LOS BUREOS. (reuniones festivas en las masadas) Rosa Palomar Ros |
3.- Descripción de varios juegos
e) Juegos en los que había alusión sexual.
He clasificado bajo este grupo aquellos juegos en los que algún participante aparecía desnudo, otros en los que se hacía broma ante el sexo, se imitaba al otro sexo (a las mujeres sobre todo, ya que los o hacían hombres disfrazados de mujeres, cosa que no ocurría al contrario, es decir, mujeres imitando a hombres, porque ellas no preparaban ni representaban los juegos, sólo eran espectadoras) o mediante animales se aludía al acto sexual, De todos modos, muchos de los elementos que aparecen en éste grupo se encuentran en varios juegos anteriores, principalmente aquellos en los que alguien sale desnudo.
54. Pareja. Dos hombres se disfrazaban de pareja, uno de hombre y otro de mujer. El hombre decía piropos y cosas picantes a la mujer. Esta, con voz afeminada, respondía también atrevida y pícaramente, provocando las risas de la gente. Al final se destapaban y se daban a conocer.
55. Las lavanderas. Dos hombres se vestían de mujer con sayas. Representaban que estaban en un lavadero. Una llevaba una pastilla de jabón (la madera de un zueco), lavaban y se dejaban el jabón. hasta que una se lo quitaba a la otra y se entablaba una pelea verbal. Para hacerlo más divertido se levantaban las sayas y se daban palmadas en el culo diciéndose: "mala zorra, me has quitao el jabón. "y tú la ropa". Todos reían y las dos mujeres acababan azotándose.
56. Vendedor de telas. Participantes: vendedor, comprador y alguien disfrazado de burro con los aperos apropiados. Hay dos hombres que se van paseando por el centro de la habitación (la entrada de la casa o la cocina), Uno se dirige a la gente dice: "Se me va a casar un hijo y me tengo que hacer un traje. ¿Ande encontraría yo alguien que me vendiese telas?". Se acerca el otro y dice: "Pues yo mismo se las vendería. Ahora le traeré algunos para que las vea y elija la que mas le guste". Se va el vendedor y enseguida vuelve con un "burro" tapado con una o dos mantas colocadas en varios dobles. las telas son los diferentes pliegos, que va mostrándolo al otro una por una. %Le gusta esta?", "no, no, que es muy gorda". "¿Esta otra?" "No, no, que es muy oscura". Y as¡ hasta llegar a la última, que resulta ser la piel del burro. "Esta me gusta, que es muy suave y aterciopelada". Y el "burro" sale corriendo en cueros, ante la risa del público, seguido del vendedor y el comprador.
57. El demonio. Participantes: demonio, granjero, cuidador de la granja. Un hombre se disfraza de demonio con dos alpargatas atadas a la cabeza por un pañuelo como si fueran orejas, llevaba teas encendidas en la boca y un gran rabo. Un granjero busca un cuidador para su granja. Cuando lo encuentra, le dice que tiene que procurar que el demonio no se le lleve sus animales. Cuando el cuidador queda sólo se presenta el demonio causando gran sensación, pues lleva teas encendidas en la boca. Habla con el cuidador y hacen un trato: no ocasionará ningún dado en la granja a condición de que le dé alguna de sus prendas de vestir. Como el, cuidador no quiere perder nada de la granja, acepta y le da la chaqueta. Pero al día siguiente, el demonio vuelve con el mismo cuento y el cuidador le tiene que dar su camisa. As¡, pues? el demonio vuelve cada día y el cuidador cada vez le da una prenda, hasta que se queda desnudo y tiene que salir corriendo. "Al ver al hombre desnudo y verle "sus partes colgando", todos reían".
58. El avión. Tres participantes: dos se colocaban de pie, el tercero se ponía horizontal, apoyando la cabeza y manos. en los hombros del de delante y los pies en los del que estaba detrás. Al que estaba horizontal, le ataban los pies y le quitaban la correa de los pantalones. Los dos que estaban de pie y sostenían al otro, se movían imitando el ruido del avión gritando: "el avión, el avión, ya viene el avión''. Al movimiento, al que estaba horizontal se le iban bajando los pantalones y se quedaba desnudo. las mujeres hacían como que se tapaban porque les daba vergüenza ver el "colgajo", pero miraban entre los dedos.
59. Sobre este juego hay dos variantes. En una, el que está horizontal sabe de qué va el juego y se enmascara el culo. Cuando los otros dos se van moviendo, el frota con su trasero la cara del de atrás y se la enmascara,
6o. En otra versión, el que está horizontal, sabiendo el juego, llevaba un alfiler en la boca y pincha al de delante, con lo cual el que quería escarmentar sale escarmentado.
61. Esconder el pellejo. Escondían una prenda o un pellejo debajo de las sayas de una mujer sin que esta se diese cuenta. Iba un mozo y lo buscaba por debajo de las sayas. Al final, cuando lo encontraba decía: "Esta señorita tenía el pellejo debajo del conejo".
62. El puerco y la puerca. Salía un personaje diciendo que buscaba a alguien que tuviese un marraco, pues tenía una puerca en celo y le quería echar un marraco. Salía otro personaje: ¿Qué voces he oído por ahí? Precisamente yo tengo un cerdo y aún está por estrenar. No sé a¡ valdrá o no, pero el probar no cuesta", "Pues si que te lo agradezco", le decía el primero, Ahora mismo la traigo. Aparecen dos disfrazados de cerdos, uno con dos patatas y una zanahoria haciendo de cerdo y el otro con una piel de oveja haciendo de cerda. Y el cerdo se echaba a la cerda,, "Pues, hombre, para ser la primera vez sí funciona", decía el dueño de la cerda. ¿Y qué te tengo que dar yo ahora?. - "Si sale vacía nada; pero sí sale preñada, me tienes que dar media fanega de caparrones atados a tus cojones'.'. - "Pues eso no te lo daré, pero te voy a dar dos anegas de ladillas agarradas a tus costillas". Y se iban todos. |