Puente emplazado perpendicularmente al cauce, formado por tres arcos, uno central y más amplio, por donde se da paso al Canal, de arco y bóveda rebajados, adaptado al peso que soporta el puente y cuya amplitud permite una mayor sección al cauce del Canal, y dos más pequeños simétricos al central, también rebajados y construidos a modo de arcos de descarga, su construcción favorece que no disminuya la sección del Canal, ya que son realizados específicamente para el paso de sirga de las embarcaciones, que son estrechos caminos paralelos al Canal, que servían para su conservación y para el paso de las caballerías que tiraban de las embarcaciones. Su piso se define en una planta de embocaduras abocinadas, rematadas por pináculos, y en su alzado se observa una línea de ladrillos a modo de cornisa que denota la altura del piso y el comienzo del pretil, dándole un aspecto más rematado.

Su tipología recuerda a los puentes franceses de la mitad del siglo XVIII,

Realizado en ladrillo, combinado con piedra de sillería en las zonas de mayor empuje del peso, para las jambas de los arcos pequeños, y los arranques del arco central. También se utiliza la piedra para los remates de pináculos.

El ladrillo se descubre, salvo en los remates, bajo el enlucido de yeso y cal, que se observa en las dos caras del puente.

La utilización de los remates de piedra en las embocaduras a modo de pináculos, y el uso de los materiales, como el ladrillo que se deja sin enlucir en determinados lugres, como los remates de los pretiles, y en los arcos,

denota una intención estética, que enfatiza los diferentes elementos del puente, embelleciéndolo y explicándolo.

Último tercio del siglo XVIII