Volver al Índice

Casetas de piedra seca y falsa cúpula en la Jacetania / Biello Aragón.                                      Asociación Cultural Sancho Ramirez. Jaca   

5. Usos y vivencias

5.2 Las labores agrícolas

Poco puede hacer sospechar el actual paisaje de bosques y prados la variedad de cultivos que los usuarios de las casetas y, en general, los habitantes de estos valles supieron hacer producir de un difícil entorno y en unas condiciones sociales y económicas más duras todavía. A través de lo que nos contaron, repasaremos brevemente en qué consistían algunas de las faenas del campo que llevaban a cabo de manera cotidiana muy cerca de las casetas y sin las que éstas habrían perdido gran parte de su sentido.

Para mejorar el rendimiento de la tierra, era común que se mantuviese un sistema de rotación de cultivos o de descanso periódico de cada parcela. En Acín/Azín y Fraginal/Fraxinal nos hablaron del más sencillo y extendido sistema del "año y vez", llamado en el aragonés de la comarca de dos añadas, que consistía en alternar en las parcelas entre cultivo y descanso cada año. En Aísa en cambio nos relataron un sistema más complejo de rotación de cultivos en una misma parcela que solía ser común en la zona: "por lo general un año patatas, otro año ordio, porque la güebra que tenías de patatas daba buen resultao con ese ordio, sacaba un grano con mucha harina, muy bueno para dar de comer a los cerdos, el siguiente patatas o alfalze y ya se aprada".

El tipo de cultivos más habitual en la zona prospectada podía variar ligeramente de una zona a otra pero generalmente se basaba en una adaptación de los típicos cultivos mediterráneos a las condiciones específicas de la alta montaña a base de una combinación de cereales (trigo, cebada y ocasionalmente avena), viñas, patatas, legumbres (judías, guijas y garbanzos) y plantas forrajeras.

Posiblemente el cultivo más generalizado fuese el trigo, cuyo empleo era para "consumo de pan". Las faenas que conllevaba su cultivo no abarcaban grandes épocas del año sino que se concentraban en periodos muy concretos de alta actividad. La primera faena, en las parcelas que habían quedado sin cultivar, era la de preparar la tierra para la futura siembra que consistía, tal como nos contaron en Cenarbe/Zenarbe y Aísa en dos operaciones consecutivas: "se movía, la güebra era el primer surco y mantornar el segundo", y "labrar dos veces antes de sembrar, en primavera mover con un guambre y después para la buena marcha, p'hacer güebra, antes del verano otra vuelta porque no hiciera hierba". Para labrar era imprescindible la ayuda de los animales de labor que podían ser de diferentes tipos como bueyes, machos, mulas e incluso burros, y que también servían como animales de carga tal como nos contaron en Acín/Azín, "el mulo subía con el apero, la alforja, la comida y el saco de su comida", aunque si la caseta se encontraba en un emplazamiento de difícil acceso necesitaban otro tipo de colaboración: "subían los machos hasta aquí pero del ramal, un hombre con el jubo a la espalda". Los aperos con los que se labraba eran principalmente la reja y la vertedera: "se labraba con algún rusal o vertedera o reja, como una cuñeta" (Cenarbe/Zenarbe), y "el apero de madera y lo demás de hierro, la reja era la parte de abajo de hierro y la vertedera toda de hierro y al cambiar de lado se daba la vuelta, aquí era custión de reja porque había más bien piedra" (Acín/Azín). A finales de septiembre o comienzos de octubre, "del Rosario al Pilar", era el momento de sembrar, operación para la que, en Aísa, había que luchar contra la erosión si la parcela se encontraba en una ladera de fuerte pendiente: "al sembrar el trigo, con el mismo apero y las caballerías, en un campo en pendiente, hacían unos surcos pa sacar el agua en los campos labraos, pa que el agua no sacase la tierra". A partir de ese momento eran ya muy pocas las faenas que requería este cereal: "después de sembrar hasta el verano, en primavera nitrato si querías pero nada más". Otras maneras de abonar la tierra, empleadas asimismo para otras clases de cultivos era femar os campos con los excrementos de las ovejas, tal como veremos en el siguiente apartado, y una antigua técnica de la que se tiene recuerdo todavía en Aísa: "los ornigueros eran camatones con allagas, se cubre con tasca y tormos de tierra y se le pega fuego, y luego se extendía para abonar". A comienzos del verano, cuando el trigo era ya de color dorado y las espigas habían granado totalmente, llegaba el tiempo de la cosecha que solía realizarse con hoz y zoqueta aunque también podía dallar-se: "en junio o a primeros de julio se segaba a hoz y con zoqueta aunque en Jaca ya dallaban" (Acín/Azín), "con hoz y zoqueta, dalla sí pero poco" (Aísa), y "se dallaba en julio y después entraba el ganao" (Cenarbe/Zenarbe). Aunque cada casa solía ocuparse de sus campos, siendo este momento uno de los de mayor uso de las casetas como refugio temporal, nos contaron en Acín/Azín que en ocasiones podía necesitarse asimismo la colaboración de algunos jornaleros en la dura faena de la siega: "cada casa llevaba su tierra, acaso en verano buscabas algunos jornaleros para la siega que tenían menos tierra, les pagabas ocho o nueve pesetas y mantenidos, si llegaba eso". Una vez segado el trigo, había que recoger la mies y llevarla a la era donde se trillaba, aventaba y recogía: "la mies se ataba a fajos, con benzejos de paja, de la mies del centeno, sembraban centeno un poco p'hacer los benzejos" (Fraginal/Fraxinal), "se hacía el carreo con mulos, se bajaba el trigo a la era, a trillar con un trillo de china, a contornar la pallada, después trillos de cilindros, y el grano al molino. Las eras estaban todas en el pueblo, cada casa cerca de la casa y en algunos sitios en alto para el viento" (Acín/Azín), "a lomo de caballería, con bastes, se trillaba casi siempre abajo, se ataban los fajos con atallos de paja de centeno, benzejos, y luego a trillar con trillo de cilindros o de arrastre de pedreña" (Aísa), y "el grano a carga, no había carros, con baste, en talegas, y la garba con onzinos, era un baste más dos pinchos de madera, se ataban los fajos de cinco gavillas cada uno y después se les cargaba sobre cinco fajos" (Fraginal/Fraxinal).

Otro cereal del que nos hablaron en Aísa, Cenarbe/Zenarbe y Fraginal/Fraxinal es el ordio, nombre con que se conoce en toda la mitad septentrional de Aragón a la cebada, y cuyo empleo principal era como pienso para las caballerías y para "engordar un cerdo o dos". En Aísa además nos describieron un tipo particular, el "ordio tardano, que tiene la caña mucho más vana que la del trigo, y se dallaba algo más".

Un cultivo que debió de tener cierta importancia en el extremo meridional de la zona es la vid. A pesar de las dificultades que el clima de la comarca supone para este cultivo además de su total desaparición actual, podemos rastrear su antigua presencia que tal vez pueda ponerse en relación con la existencia y uso concreto de alguna de las casetas. Así, en Fraginal/Fraxinal uno de los campos cercano al pueblo era conocido como "La Viña" aunque no se recordase haber visto plantadas cepas en él. También en Castiello de Jaca/Castiello de Chaca hemos podido catalogar la conocida como Caseta de la Viña de la Coja que atestigua la presencia posiblemente contemporánea a la caseta de una o varias parcelas de viña en las llanuras situadas sobre la margen derecha del río Aragón. Pero el testimonio más esclarecedor es el de la Caseta de la Viña de Arriba en Novés/Nobés, cuyo dueño recuerda la presencia de una gran viña a la que protegía la caseta gracias a sus tres ventanas. Esta viña parece que prolongó de manera excepcional su existencia a la llegada de la enfermedad de la filoxera que supuso posiblemente el fin definitivo de este cultivo en la comarca en torno a los años de transición entre los siglos XIX y XX: "Antes había viñas pero vino la filoxera y se murió toda. Había cuatro mil cepas aquí. Es un poco más alta para desde arriba ver bien toda la viña para cuidarla. La viña se trabajaba con caballería también. Los cestos que hay dentro son de tres tipos: pequeños para vendimiar, grandes para cargar la uva en los remolques, y otros dos para llevar por parejas en caballerías. La viña tenía que cuidarla de las rapaces y de alguno que otro. Los cestos de mimbre los hacía mi padre que era de Orós Bajo, de mimbreras que las podaban".

Las patatas eran otro producto de gran importancia en algunos puntos de la comarca como Canfranc/Canfrán y Villanúa/Bellanuga donde debido a la gran producción y a la facilidad de trasporte que suponía el ferrocarril se llegaban a cultivar para su venta posterior: "vendían vagones de patatas antes". En otros lugares como la parte superior de la Bal d'Aísa, las tierras altas de Cenarbe/Zenarbe o en Acín/Azín, su cultivo tenía como única finalidad el aprovisionamiento de las familias: "aquí patatas pa gasto, de Biescas y Aso de Sobremonte las comercializaban. Abono de la tierra pa primeros de abril, se sembraban a primeros de mayo, y pa octubre se cogían". También en este caso hay que anotar su completa desaparición de la zona, siendo sustituidas en algunos casos por prados tal y como ha ocurrido con la inmensa mayoría de las tierras antaño cultivadas.

Un tipo de cultivo que puede resultar característico de la zona eran algunas legumbres que nos nombraron en Acín/Azín, Las Tiesas Altas/As Tiesas Altas y Villanúa/Bellanuga como las judías, las guijas y los garbanzos, situándose su emplazamiento ocasionalmente junto a alguna de las casetas catalogadas.

Y como prueba de nuevo de la inexistente separación en la práctica entre labores agrícolas y pastoriles en la zona (que adoptamos en este informe para facilitar la comprensión global del conjunto) están las plantas forrajeras que asimismo se sembraban en gran parte de la zona: alfalze, abeza y pipirigallo. Su consumo por parte del ganado podía ser tanto in situ como una vez cortadas y secas, "en verde y en seco". En Acín/Azín nos concretaron que la "abeza se sembraba en septiembre y el pipirigallo en marzo o abril. Abeza y pipirigallo se dallaban, por eso con el capazo terrero se quitaban las piedras y se echaban a los muros o a un agujero, el trigo como se segaba con la hoz daba igual".

 

Volver al Índice