LOS BUREOS. (reuniones festivas en las masadas) Rosa Palomar Ros |
2.- Tiempo,
a) Periodo del año en que se celebraban. Los bureos empezaban a celebrarse hacía octubre, cuando ya se habían acabado los trabajos de la recolección, y duraban todo el otoño e invierno, hasta el martes de Carnaval o Pascua. Por lo tanto, se celebraban en el período en que las tareas agrícolas necesitaban menos atención, La fecha del comienzo solía coincidir con alguna festividad importante: la Sanmiguelada, El Pilar, Nuestra señora del Rosario. La etapa de bureos finalizaba, generalmente, por Carnavales, fecha en que este tipo de reunión contaba con el mayor número de asistentes y en el que se organizaban los bureos con mayor esplendor. Tenían lugar durante el domingo o festivos a partir de las nueve de la noche, después de dar de comer a los animales, y se prolongaban hasta las 3 ó 4 de la madrugada, según la animación que hubiese. En ocasiones, los bureístas regresaban a sus casas a la salida del sol, bien porque la diversión duraba hasta entonces, bien por evitar el frío de la noche. Algún as veces si los asistentes vivían muy lejos, pernoctaban en el pajar de la masada donde se había hecho el bureo. Hay que tener en cuenta que los bureístas llegaban a caminar hasta 3 o más horas para llegar al lugar del bureo y que las condiciones atmosféricas no siempre eran agradables. En esta zona el invierno es muy duro, la nieve y las heladas abundantes, pero los bureístas superaban estos obstáculos con las ganas de diversión y el mal tiempo no siempre era obstáculo para pasarlo bien.
b) Evolución en el tiempo,- El origen de este tipo de reunión los informantes no se lo cuestionan, pues los que iban de bureo conocen su existencia desde siempre. Ellos han vivido su declive, que comenzó con la guerra civil, y recuerden la celebración de los últimos hacia el 46-48. Las causas hay que buscarlas en el paulatino abandono de las masadas por sus habitantes, que se inició durante la guerra, siguió en los años posteriores y se completó en la década dé los 60. Durante la guerra los motivos de inestabilidad son obvios. En los años 1 inmediatamente posteriores, ante la existencia de maquis en la zona, las autoridades aconsejaban a los habitantes de las masadas que, por motivos de seguridad, pernoctasen en el pueblo. En este tiempo aún siguieron celebrándose algún bureo, sobre todo en las fiestas más señaladas. Fueron los de Carnaval los bureos que más presión recibieron para que se suprimiesen, pues bajo los disfraces so escondían múltiples venganzas (de enemigos, familiares en disputa, novios despechados, etc.), que en esas fiestas intentaban llevar a cabo. Cuenten que durante un juego en un bureo había un burro con un serón tapado. Era Carnaval y casi todos llevaban la cara enmascarada. Al cabo de mucho rato, como nadie sabía de quien era aquel burro, destaparon el serón y se encontraron con el cuerpo de un hombre muerto. Estos hechos históricos y la mejora de la maquinaria agrícola y del transporte hicieron que muchos masoveros se quedasen a vivir en el pueblo, aunque durante el día marchaban a las masadas a trabajar las tierras. Algunos de ellos engrosaron, junto con los del pueblo, las grandes oleadas de inmigrantes hacia las ciudades en busca de trabajo y mejores condiciones de vida. los masoveros que se quedaron a vivir en el pueblo después de la guerra aún celebraron algún bureo, unos en las masadas, otros en el mismo pueblo; pero cada vez con menos frecuencia, ya que se fueron integrando en la vida social del pueblo y en sus fiestas. |