se recogía la leña para prepararla. Todos los
vecinos la iban llevando en caballerías a la plaza. También el alguacil era el encargado
en este caso de recoger la leña de los bardales
ayudado con un gancho (el pinchón);
los niños la recogían del suelo y la llevaban en cargas a la plaza, donde cuatro o cinco
personas preparaban la hoguera.
También recuerdan algunas personas mayores
del pueblo el canto de las albadas, que se interpretaba esa misma noche:
"Esta noche con la luna
y mañana con el sol
cantaremos las albadas
al glorioso San Antón".
La noche de la víspera de San Antón, 17 de
enero, se bailaba el baile del tizón, también conocido como la zorra, en torno a la
hoguera que se encendía en medio de la plaza. Se trata de un baile abierto, en el que
podían participar todos los que querían. Los hombres se disponían en hilera cogidos por
la cintura con un tizón encendido en la boca y, al ritmo de la música, encorrían a las
mujeres por la plaza, que llevaban un papel encendido sujeto al culo. El baile-juego
consistía, sobre todo en la parte final, en intentar prender con el tizón el papel que
llevaban las mujeres. Todos cantaban al son de la música.
"Y no me lo encenderás
ese tío, tío, tío,
y no me lo encenderás
ese tío de papel."
La primera parte del baile consistía en que
el primero que llevaba el tizón intentaba coger al último de la fila y así iban dando
vueltas sin parar. La música era interpretada por la gaita (dulzaina) que tocaba Pedro
Coma, el tío Gaitero, y el tambor del tío Cristóbal, de La Hoz de la Vieja. También se
recuerda que otras veces lo tocaron los Cataplines de Montalbán y Baltasar, el
tamborinero de Estercuel.
"El Baltasar toca el bombo
y su chico los platillos
y el abuelo de La Torre
los demás estrumentillos."
· Los Santos Mártirtes,
San Fabián y San Sebastián seguían sin
interrupción a San Antón. Se celebraba en muchas localidades con una gran hoguera,
bailes de gaiteros, misa y procesión y reparto de tortas benditas como es el caso de La
Puebla que todavía mantiene esta costrumbre. El Reinau de Torre las Arcas también se
baila en honor a estos Santos.
· San Valero.
Al igual que San Antón hay muchas
festividades denominadas santos de capa y celebradas con ritos de fuego. Entre ellas
destaca sin duda la celebrada en Castelnou en honor
de San Valero que constituye uno de los rituales del fuego más importante de Aragón.
Los actos rituales más significativos son la subasta del ramillete y la monumental
hoguera en cuyo centro colocan la copa, el pino más alto del monte del lugar.
La música de los gaiteros animó durante años esta fiesta pero a mitad del siglo pasado
fueron sustituidos por orquestas de baile. En Alcaine cantan y bailan para San Valero.
· Santa Águeda o Santa Gueda.
Es la fiesta por excelencia de las mujeres en
la cultura popular. Aunque los rituales celebrativos son muy variados, debemos destacar la
fiesta que hacen en tres localidades del río Martín: Oliete, Alacón y Alcaine. Bandean
las campanas, organizan una merienda, danzan delante de la iglesia y organizan un baile
por la tarde. La danza que ejecutan va acompañada de cantos y chilos estridentes: 14
· San Blas.
Para
San Blas a la feria bajarás este dicho de Albalate del Arzobispo resume la
importancia de la feria o fiesta de San Blas en Híjar. San Blas fue el patrón de Híjar
y se celebraba con misa, procesión, una gran hoguera
y la subasta del santo. En otras localidades se cantaban albadas y se
hacían también hogueras y bailes de gaiteros.
· Reinaos.
En Torre de Arcas quince días antes de la
fiesta los mayorales y sus parejas ensayaban los bailes de San Antón, desde
la fiesta de los Reyes hasta el 17 de enero. El alguacil, el tío Cristóbal, recogía
cada noche a los mayorales de la fiesta en su casa, hacía una recena y ensayaban el baile
del Reinau. Todos recuerdan que el ambiente en
el ensayo era ya una verdadera fiesta.
El Rainau o Reinau
(reinado) lo bailaban ocho días antes del día de San Antón en la plaza, en torno a la
hoguera. Comenzaban el baile por orden de su jerarquía: abría el baile el Ray con la Raina
y una criada a cada lado; a continuación el Conde, la Condesa y sus dos criadas; luego
tres Capitanes con sus parejas y dos Mayorales, cada uno con su pareja: por último,
juntaban el coro, es decir, bailaban todos juntos. Como detalle divertido nos
señalaron que, para dar inicio al baile, los mayorales les estregaban las orejas al
Rey y al Conde y éstos se ponían a bailar. Algunas mujeres del pueblo nos bailaron
un fragmento del Reinau; los pasos nos parecieron bastante parecidos a los del Reinau del
cercano pueblo de Obón: hacían un pequeño
paseo de un lado a otro marcando el ritmo de jota y cerrando cada movimiento con una
patada al aire y, en una segunda parte, avanzaban hacia delante y luego se volvían a
retrasar para recuperar la posición inicial.
Respecto a la vestimenta recuerdan que el Rey
iba vestido con una capa y una corona, el Conde con un sombrero con una pluma, los
Capitanes con sombreros de tres picos adornados con lentejuelas y un espejo en cada pico y
una faja de un geme de ancho cruzada en el
pecho; la Reina y las criadas con las sayas anchas y mantones, con mantillinas en la
cabeza
Escuchemos el reinao de Obón 15
· El Carnaval.
Es una fiesta de tránsito hacia la primavera y por ello es una fiesta de invierno
muy importante en el calendario agrícola, ya que es necesario que lo sembrado
fructifique. Para los mayores era una de las
mejores fiestas. Antiguamente se celebraban tres días de Carnaval. Durante los
cuales se salía en Trofas o Trupes (cuadrillas de carnaval)
disfrazados, haciéndose acompañar de instrumentos musicales, generalmente tambores y
bombos (aunque también podían usarse instrumentos melódicos) y se cantaba por las
calles coplillas compuestas para esos días. 17
También existen figuras míticas que año
tras año retornaban para estas fechas: el Higuí, personaje que repartía
higas a los niños con un sistema muy peculiar, los ensabanaos, los labradores de calles, los enliagaus,
y muy populares los mascaradores,
ya que los jóvenes aprovechan esta ocasión para mascarar(
marcar el rostro) con hollín a las mozas del lugar. Actualmente existe una gran
revitalización de este acontecimiento y poco a poco va ganando terreno al olvido.
· Semana Santa.- Romper la hora.
Estas fechas tienen una importancia singular
para cada una de las localidades que integran la Ruta del Tambor y el bombo e incluso para muchas otras que arrastrados por el atractivo de
este fenómeno han adoptado esta costumbre como propia.
Es una de las manifestaciones
colectivas populares más impactante: Romper la hora(es error grave
denominarla como La Rompida, ya
que este término ha sido acuñado fuera del colectivo que lo practica, sin atender a la
designación tradicional). A las 12 de la noche del Jueves Santo los vecinos, sin
distinción de sexo, se agrupan en la plaza más importante del pueblo, ataviados con
túnicas y terceroles; a la señal del
alcalde baten frenéticamente sus palillos y mazas contra los parches de sus tambores y
bombos. Continúan toda la noche en grupos denominados cuadrillas tocando marchas, cuyas estructuras rítmicas
circulares son utilizadas para enfrentarse entre unas y otras en múltiples batallas cuya
objetivo es cambiar el ritmo del oponente. Estas cuadrillas suelen pararse en cada una de
las casas de sus miembros y junto a los visitantes consumen vinos, licores y pastas de
elaboración tradicional. Sólo de esta manera pueden aguantar toda la noche. A esta
actividad debemos añadir las procesiones religiosas. Los tambores y bombos no cesan. En
las procesiones las cofradías, representantes de los antiguos gremios, y otros sistemas
organizativos como los apóstoles de Híjar, desfilan uniformados con túnicas distintivas
detrás de sus peanas, que representan distintos
episodios de la Pasión expresados por la imaginería popular. Las calles se iluminan con
la luz de los pasos (denominación popular de
las peanas y su comitiva) que se engalanan con flores
para la ocasión. La Oración del Huerto, la Dolorosa, la Burrica, La
Coronación de Espinas, entre muchas otras y los Alabarderos con sus cornetas y tambores
conforman un espectáculo colorista y de factura estética conmovedora.
Hoy día han dejado de celebrarse en estas
fechas actos que antaño hacían más comprensible el rico mosaico de tradiciones
relativas a la pedagogía cristiana. Así los rosarieros iluminados por una linterna y
precedidos por el martilleo de una matraca cantaban el reloj de la Pasión.
Tan sólo en Híjar y la Puebla se canta actualmente. 18,
20, 21
EL RELOJ DE LA PASIÓN 19
Las doce son y
se junta
el concilio malignante
que dice muera Jesús
muera en la Cruz
al Instante
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