I
En el jardín de Rosita
a la sombra una palmera
donde se hallaba Rosita,
Rosita la postinera.
Doroteo el artillero
que al otro lao se hallaba
se sentó junto a Rosita
por ver si la carmelaba.
Rosita primaveral
no puedo pasar sin tí
si no estás enamorada,
enamórate de mí.
Y Rosita le contesta
con la sonrisa en los labios
no pienso buscarme novio
hasta cumplir los veinte años.
No creo que tanto tiempo
esté Rosita sin novio
tienes la carita de ángel
y requiere el matrimonio.
Un marqués quiere a Rosita
muy a lo alto te vas
tienes la cabeza loca
no se si te casarás.
No te creas Doroteo
que voy a quedar soltera
tengo un jardín muy bonito
no faltara quien lo quiera.
Ese jardín que tu tienes
suele tener muchos nombres
y a veces suele llamarse
la perdición de los hombres.
Perdición es para mí
bien sabes que yo te quiero
cuando la buen cigarrera
que no se la lleve el viento.
Sola sin padre y sin madre
sin marido y sin dinero
toda la vida pensando
quien pillara un artillero.
Mocitas que habéis oído
estas coplas verdaderas
no dejaréis de querer
al primero que os quiera.
El el jardín de Rosita
a la sombra una palmera
donde se hallaba Rosita
Rosita la postinera
II
Paquito era tabernero
y se le fue la parroquia
cuando una muchacha
tiene quince años
no pueden con ella
ni padres ni hermanos.
Su padre le riña
y ella le contesta
me marcho a servir
y esa es su respuesta.
Ya prepara la maleta
y se va como enfadada
a casa de don Paquito
preguntando por criada.
Ya sale la dueña le comienza a
hablar
le dice que sabe coser y bordar
si usted le parece me podré
quedar.
Por fin se queda, se queda
en casa de don Paquito
y a los tres días que estaba
ya le gustó al señorito.
Un día en el cuarto con gran
disimulo
esta es mi criada le regalo un
duro
ven aquí hija mía, ven aquí
salero
que te ¿? pedirme dinero.
Y un día sale a paseo
con más lujo que la dueña
lo que ella llevaba valía un
tesoro
abrigo a la moda y anillito de oro
Su rico reloj, su rico abanico
todo lo pagaba el pobre
Paquito.
Ven aquí salada, ven aquí
salero
que tu eres la prenda a quien
yo más quiero.
Ven aquí salada, ven aquí
salero
siempre que te ocurra me buscas
de nuevo.
III
Dame un besito amor
no te lo quiero dar
que no acostumbro yo
a los hombres besar.
Y si te beso a ti
me podía acostumbrar
y una vez acostumbrada
me podrías criticar
y una vez acostumbrada
me podrías criticar.
No te critico no
ni te criticaré
dame un besito amor
si no te olvidaré.
No me olvides jamás
un beso yo te daré
ahora que estamos solitos
ahora que nadie nos ve
ahora que estamos solitos
ahora que nadie nos ve.
Tu me enseñaste a amar
tu me enseñaste a querer
no me enseñes a olvidar
que no lo quiero aprender.
Tu bien recordarás
nuestro primer amor.
tu bien recordarás
nuestra primera ilusión.
Tu bien recordarás
el beso aquel que te di
y me decías llorando
cuando serás para mí
y me decías llorando
cuando serás para mí.
IV
Vaya un hombre que Dios me ha
dado
vaya un novio que me ha tocado
se me queda mirando abobado
con esa cara de tonto que Dios
le ha dado.
El domingo salió un poco tarde
y salió un poco mal painao
yo le dije que vamos al cine
que allí está oscuro y nadie
nos verá.
Se pasaron tres horas mortales
sentaditos como una avestruz
ni siquiera un pellizco me ha
dado
y eso que era un cine con muy
poca luz.
Vaya un hombre que Dios me ha
dado
vaya un novio que me ha tocao
se me queda mirando abobado
con esa cara de tonto que Dios
le ha dado.
V
El cura tenía una polla
y la metió en un convento
y toda la noche anduvo
cógeme ese gato negro.
Cógeme ese gato negro
que no lo puedo coger
que vengo toda la noche
cansadita de
José se llamaba el hombre
Josefina la mujer
y hasta el hijo que tenían
también se llama José.
José ¿yo no se? que hace
que no lleva la maleta
si no la quiere llevar
que se vaya a hacer
Pucheros de barro fino
que son mayores que ollas
que sirven para cocer las
cabezas de
Por allá viene mi novia
hablando con un corneta
y el grandísimo animal
viene sobando las
Tejas de mi tejado
son finas y pesan poco
por las tapias del corral
iba una mujer en camisa
y en galán que iba detrás
con vara y media de
Pipa que ya fumaba
y el cura como era lelo
le dijo con disimulo
si usted quisiera señora
que yo le diera pol
Cubo de sacar agua
en un río de Logroño
han una mujer lavando
y el agua que ella cogía
le salía por el
Cómo estará tu madre
de tanto pasar trabajos
la rueda de la fortuna
le ha dado por el
Carajo de las muchachas
que se miran al espejo
y de unas a otras se dicen
que largo llevas el
Pelo de la cabeza
ya se que te has acostado
en cama de dos colchones
con la una mano en la ropa
y la otra en los bordones.
VI
Yo tengo un carro y una galera
y un par de mulas campanilleras
las campanillas son de oro y
plata
pa una morena que a mí me
mata.
Morena mía ponte a servir
y lo que ganes dámelo a mí
para tabaco, para papel,
para cerillas, para encender.
Amante mío no fumes tanto
que tu boquita, boquita huele a
tabaco
huele a tabaco, huele a romero
cariño mío cuánto te quiero.
Debajo el puente te vi la liga
y no te extrañes que te lo
diga.
VII
Una vieja regando su su su ru
su su
su su ru su su jardinito
En la oreja derecha le le le re
le le
le le re le le le pica un
bicho.
En doctor que la visto le le le
re le le
le le
re le le le ha recetado.
Que se lave la oreja con con co
ron con con
con co ron con con solibado.
VIII
Ya la orilla del puente Juanito
llora
riau catarriau chin chin gorri
gorri gorri tarantantán
Juanito llora porque lleva
vacía la cantimplora
riau catarriau chin chin gorri
gorri gorri tarantantán
la cantimplora.
Si la lleva vacía que se la
llene
riau catarriau chin chin gorri
gorri gorri tarantantán
que se la llene
Ya no bebo más agua de tu
tinaja
riau catarriau chin chin gorri
gorri gorri tarantantán
de tu tinaja
Porque he visto una cosa que
sube y baja
riau catarriau chin chin gorri
gorri gorri tarantantán
que sube y baja.
Ya no bebo más agua de tu
puchero
riau catarriau chin chin gorri
gorri gorri tarantantán
de tu puchero.
Porque he visto una cosa que me
hace miedo
riau catarriau chin chin gorri
gorri gorri tarantantán
que me hace miedo.
IX
Mi abuela tiene un peral
que hace las peras muy finas
y en la ramita más alta
se cría una golondrina.
Por el pico echa la sangre
y por las alas decía
Que tontas son las mujeres
que de los hombres se fían.
Me casé con un enano
solo por hacer reír.
Le puse la cama en alto
y no podía subir.
Y al subir la escalera
una araña le picó.
La cogió de las orejas
y a la tumba la llevó.
De cinco riales que tengo
los tengo que repartir.
Unos cinco para pan
otros cinco pa tabaco.
Y los cinco que me quedan
para bailar el zapato.
X
Y viniendo de la labrar un día
por el camino La Vega
me salieron tres ladrones
de entre medio una junquera
me han robado cien doblones
y también la mula ligera
esto no se lo digo al ray
ni tampoco a la raina
solo se lo digo a Dios
porque la misa lo lleva.