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 La música populart en el río Martín                                                                                                Fernando Gabarrús

Albalate.  

  Gozos a la virgen de Arcos

 

I

Rendidos ante esas alas

vos desordamos al cielo

Virgen de Arcos soberana

sed nuestra amparo y consuelo.

Por patrona celestial

el señor te señaló

y este sitio te escogió

Para poderte sitiar

aquí pago fraternal

transformó la tierra en cielo

Virgen de Arcos soberana

sed nuestro amparo y consuelo.

 

Cantos de Rosarieros

 

EL RELOJ DE LA PASIÓN

 “Es la pasión de Jesús

un reloj de gracia y vida

reloj y  despertador

que a gemir a orar convida.

 

Oye pues, oye sus horas

y en todas agradecido

que os daré mi Jesús

por haberos ofendido.

 

Vuestro reloj Jesús mío

devoto quiero escuchar

y en cada hora escuchar

lo que por mí habéis sufrido.

 

Cuando a las siete os veo

humilde los pies lavar

pero como estoy muy limpio

me atreveré a comulgar.

A las ocho instuiste

la cena de vuestro altar

y en ella, Jesús, me daste

lo que me podíais dar.

 

A las nueve el gran mandato

de caridad renováis

habiendo amado a los tuyos

hasta el fin, Jesús, amáis.

 

Llegan las diez y en el huerto

oráis al padre postrado

haced, mi Jesús amado,

que os pida con acierto.

 

Sudando sangre a las once

os contemplo en la agonía

como es posible mis días

que agonice el alma mía.

 

A las doce de la noche

os prende la turba armada

y luego en casa de Anás

recibís la bofetada.

 

A la una de blasfemo

impío Caifás os nota

pero luego contra vos

la chusma vil alborota.

 

A los dos falsos testigos

acusan vuestra inocencia

qué impiedad y qué descaro

qué indignidad y qué insolencia.

 

A las tres os encarnecen

insultan  unos villanos

que con sacrilegas manos

os dan lo que ellos merecen.

 

Qué dolor cuando a las cuatro

os niega el cobarde Pedro

Más vosotros la miráis

y él reconoce el hierro.

 

A las cinco son y se junta

el concilio malinante

que dice “muera Jesús,

muera en la cruz al instante”.

 

A las seis sois sometido,

ante Pilatos, el juez

os declara inocente

hasta por tercera vez.

 

A las siete por Pilatos

a Herodes sois sometido

como seductor tratado

y como loco vestido.

 

A las ocho otra vez

preso a Pilatos volviste

y entonces a Barrabás

por puesto Jesús fuiste.

 

A las nueve seis verdugos

os azotan inhumano

y para ello a una columna

os atan de pies y manos.

 

A las diez duras espinas

coronan vuestra cabeza

espinas que en vuestras sienes

clavan con toda fiereza.

 

Cuando a las once os cargan

una cruz de enorme peso

entonces veos mi Dios

cuanto pesan mis excesos.

 

A las doce entre ladrones

Jesús os veo clavado

se me insigne la conciecia

viendo al uno perdonado.

 

A la una encomiendas

a Juan a tu querida madre

y luego pides perdón

por nosotros a tu padre.

 

A las dos otra vez hablas

sediente como Israel.

Y entonces te mortifican

con el vinagre y la hiel.

 

A las tres gritas y dices

ya está todo concluido

sufre y llora tu muerte

todo el mundo extremecido.

 

A las cuatro una lanzada

penetra en vuestro costado

de donde sale sangre y agua

para lavar mis pecados.

 

A las cinco, de la cruz

os bajan hombres piadosos

y en brazos de vuestra madre

os adoran religiosos.

 

A las seis con gran piedad

presente también María

entierran vuestro cadáver

y ella queda en la agonía.

 

El reloj se ha concluido

sólo resta al pecador

que despierte a sus golpes

y adores al Redentor.”

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