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 La música populart en el río Martín                                                                                                Fernando Gabarrús

 3.2.2.-El Invierno.

·        Trasnochadas.

Junto al fuego y protegidos contra el mal tiempo  los miembros de la familia y amigos pasaban largas horas realizando múltiples faenas. Se espinochaba, se tejía, se reparaban aperos..., pero todo en un ambiente agradable en el que compartían cuentos, bromas, cantos, historias y todo tipo de ocurrencias. Este ambiente propicio facilitaba la comunicación y contribuía al mecanismo más importante para la transmisión de la cultura popular: la tradición oral, que ha contribuido a preservar este rico legado. En Albalate pudimos grabar este romance de la Guallarda, la mujer asesina de hombres que también nos narraron en La Puebla:    altavoz.gif (890 bytes)    7   y cuentos a la luz de la lumbre como el del cura y el carabinero  altavoz.gif (890 bytes)   8

La comunicación y las largas horas sin luz  es el clima  propicio para cantar a los niños y jugar con ellos. Cantos de faldas en los que en las piernas de los adultos, el niño disfrutaba con los sones y movimientos propios de cada canción, también se cantaba a los pequeños nanas para que llegada la hora durmieran  bien acunados. Entre los cantos de faldas resultan bastante singulares los escuchados en  Jatiel y Castelnou.

I

De Jatiel a Castelnou

a caballo va el doctor

tocototó,tocototó

tocototó,tocototó

 nana de Albalate.

II

Las campanas de Escatrón altavoz.gif (890 bytes)  9

quien las toca suyas son

tolóntolón, tolóntolón

tolóntolón, tolóntolón.

También  nos resultó muy sugerente las nanas para dormir a los niños  altavoz.gif (890 bytes)    10   altavoz.gif (890 bytes)11

Si durante las navidades la mayor parte del tiempo se pasaba en el hogar la calle también tenía su protagonismo porque los niños la hacían suya con los tradicionales aguilandos y cabudaños. Armados con panderetas, fierros, almireces,... recorrían las casas del pueblo cantando y pidiendo comida.  altavoz.gif (890 bytes)  13

  Los rosarieros o auroros también cantaban magníficos villancicos en las distintas celebraciones litúrgicas. En Albalate, Híjar, La Puebla, Alacón... tenían villancicos distintos para la Misa del Gallo, para el día de Navidad y para Año nuevo. Escuchemos el villancico cantado con pandereta en la Nochebuena de Albalate del Arzobispo:    altavoz.gif (890 bytes)  12  

Bienvenido a nuestro valle

“Bienvenido a nuestro valle

pastorcillo celestial

que el ganado se ha perdido

le pudiéramos nombrar

pero sólo con su vista

ya lo vuelve a restaurar.

 

Envuelto en pañales en pobre lugar

según dijo el ángel lo hemos de encontrar.

Démonos prisa luego a marchar

pronto y con brío el paso alargar.

Que Dios ha nacido para nuestro bien

vamos a adorarle y darle el para bien.

 

Ay qué lindo, ay qué bello,

ay qué hermoso el niño es

que en amor a sus ovejas

del cielo le hizo bajar.

Pastorcillo de los cielos

hoy te vengo a regalar

estas dos palomas blancas

que es regalo singular.

Allá arriba en los cantales

el misterio lo hallaréis.

 

Envuelto en pañales en pobre lugar

según dijo el ángel lo hemos de encontrar.

Démonos prisa luego a marchar

pronto y con brío el paso alargar.

Que Dios ha nacido para nuestro bien

vamos a adorarle y darle el para bien.

 

Quién se duerme muchachos arriba

broto ardiente que no haya pereza

si os parece pequeña riqueza

lo que anuncia el ángel de paz

y su madre le besa y le abraza

y le adora y le hace mil caricias

qué bonito tan chiquito, qué bonito será

andaremos y veremos llegaremos al portal

y cantaremos alegres una linda, linda pastoral.”

 

·        El fuego: San Antón.

 “San Antón era un francés que de Francia  a España vino y lo que tiene en los pies, San Antón es un tocino”

 

San Antón es el protector de los animales y en la sociedad tradicional la fuerza de éstos,  era imprescindible para el desempeño de las faenas agrícolas (labrar, trillar…) y para el acarreo de mercancías y grandes pesos. En los pueblos donde se celebra San Antón los niños recogen leña de las casas de los vecinos y los mayores asan las primicias de la matanza a la brasa. Celebran  misa y antiguamente se salía en procesión hasta el peirón de San Antonio con las caballerías y se jugaba a las Chapas. Todavía se conserva el baile con gaiteros   altavoz.gif (890 bytes)  16  y junto al fuego se consumen las viandas de la matacía, regadas con vinos rancios, empleados para las grandes ocasiones.  Los vecinos no quieren que el gaitero deje de tocar y cuando está cansado le animan cantando:  

“San Antón tiene un tocino

que le dan sopas y vino

y le llaman borrachón.

¡Viva la gaita de San Antón

Viva la gaita de San Antón¡”

En Híjar cantaban otras variantes:

“San Antón como era viejo

Le quitaron el pellejo

Y se hicieron un tambor

Toca que toca San Antón

Toca que toca San Antón”.

 En Torre Las Arcas :

 " San Antón tiene un botón

 y el botón era de paño

 y el dichoso San Antón

siempre se lo está tocando".

 Como nos han contado muchas personas mayores, “en invierno todo era fiesta”. Navidades, Sanantones y Carnavales conformaban un ciclo festivo con gran cantidad de festejos, bailes, músicas y tradiciones. Todavía en la actualidad los “Sanantones”, las fiestas enclavadas en torno al 17 de enero, se celebran  por todas las localidades del río Martín.

En Torre de las Arcas nos explicaron que la fiesta de San Antón la organizaba la cofradía del santo. Los mayorales, pertenecientes a la cofradía, eran los matrimonios que “hacían la fiesta”. Éstos y los cofrades se encargaban de todo lo necesario para celebrar el día de San Antón: preparar la hoguera, contratar y cuidar a los gaiteros, organizar la recogida y subasta de obsequios, ensayar y ejecutar los bailes y sacar la imagen del santo. Días antes, las mujeres preparaban un montón de tortas, necesarias para unas fiestas que llegaban a durar una semana. Además de encender una gran hoguera la noche de la vispra, el día del santo los vecinos sacaban las caballerías y daban una vuelta en torno a la imagen del santo situada en la plaza. Al pie del santo se colocaba una canasta y allí iban echando lo que querían: patatas, longanizas, judías… También el alguacil y los mayorales daban la vuelta al pueblo pidiendo “pa´l santo” y recogían de casa en casa perniles, garrones, longanizas… Luego eran subastados para conseguir dinero para la cofradía. Todavía se recuerda que el alguacil cantaba en cada casa:

   " San Antón

saca ron,

 una copa

 y un perrón."

 Era costumbre que el dueño de la casa sacara el anís de Estercuel con un vaso boca abajo con el perrón encima. El alguacil procuraba no beber en todas las casas pues podía terminar peneque (borracho).

La “auguera” (hoguera) era el símbolo de la fiesta. Durante un mes se recogía la leña para prepararla. Todos los vecinos la iban llevando en caballerías a la plaza. También el alguacil era el encargado en este caso de recoger la leña de los bardales ayudado con un gancho (“el pinchón”); los niños la recogían del suelo y la llevaban en cargas a la plaza, donde cuatro o cinco personas preparaban la hoguera.

También recuerdan algunas personas mayores del pueblo el canto de las albadas, que se interpretaba esa misma noche:

 "Esta noche con la luna

y mañana con el sol

cantaremos las albadas

al glorioso San Antón".

 

La noche de la víspera de San Antón, 17 de enero, se bailaba el baile del tizón, también conocido como la zorra, en torno a la hoguera que se encendía en medio de la plaza. Se trata de un baile abierto, en el que podían participar todos los que querían. Los hombres se disponían en hilera cogidos por la cintura con un tizón encendido en la boca y, al ritmo de la música, encorrían a las mujeres por la plaza, que llevaban un papel encendido sujeto al culo. El baile-juego consistía, sobre todo en la parte final, en intentar prender con el tizón el papel que llevaban las mujeres. Todos cantaban al son de la música.

 "Y no me lo encenderás

ese tío, tío, tío,

y no me lo encenderás

ese tío de papel."

 

La primera parte del baile consistía en que el primero que llevaba el tizón intentaba coger al último de la fila y así iban dando vueltas sin parar. La música era interpretada por la gaita (dulzaina) que tocaba Pedro Coma, el tío Gaitero, y el tambor del tío Cristóbal, de La Hoz de la Vieja. También se recuerda que otras veces lo tocaron los Cataplines de Montalbán y Baltasar, el tamborinero de Estercuel.

 "El Baltasar toca el bombo

y su chico los platillos

y el abuelo de La Torre

los demás estrumentillos."

 

·        Los Santos Mártirtes,

San Fabián y San Sebastián seguían sin interrupción a San Antón. Se celebraba en muchas localidades con una gran hoguera, bailes de gaiteros, misa y procesión y reparto de tortas benditas como es el caso de La Puebla que todavía mantiene esta costrumbre. El Reinau de Torre las Arcas también se baila en honor a estos Santos.

 ·        San Valero.

Al igual que San Antón hay muchas festividades denominadas santos de capa y celebradas con ritos de fuego. Entre ellas destaca sin duda la celebrada en Castelnou en honor de San Valero que constituye uno de los rituales del fuego más importante de Aragón. Los actos rituales más significativos son la subasta del ramillete y la monumental hoguera en cuyo centro colocan “la copa”, el pino más alto del monte del lugar. La música de los gaiteros animó durante años esta fiesta pero a mitad del siglo pasado fueron sustituidos por orquestas de baile. En Alcaine cantan y bailan para San Valero.

 ·        Santa Águeda o Santa Gueda.

Es la fiesta por excelencia de las mujeres en la cultura popular. Aunque los rituales celebrativos son muy variados, debemos destacar la fiesta que hacen en tres localidades del río Martín: Oliete, Alacón y Alcaine. Bandean las campanas, organizan una merienda, danzan delante de la iglesia y organizan un baile por la tarde.  La danza que ejecutan  va acompañada de cantos y chilos estridentes:  altavoz.gif (890 bytes)   14

 ·        San Blas.

“Para San Blas a la feria bajarás” este dicho de Albalate del Arzobispo resume la importancia de la feria o fiesta de San Blas en Híjar. San Blas fue el patrón de Híjar y se celebraba con misa, procesión, una gran hoguera   y la subasta del santo. En otras localidades se cantaban albadas y se hacían también hogueras y bailes de gaiteros.

 ·        Reinaos.

En Torre de Arcas quince días antes de la fiesta los mayorales y sus parejas ensayaban “los bailes de San Antón”, desde la fiesta de los Reyes hasta el 17 de enero. El alguacil, el tío Cristóbal, recogía cada noche a los mayorales de la fiesta en su casa, hacía una recena y ensayaban el baile del Reinau. Todos recuerdan que el ambiente en el ensayo era ya una verdadera fiesta.

El Rainau o Reinau (reinado) lo bailaban ocho días antes del día de San Antón en la plaza, en torno a la hoguera. Comenzaban el baile por orden de su jerarquía: abría el baile el Ray con la Raina y una criada a cada lado; a continuación el Conde, la Condesa y sus dos criadas; luego tres Capitanes con sus parejas y dos Mayorales, cada uno con su pareja: por último, “juntaban el coro”, es decir, bailaban todos juntos. Como detalle divertido nos señalaron que, para dar inicio al baile, “los mayorales les estregaban las orejas al Rey y al Conde y éstos se ponían a bailar”. Algunas mujeres del pueblo nos bailaron un fragmento del Reinau; los pasos nos parecieron bastante parecidos a los del Reinau del cercano pueblo de Obón: hacían un pequeño paseo de un lado a otro marcando el ritmo de jota y cerrando cada movimiento con una patada al aire y, en una segunda parte, avanzaban hacia delante y luego se volvían a retrasar para recuperar la posición inicial.

Respecto a la vestimenta recuerdan que el Rey iba vestido con una capa y una corona, el Conde con un sombrero con una pluma, los Capitanes con sombreros de tres picos adornados con lentejuelas y un espejo en cada pico y una faja de un geme de ancho cruzada en el pecho; la Reina y las criadas con las sayas anchas y mantones, con mantillinas en la cabeza… Escuchemos el reinao de Obón  altavoz.gif (890 bytes)   15

 ·        El Carnaval.

Es una fiesta de tránsito hacia  la primavera y por ello es una fiesta de invierno muy importante en el calendario agrícola, ya que es necesario que lo sembrado fructifique. Para los mayores “era una de las mejores fiestas”. Antiguamente se celebraban tres días de Carnaval. Durante los cuales se salía en Trofas o Trupes (cuadrillas de carnaval) disfrazados, haciéndose acompañar de instrumentos musicales, generalmente tambores y bombos (aunque también podían usarse instrumentos melódicos) y se cantaba por las calles coplillas compuestas para esos días.   altavoz.gif (890 bytes)    17

También existen figuras míticas que año tras año retornaban para estas fechas: el Higuí”, personaje que repartía higas a los niños con un sistema muy peculiar, los ensabanaos”, “los labradores de calles”, los “enliagaus”, y  muy populares los mascaradores, ya que los jóvenes aprovechan esta ocasión para mascarar( marcar el rostro) con hollín a las mozas del lugar. Actualmente existe una gran revitalización de este acontecimiento y poco a poco va ganando terreno al olvido.

·        Semana Santa.- Romper la hora.

Estas fechas tienen una importancia singular para cada una de las localidades que integran la Ruta del Tambor y el bombo e incluso para  muchas otras que arrastrados por el atractivo de este fenómeno han adoptado esta costumbre como propia.   Es  una de las manifestaciones colectivas populares más impactante: “Romper la hora”(es error grave denominarla como “La Rompida”, ya que este término ha sido acuñado fuera del colectivo que lo practica, sin atender a la designación tradicional). A las 12 de la noche del Jueves Santo los vecinos, sin distinción de sexo, se agrupan en la plaza más importante del pueblo, ataviados con túnicas  y terceroles; a la señal del alcalde baten frenéticamente sus palillos y mazas contra los parches de sus tambores y bombos. Continúan toda la noche en grupos denominados “cuadrillas” tocando marchas, cuyas estructuras rítmicas circulares son utilizadas para enfrentarse entre unas y otras en múltiples batallas cuya objetivo es cambiar el ritmo del oponente. Estas cuadrillas suelen pararse en cada una de las casas de sus miembros y junto a los visitantes consumen vinos, licores y pastas de elaboración tradicional. Sólo de esta manera pueden aguantar toda la noche. A esta actividad debemos añadir las procesiones religiosas. Los tambores y bombos no cesan. En las procesiones las cofradías, representantes de los antiguos gremios, y otros sistemas organizativos como los apóstoles de Híjar,  desfilan uniformados con túnicas distintivas detrás de sus peanas,  que  representan  distintos episodios de la Pasión expresados por la imaginería popular. Las calles se iluminan con la luz de los pasos (denominación popular de las peanas y su comitiva) que se engalanan con flores   para la ocasión. La Oración del Huerto, la Dolorosa, la Burrica, La Coronación de Espinas, entre muchas otras y los Alabarderos con sus cornetas y tambores conforman un espectáculo colorista y de factura estética conmovedora.

Hoy día han dejado de celebrarse en estas fechas actos que antaño hacían más comprensible el rico mosaico de tradiciones relativas a la pedagogía cristiana. Así los rosarieros iluminados por una linterna y precedidos por el martilleo de una matraca cantaban el “reloj de la Pasión.

Tan sólo en Híjar y la Puebla se canta  actualmente.     altavoz.gif (890 bytes) 18,   altavoz.gif (890 bytes)  20,  altavoz.gif (890 bytes)  21

 

 EL RELOJ DE LA PASIÓN altavoz.gif (890 bytes)   19

 “Las doce son y se junta

el concilio malignante

que dice muera Jesús

muera en la Cruz

al Instante”

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