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ADAHUESCA Y SU DESPOBLADO DE SEVIL                                                                         Manuel Benito Moliner

 

 SEVIL

APÉNDICE Nº 2.

 

Dichos celebrados en Nuestra Señora de Dulcis (Buera). 1982.

 

Güenas tardes, caballeros,

Ayuntamientos y curas,

y a todos ichos qu'estan

por os arboles y alturas.

 

No estez muchos n'os tozals

que romperez as calzillas,

qu'as aliagas punchadoras

fan sangre n'as pantorrillas.

 

Si dispués de bien comius

vas a bajate os calzons,

véstene lejos, bien lejos,

pa que no haiga mal olor.

 

Si hay algún caramocano,

que quiera barafundiar

que s'en vaya de repente,

qu'aquí sólo yo he de hablar.

 

Hay aquí pocos gabachos (Adahuesca)

y berceros abundantes; (Huerta)

algunos socarracristos, (Bierge)

figóns que son poco listos (Buera)

y cazoleros tunantes. (Alberuela).

 

Tambien hay latacineros (Colungo)

y tres de San Pelegrin,

y por icho que son pocos,

son de peor avenir.

 

Poco cantan estos gallos (Loscorrales)

y os pereros sin chistar (Lecina)

porque os de mala cabeza (Alquézar)

no les dejen canturriar.

 

Vinateros fanfarrons

con boticos y porrons, (Salas)

os cheseros pocos vienen (Azlor)

porque os viejos burricaus

ni sin carga se sustienen.

 

Siñores:

Ayer tarde estuve en Güerta,

a justar un fajo alfaz

pa engordar a mi caballo,

que ya ven que flaco está.

(Aparece un caballo de cartón).

 

Hordio no puede comer

porque ahora está mudando,

estos días ha cumplido...

sólo sus veintidos años.

 

Así qu'ajusté el alfaz,

m'en subié ta casa Andresa,

porque allí van a beber

tos os arrieros d'Alquezra.

 

A las seis salié de Güerta,

y m' en subié hasta o molino,

y a puro de caminar

ya llegué al escurecido.

 

Y me recibió muy bien

aquel siñó Bernardino

que s'en bajó t'o corral

y agarró un gallo lucido.

 

Lo pelamos, lo cociemos,

y dimpués nos lo comiemos;

cuando fuemos a dormir

estabamos ya capinos.

 

Ya de dia m'en fue a Güera;

ya llegué noche cerrada

y m'entré en casa de Ríos

que tiene puerta n'a entrada.

 

Y m'agüespedó muy bien

aquel amigo del alma;

ya se lo tendré presente

cuando él venga ta mi casa.

 

A lo que venía el día

le dié prenso a mi caballo;

pa sacar estas jornadas

ye muy preciso cuidalo.

 

Ya montaba en mi caballo

a las seis de la mañana;

por os llanos de San Juan

m'apaeceba que volaba.

 

Cuando ya llegué a San Juan

sintié unas campanadas,

y se paró mi caballo,

y era que las doce daban.

 

Allí me puse a pensar

como feba yo as jornadas;

si otro las fa en media hora,

yo hi puesto seis horas largas.

 

Cualquiera lo pué comprar,

cobrando tan güena fama,

pues pa un viaje muy ligero

ye cosa proporcionada.

 

Caballo ya estás contento,

qu'has feito güen ejercicio;

véstene ya a pajentar

ta iche cuatrón de panizos.

 

Quédense con Dios, siñores,

que m'en voy hasta Monzón

y voy a llevar en ancas

a María Perallón...

 

Santuario de Dulcis (Buera), mayo de 1982.

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