LOS BUREOS. (reuniones festivas en las masadas) Rosa Palomar Ros |
Participantes.
Música (instrumentos, piezas, músicos, bailes).-- los instrumentos que tocaban eran la guitarra, la bandu~ rria, el pito, la flauta, el guitarro, las postizas (especie de castañuelas), las sonajas, los hierros. Estos eran todos los instrumentos que podían utilizarse si habían tocadores suficientes, pero los básicos eran la guitarra, acompañada de pitos hechos con las manos, dos cucharas de madera, un hierro percutiendo contra una botella, etc. El baile que más se tocaba era la jota. Este es el más antiguo y el que recuerdan todos. Hacia el año 1924-25 se introdujeron bailes y ritmos más modernos como el vals, la mazurca, el pasodoble, la rumba. Los jóvenes, y los no tan jóvenes, preferían el "agarrau" a la jota, pues les permitía el contacto físico y el "magreo". Aquí viene a cuento una canción que cantaban:
Lo normal de todos modos era que en un bureo hubiese un par de guitarras que tocasen un ritmo monótono y el típico "chin, chin pum", los cuales cantantes y bailadores convertían en cualquier pieza musical de las citadas anteriormente, El bureo empezaba con baile. los músicos tocaban 3 6 4 piezas y luego se hacían 1 6 2 juegos. Así, los tañedores descansaban, charlaban o estaban con sus novias,
b) Los juegos. Trataré en este apartado de la organización de los juegos, pues más adelante los explicaré detalladamente. Los organizadores los preparaban en la cuadra, que ya había sido ordenada para tal motivo. Solían hacerlo aquellos que. tenían más inventíva o los más tímidos a Ios que no les gustaba el baile o no se atrevían a sacar a bailar a las mozas, pero que, sin embargo, tenían un espíritu creativo. A veces los preparaban unos y luego, otros más osados los representaban,, tras las correspondientes explicaciones del creador. De entre los juegos, unos eran inventados, otros aprendidos de pasados bureos y posteriormente modificados. También había juegos sacados de los titiriteros. Entre los juegos algunos consistían en auténticas representaciones. breves con diálogos, disfraces, etc. Otros eran simplemente bromas que se hacían espontáneamente interrumpiendo el baile. Para efectuar éstas, se int entaba buscar complices entre la gente y algún inocente que picara. La finalidad era, por supuesto, reír y aunque a alguien le sentase mal una broma, por lo general se aceptaba bien, pues, como dicen mía informantes, "no había maldad". De este modo tenían lugar juegos y bromas que se repetían en los bureos, siempre que hubiese gente que no los conociese. Cuando comenzaba el primer juego, salía el presentador diciendo:
"Buenos dias verdes judías y con sus verdes hojas, Aquí está el arriero con sus alforjas. Cogerá y dejará, que cuando Dios da, para todos da".
Y así llegaba el momento en que la gente se preparaba para presenciar lo que en la cuadra se había preparado. Era en este lugar donde corría más el vino y también donde los dueños de la casa llevaban comida para animar a los organizadores a crear o inventar lo mejor posible. Para datos los juegos debían ser cortos y así la gente tendría "hambre" de más.
Para los juegos más comprometidos y pícaros, por ejemplo, enseñar el culo, se buscaba a los más inocentones, si no había voluntarios, o se intentaba engañar a alguien, sobre todo si era nuevo y no sabía de que iba el juego, Bajo los efluvios del vino salían los más picantes y eróticos, aunque algunos confiesan que los de tono más fuerte se hacían en grupos más r reducidos, cuando algunas gentes se habían marchado o entre los que se encontraban en la cuadra Inventándolos.
Convendría anotar aquí el importante papel que juaba el alumbrado. Este se reducía a candiles y teas repartidos por los tres lugares en que se celebraban los bureos; por tanto, la iluminación era más bien pobre, pero contribuía poderosamente a facilitar las relaciones, crear clima para el juego y ayudaba en las bromas, principalmente aquellas en que tenían por base el enmascarar a gente.
c) Espectadores.- Presenciaban los juegos todos: niños, jóvenes, mozos, adultos y ancianos, Los mayores opinaban que los niños los podían ver pues así se espabilarían para la vida. De todos modos, procuraban que los niños no viesen los más picantes y los organizadores siempre hacían algunos en que pudiesen participar los más pequeños La parte activa de los bureos, principalmente en lo concerniente a los juegos, la llevaban los hombres. Mientras tenían lugar las representaciones las mujeres eran simples espectadoras,, aunque por supuesto, se lo pasaban muy bien. Muchos informantes afirman que algunas "se meaban realmente de risa". Pero aqui se muestra claramente que cada sexo tenia roles diferentes: conquistador-actor el hombre, conquistada-pasiva la mujer. Estos papeles se ven aún más claros en ciertos juegos, ideados por los hombres para poder "magrearlas", como aquellos en los que escondían prendas debajo de las sillas o sayas de ellas para que al ir a buscarlas les pudiesen tocar las piernas o lo que fuese. Otro truco pa~ ra que un hombre se relacionase con la mujer que quería o deseaba era que los mozos se repartían o proporcionaban las novias sin que ellas lo supiesen,. U tí te toca tal o cual". Así, cada uno iba a por una en concreto o intentaba bailar con ella. Si entre los mozos había cordialidad a la hora de los juegos Intentaban que Fulano pudiese estar cerca de Mengana. Otro juego consistía en que ellas eran moras y los mozos las compraban y se sentaban encima de ellas.
a) los niños.- Los niños se trasladaban con sus padres a la masada donde se celebraba el bureo, Hacían el viaje metidos en los serones o a lomos de los mulos, Una vez allí, jugaban a sus juegos, bailaban igual que los mayores y presenciaban muchos de los juegos. En ocasiones organizaban sus propias bromas y representaciones, imitando a los mayores. De este modo, cuando fuesen mayores repetirían lo que habían visto de pequeños. En los juegos que los mayores preparaban exclusivamente para los menores se intentaba que se divirtieran por o también que se les espabilase para la vida, para las dificultades con las que en un futuro, si no ya en aquel momento, se encontrarían. También para ellos eran los bureos uno de los pocos motivos o posibilidades que tenían de relac ionarse con otros chicos y, como todos, intentaban pasarlo bien. Cuando les entraba sueño, los colocaban a todos juntos, entro la paja y dormían, despertándose ya en sus casas y, probablemente pensando si todo-había sido un sueño o era realidad lo que recordaban del bureo de la noche anterior. |