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Tradición oral e indumentaria popular de la Galliguera(I La Baja Galliguera)              Agrupación Folclórica "Santa Cecilia"

 

7.- PEINADOS, ADORNOS Y COMPLEMENTOS

 

7.1.- PEINADOS

Antiguamente pocas, o casi ninguna, eran las mujeres llevaban el pelo suelto siendo lo más generalizarlo retirarse éste de la cara y recogerlo en un moño, peinado muy habitual en la esta zona de la Baja Galliguera.

 

Los moños se realizaban en la zona de la nuca, más arriba o más abajo, y se confeccionaban dividiendo el cabello en diversas partes o matas de pelo denominadas pulseras, las cuales no se las realizaban cuando las mujeres se cubrían la cabeza con toca. Éstas, entre otras formas, se obtenían realizando una raya en medio o con una raya de oreja a oreja, haciendo con las mismas retorcidos que juntándose daban lugar finalmente un moño.

 

Para lavarse el cabello las mujeres utilizaban la lejía que obtenían al realizar la colada de la ropa con ceniza, solían peinarse unas a otras y utilizaban para ello un peine de dos caras, una más ancha y otra más estrecha, conocido como peine de liendres, el cual limpiaban con una aguja y después con un hilo. Para dejarse fijado el cabello utilizaban en lugar de gomina petróleo.

 

Estos peinados se los sujetaban con horquillas de moño y se los adornaban con peinetas, las cuales servían también para sujetar el resto del cabello, y el número de éstas dependía del tipo de moño, por ejemplo para un moño alto en Santa Eulalia de Gállego utilizaban dos o tres peinetas. De forma menos usual las mujeres de esta zona también empleaban para evitar despeinarse el moño una especie de redes, redecillas, las cuales les permitían ir peinadas durante bien más o menos ocho días.

 

El ir bien peinadas era muy importante para las mujeres de antaño, siendo muy habitual el uso por estos de pueblos del piropo ¡qué bien te has peinado hoy!

 

7.2.- MAQUILLAJE

 

Pocos eran los productos que las mujeres de esta zona de la Galliguera empleaban para maquillarse.

 

Teniendo en cuenta que en aquellos tiempos estar morena estaba mal visto, ya que cuando veían a una mujer morena se comentaba ¡esa de pueblo!, las mujeres se protegían cuando salían al campo con pañuelo, sombrero y con manguitos, lavándose posteriormente cuando llegaban a casa con vinagre y pintándose con un producto blanco conocido como bismú.

 

Los labios se los pintaban colorados y los coloretes eran de caja, cajica, y los ojos nunca se los pintaban.

 

Por último hay que señalar que las mujeres cuando enviudaban dejaban de pintarse al igual que adaptaban su vestimenta a su nueva situaación social.

 

7.3.- JOYAS

 

Escasas son las referencias que nuestros informantes nos han hecho respecto a las joyas, indicándonos en Santa Eulalia que llevaban pocas.

 

En Biscarrués una informante recuerda que su madre llevaba como iba de luto un pendientico negro, como de azabache, el cual no se conseguía de ninguna materia prima de allí.

 

7.4.- COMPLEMENTOS. LOS ESCAPULARIOS

 

El elevado carácter religioso de la sociedad tradicional y las muchas supersticiones que acompañaban al mismo dio lugar a la presencia de complementos del vestir basados en la religión.

 

Los escapularios eran imágenes o representaciones gráficas de santos y vírgenes e incluso textos invocadores que generalmente las mujeres de los diferentes pueblos llevaban siempre, en algunos casos, y solo en ocasiones en otros, encima, como signo de devoción y como solicitud de protección a los mismos.

 

En Santa Eulalia de Gállego recuerdan Clotilde y Beatriz que había escapularios de Corazón de Jesús, de San Antonio y de la Virgen del Carmen. Éstos los podían llevar por fuera, por encima de la vestimenta de la mujer, tal como ocurría en algunos valles pirenaicos y en pueblos de la serranía oscense, o por dentro de la misma.

 

El escapulario del Corazón de Jesús tenía forma de cruz en unos casos y en otros de corazón, era color rojo y lo llevaban sólo las mujeres pudiéndose apreciar por fuera de la vestimenta y leyendo en él el siguiente mensaje o lectura: ¡Detente!, El Corazón de Jesús está contigo. El día del Sagrado Corazón, a primeros de junio, recuerdan ir todas las mujeres con sus escapularios, tradición que se sigue realizando en la actualidad.

 

El escapulario de la Virgen de Carmen era un escapulario pequeño de color marrón que se llevaba por dentro.

 

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