El espacio heredado a lo largo de generaciones, con su actividad económica, social, política: es decir histórica, nos ha llegado a nuestros días Los diversos pobladores de Santa Cruz han ido dejando su huella en nombres, cultivos, barreras o cabecicos.

En todo ese devenir, los hombres y mujeres de esta localidad tuvieron que construir edificios para vivir, para trabajar, para aprender, para gobernarse, para refugiarse, para disfrutar, para defenderse, para ir de fiesta.

Al igual que los diversos aspectos estudiados hasta ahora, la arquitectura popular se buscó un espacio en esta historia y le hizo un hueco a todos esos santacruceros que modelaron un paisaje urbano y rural.