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Tradición oral e indumentaria popular de la Galliguera(I La Baja Galliguera)              Agrupación Folclórica "Santa Cecilia"

 

5.- LA CONFECCIÓN DE LAS PRENDAS

 

5.1.- PRENDAS ELABORADAS EN CASA

 

Antiguamente la mayoría de las prendas que componían tanto el vestir masculino como el femenino no solían adquirirse completamente hechas, sino que tenían que ser trabajadas, en su totalidad o en parte, por las mujeres y hombres de la casa y por los diferentes profesionales del sector textil. Las mujeres realizaban las labores más finas mientras que los hombres se encargaban de los trabajos con piel.

 

Desde pequeñas las mujeres dedicaban una parte importante de su tiempo a la costura, acudiendo por las mañanas a la escuela y por las tardes aprendiendo a coser. Orosia Bernués de Bisacarrués recuerda que hasta los trece o catorce años iban a la escuela, entonces bordábamos mucho, por la tarde a bordar y por la mañana, pues eso, a leer, a escribir, a hacer cuentas, todas esas cosas. Todo un empeño por parte de las madres para conseguir una buena futura señora de su hogar.

 

Las mujeres solían hacer con cáñamo y lino camisas y calzoncillos, los cuales se compraban al corte, sábanas, toallas y cubiertas, realizando en ellas diferentes labores de encaje, bolillos, lagartera, frivolité, etc. Con lana de oveja y a punto de media tricotaban medias, jerseys y peduques, y en alguna ocasión, como nos cuenta en Santa Eulalia de Gállego algún calzón o pantalón de mujer a punto inglés.

 

Los hombres, como ya se ha indicado, trabajaban la piel de las cabras, y a veces la de las ovejas, dejándola secar y realizando el encurtido de las mimas, para así conseguir zamarras, morrales, polainas de tiras y abarcas con sus abarqueras.

 

5.2.- ZURCIDOS Y REMEDIOS

 

No sólo de la confección de las prendas se ocupaban las mujeres de antaño sino que se ocupan además de realizar una labor, igual o más importante, que era la de zurcir o hacer remedios.

 

A zurcir estas mujeres aprendían ya de pequeñas en su casa, mientras que a apiazar y a hacer ojales les enseñaban en la escuela (Biscarrués).

 

Frecuente, debido en parte al continuo uso de las prendas derivado de la poca variedad de las misma, era hacerse sietes los cuales los arreglaban zurciendo o bien haciendo un cuadrado con otra tela y colocándolo posteriormente sobre el mismo, apiazar.

 

El desgaste de las prendas obligaba a la sustitución de aquellas partes de las mismas que estaban en contacto directo con el exterior con otras partes que quedaban protegidas por otras prendas por lo que le estaban menos desgastadas. Muy habitual era cambiar el cuello de las camisas o parte de la espalda por trozos de telas de la zona baja.

5.3.- LOS PROFESIONALES DEL SECTOR

 

En todos los sitios en los que hemos mantenido entrevistas con lugareños nos han indicado la presencia de profesionales del sector textil y del calcero.

 

Sastres había en Sierra Estronad, en Santa Eulalia de Gállego y en Biscarrués. En estas dos últimas localidades existía una casa que se llamaba Casa del Sastre, que en Biscarrués estaba situada en la plaza del pueblo junto del Ayuntamiento y se llamaba el sastre Miguel Laborda.

 

Los sastres se encargaban de coser aquellos cortes que se compraban en las ferias y mercados y que no eran cosidos por las mujeres. Confeccionaba camisas, calzones, chaquetas, etc, la gente se elegía las telas y el sastre las hacía (Biscarrués).

 

Tejedores de lino y cáñamo había en Biscarrués, en Sierra Estronad y en Santa Eulalia de Gállego, indicándonos que en esta última localidad había un tejedor de lana que tenía una hija que se llamaba María.

 

Alpargateros que confeccionaban alpargatas de esparto había en Santa Eulalia de Gállego, el cual era un preso que aprendió el oficio durante su estancia en la carcel, y en Biscarrués el de Casa Pito, el cual las hacía también con suela de cáñamo.

 

De la presencia de los zapateros en estas localidades nos hemos obtenido mucha información, sólo nos han hecho referencia al de Biscarrués, el cual era zapatero remendón, y en Santa Eulalia a la Casa Zapatero. Probablemente en próximos contactos obtendremos más información sobre la presencia de éstos ya que nos han recitado un canto relacionado con el oficio de zapatero y que entonaban en el mes del Rosario en Santa Eulalia:

 

Zapatero que estás trabajando,

todita la noche a la luz del candil,

cuando sientas tocar el Rosario

apaga la luz / lumbre y te vas a dormir.

 

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