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Casetas de piedra seca y falsa cúpula en la Jacetania / Biello Aragón.                                      Asociación Cultural Sancho Ramirez. Jaca   

7. Estado de conservación

"A los mayores les costó sus trabajos hacer la caseta y eso hay que respetarlo". Este testimonio de uno de los informantes va a servirnos de contraste con la dura realidad del estado de conservación en que se encuentra el conjunto de las casetas catalogadas.

Del total de estas casetas, una cuarta parte se ha considerado que se encuentran en un buen estado de conservación, en torno a una quinta parte presenta ciertos problemas como pérdida de losas en el exterior de la cubierta o filtraciones al interior que podrían ser fácilmente subsanables, otra quinta parte presenta problemas graves que amenazan con una próxima pérdida de la construcción si no se toman medidas urgentes, y un último tercio del total presenta un total estado de ruina.

Podemos considerar por tanto que, en muy poco tiempo, habremos perdido definitivamente más de la mitad de los ejemplos localizados. La distribución, además, de los niveles de conservación de las casetas a lo largo y ancho de la zona prospectada es bastante uniforme con la excepción del entorno de Araguás del Solano/Araguás d'o Solano y Caniás donde son abrumadora mayoría las casetas en ruina acompañadas por las que se encuentran en grave peligro de pérdida total.

A priori dos cuestiones se plantean como fundamentales si se quiere afrontar mínimamente el reto de conseguir la conservación de una nómina representativa de la riqueza que llegó a representar este patrimonio.

La primera, fundamental, es la de definir con claridad los propietarios actuales de las casetas con el objetivo de conocer ante qué personas o instituciones exactamente habría que interceder o trabajar para conseguir el objetivo de su perduración. Resulta necesario, por tanto, una urgente labor de investigación que permita conocer las posibilidades de influencia sobre propietarios particulares y las de la propia administración para responsabilizarse de algunas casetas de las que, por lo que parece, viene a ser la propia titular.

La otra se refiere a la necesidad de implicar de manera activa a las administraciones local y comarcal en esta tarea. Solo consiguiendo que los niveles de la representación política más apegados al terreno, como son los ayuntamientos y la comarca, se tomen interés por estas cuestiones será posible la puesta en marcha de una serie de acciones de conservación, restauración y promoción. Gracias a que estas acciones deberán ser diseñadas específicamente para la realidad concreta de cada zona, puede llegar a alcanzarse la meta final de garantizar la condición de patrimonio cultural común de estas casetas, es decir, de hacer revertir sus beneficios en la propia población local y de hacer posible su trasmisión a las generaciones venideras como parte insustituible de una identidad local y comarcal en la que todos podemos reconocernos en sus valores de sencillez, sabiduría, sobriedad, diversidad, belleza e integración en la naturaleza.

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