Conejo, perdiz, torcaz, rabosa, jabalí y codorniz, constituyen las especies más comunes. Últimamente, en la sierra, se ha incorporado como animal susceptible de esta actividad, la cabra cimarrón o asilvestrada tras escapar de los rebaños domésticos. En la actualidad, las zonas acotadas, producen un aporte económico fundamental a las arcas municipales.

Hoy sólo se caza con escopeta pero antaño se utilizaron otras modalidades:

-A loseta. Consistía en articular tres palos con una losa sobre un cebo, de forma que, un mínimo roce del pájaro, producía la caída sobre él de la losa bajo la que quedaba atrapado. Es un sistema muy extendido por todo el Altoaragón y aquí se utilizaba, especialmente, para el charro, variedad de tordo, el tordo común y pajaricos, o sea, gorriones y pequeñas aves.

-A chuelo. Especie de balancín confeccionado con dos tablas y dos cuerdas articuladas en arco. Se abre al pisar y se cierra cuando la perdiz, ave para la que se utilizaba esta trampa, cae en el fondo.

-Para el engañapastores o chotacabras se empleaba un pelo de buey. Un extremo se fijaba al suelo mediante una piedra y al otro se le ataba un grillo. El pájaro se tragaba el grillo con el pelo, quedándose enganchado. Se utilizaba cuando se labraba.

Se practicaba en el Vero a tresmallo, red amplia con la que se recorría un trecho del río. Se cogían barbos y alguna trucha. También se obtenían tencas y ranas en el Pozallón.