Santa Cruz de Moncayo se haya encaramado en un cerro, elemento éste, que consideramos clave en el desarrollo histórico de su urbanismo. Santa Cruz es una villa que ha ido creciendo en función de su castillo, a través de sucesivos anillos de calles, entorno a su fortificación acomodándose al cerro en el que se sitúa.

Los nombres de las calles son absolutamente explícitos: Calle Alta, del Centro, Mayor...y para unir unas con otras, las diversas travesías: de San Ramón, de la Herrería o el Arañal.

Volviendo al punto más elevado del pueblo nos encontramos con los restos del castillo. Diversos sillares y algún paño del muro aparecen en este punto indicándonos una de las posibles soluciones al por qué de la ubicación de Santa Cruz dónde hoy se encuentra.

La citada fortificación, comentada como del siglo XIV por C. Guitart, fue levantada con motivo de las guerras de los Pedros. Es evidente, a la luz de los estudios de otros castillos de la comarca, que se hace necesario una revisión de estas afirmaciones.

Flanqueando el castillo por su ladera Norte, aparece la denominada Calle Alta o Barrio Alto. La citada calle está formada por un conjunto de casas, en un escalón inferior a la estructura defensiva, pero apoyadas en la estructura geológica del cerro en que se apoya el castillo, abren sus puertas y vanos hacia el Norte.

Su situación por debajo del nivel del castillo, los tejados a dos aguas estarían junto a la base de la muralla, las dos o tres alturas como máximo de sus casas y el disponer de todo el conjunto de edificaciones al otro lado de la calle, evita las corrientes de aire excesivas. El trazado sinuoso hace el resto.

Las fachadas estrechas, la calle no alcanza en algún punto los dos metros de un lado de la calzada al otro. Evidentemente existe poco espacio para construir.

La única posibilidad que tienen de abrir vanos, ya que se apoyan en la parte posterior en el mismo castillo, es hacia la propia calle. Desde 1861, por lo menos, ya aparecen en referencia a estas casas, la presencia de las bodegas del castillo. En algunos casos las citadas cuevas vinarias han llegado a atravesar el cerro.

La anchura de la calle apenas alcanza los dos metros en algún punto de su trazado, en forma de zigzag y nos sorprende con pasadizos volados que, sin tocar la calle, conectan los números pares con los impares.

 La existencia de un desnivel, nuevo escalón en el cerro pronunciado, le serviría de barrera natural y defensiva, al castillo y a los santacruceros. No convenía por lo tanto tener huecos que favorecieran asaltos en la parte posterior. Tendríamos así una nueva muralla que reforzara el recinto más elevado.

Por otro lado no podemos olvidar tampoco la orientación NW del cierzo. Es conveniente por lo tanto, por razones de conservación del calor no abrir excesivas ventanas en este lado. Existe alguna terraza hoy en día o miradores, más bien pequeños todos, y desde luego modernos.

Afloran diversos restos del castillo en este trazado: el espacio propiedad de la Casa de Turismo Rural, bajo el único paño conservado in situ con tres hilares de sillares, y el voladizo entre un lado de la calle y el otro, ya comentados.

Los tejados son a dos vertientes aunque en determinados puntos, la zona del zigzag de la calle concretamente, la superposición de diversas vertientes es lo habitual.

Esta calle desemboca por el Oeste en un edificio clave para los Santacruceros, el antiguo Ayuntamiento y, a la vez, antiguas escuelas, por lo menos desde 1861. Hoy en día articulado en dos alturas y dos espacios es una exposición permanente de alfarería popular y una alfarería. Sus muros aparecen cajeados en mampuesto mientras que la misma caja es de ladrillo.

La salida de la calle Alta por el Este nos dirige hacia la Iglesia. Según el catálogo histórico artístico de la provincia de Zaragoza, el edificio del que estamos hablando sería una mezquita por lo menos hasta el siglo XVII.

Con una planta rectangular, apoyado en dos arcos diafragma apuntados y con una techumbre de madera, 

 fue remodelado en los años 60. Sería la puerta de entrada al barrio del Oturo, del cual hablaremos posteriormente.

En resumen, Santa Cruz de Moncayo posee una estructura urbanística fundamentada en su castillo como origen. En su entorno, a base de sucesivos círculos, a distinto nivel y altura, se conformaron las calles y es ahí donde han ido creciendo los diversos edificios.

La Calle Alta, con el castillo coronándola, está flanqueada por el Antiguo Ayuntamiento y escuela por el Oeste y por la antigua Mezquita, hoy iglesia, por el Este.

Si dejamos la Calle Alta, por el lado Occidental, comenzamos a descender hacia la Calle del Centro. Esta calle tiene una disposición de semicírculo, flanquea en todo caso al Castillo y la Calle Alta, encontrándose a una altura inferior a esta. Comenzaremos hablando por el lado de los edificios pares.

Hoy en día un juego pelota crea el espacio de una plaza, llamada desde 1861 de la Constitución y el antiguo edificio del curato, junto a lo que fue el horno de pan de Santa Cruz de Moncayo. Constituyen algunas de las edificaciones más importantes de esta calle.

Se encuentran las sucesivas viviendas apoyadas en la roca, en el desnivel entre la calle Alta y la suya propia del Centro. Aprovechando ese desnivel se han horadado diversas bodegas en uno de los laterales del juego pelota. El tejado de estas casas está a la altura de la base de las edificaciones de la Calle Alta.

El badén que hace la calle, por sus primeros números y por los últimos hace que esta afirmación sea aproximada en las citadas edificaciones de los extremos de la calle. En cualquier caso podemos hablar de un escalón inferior, geográficamente hablando, respecto a la Calle Alta.

Las tres alturas son más habituales y las vertientes de los tejados van entre las dos y las tres pendientes de aguas. Los vanos de nuevo orientados al Noreste, con la salvedad de la casa del curato – horno de pan, que también los tiene al Oeste y que parece tener un diseño más artístico.Los edificios que aparecen en el lado de los impares se hayan muy transformados hoy.  Apenas tres casas conservan su antigua disposición en el plano.

 Diversos bagos van creando espacios vacíos dónde podemos ver los restos de antiguos perímetros en piedra de edificaciones.

Las edificaciones más próximas al antiguo Ayuntamiento nos dan indicación de su función como nexo de unión entre la Calle del Centro y la Calle Mayor. Al estar situadas a dos alturas, tienen accesos por ambas calles. Los accesos superiores por la calle del Centro, los inferiores por la Mayor. En esta última se suelen localizar bodegas y corrales de estos edificios de la Calle del Centro.

Existen, no obstante, cuadras a las que se accede desde la calle del Centro aprovechando prolongaciones del piso geológico.

Los vanos se orientan hacia el Sur y el Este. Evidentemente la estrechez de la calle por lo menos en su origen permitiría una mejor protección de vientos, al igual que el pequeño tamaño de sus ventanas.

Al ser un semicírculo, la calle del Centro, también comenzaría y acabaría en la Iglesia y en el Antiguo Ayuntamiento. La estrechez de la calle ha aumentado respecto al piso superior al igual que el tamaño de las fachadas.

Finalmente la Calle Mayor. Comienza actualmente en el Pilar de la Virgen del mismo nombre y acaba en el término denominado Arañal. Evidentemente supone un escalón inferior a todo lo comentado hasta el momento.

Una sucesión de edificaciones de dos y tres alturas se suceden. Abren sus vanos hacia el Sur y el Noreste y los tejados son a dos vertientes. Hay que tener en cuenta que muchos de ellos están restaurados o son completamente nuevos.

Fruto de la situación periférica de la Calle Mayor aparece otro tipo de edificaciones, además de viviendas como son los pajares y cuadras, a lo largo de su recorrido. Destaca la presencia de un horno alfarero, por datos de actas municipales localizados por J. C. Garza, llegó a tener hasta 10 hornos dentro del casco urbano en 1862, y diversos corrales en su acceso y en la salida de la calle hacia Torrellas

 la localidad.

El acceso por esta Calle Mayor se realiza hoy por el actual Ayuntamiento y pabellón etnográfico. Edificios ambos de moderna factura. Integrado con ellos, las modernas escuelas de los años 60 y hoy evidentemente cerradas como tal.

El espacio que hoy ocupa la pista de futbito era en tiempos el huerto del cura, propiedad única de la iglesia, ya que desde 1861 hasta l934 la Iglesia, sorprendentemente, era del Estado. En este espacio se levantó una moderna casa del cura en que todos los santacruceros trabajaron a peonadas.

Existen diversos nexos de unión entre las sucesivas calles que hemos ido comentando. Así entre la Calle Mayor, la Calle del Centro y la Calle Alta existe un nexo urbano clave: la Calle de la Herrería.

Muy remodelada esta calle, poseía una herrería de cierta importancia, afirma G. Manrique, llegando a relacionarla con la famosa de Añón. Hoy en día en el lugar dónde estaba la última fragua del pueblo, aprovechando varios arcos y el hueco formado por el desnivel entre la plaza de la Iglesia y la calle de la Herrería, se levanta un lavadero edificado en el año 2001-2.

Dos edificaciones de tres alturas se conservan in situ, junto a la Peña El Bodegón, con vanos al Sur y al Este principalmente. Destacan las ventanas horizontales de la más próxima al moderno lavadero.

Otra travesía que enlaza la Calle Mayor con la Calle del Centro, es la de San Ramón. Muy modificados los edificios que la forman, su trazado es simple pero útil.

sabemos si identificar estas últimas con lo que en los libros de amillaramiento llaman Extramuros.

El primero de ellos localizado junto a la Iglesia, en el cerro situado al Este del Castillo, se haya delimitado por una calle, que arrancando de la Iglesia y el Pilar de San Antón y rodeando el citado edificio eclesial vuelve a parar a la puerta de la Iglesia y a su plaza.

En esta plaza de la Iglesia confluyen la calle de la Herrería, Alta y el citado arranque del Oturo. Las fuentes medievales, según Garza, lo citan como Leturo, y así aparecen en los libros de amillaramiento de 1861 y prácticamente hasta 1934. En algún momento posterior fue modificado el nombre por Oturo.

Parece ser el lugar de las bodegas, pajares y corrales. Quedan abundantes bodegas (ver trabajo bodegas) pero los pajares y corrales muchos de ellos corren riesgo de desaparición. Así lo atestiguan los libros de amillaramiento y los diversos restos materiales conservados.

Hoy en día se han levantado diversas edificaciones, algunas respetando el sabor de lo tradicional, otras completamente modernas.

 Aparecen diversos pajares sobre el montículo situado al Este del pueblo, al otro lado de la carretera, ya en el mismo municipio de Santa Cruz. Están relacionados con el monte contiguo, denominado Eras Altas, que es suficientemente explicito por su forma escalonada y los restos a su vez de otros pajares.

El perímetro de Santa Cruz se cerraría de nuevo con el Oturo, las Eras de detrás del Castillo, orientadas al NW, la Loz con sus huertas y de nuevo la carretera con la Avda de Moncayo.